21 (Primera Temporada)

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Al llegar a la pista, sonaba una canción alegre con un ritmo contagiante. Comenzamos a bailar, moviendo las caderas de manera sensual al ritmo de la música, aquellos movimientos todavía se podían llamar baile.
No podía dejar de mirar su rostro rojo, excitado, sus ojos brillando y aquella sonrisa que acabaría con las buenas intenciones de cualquier chica.
La música cambió para una más tranquila y romántica, lo que nos ayudó a que nos calmaramos un poco. Sentía un clima de encantamiento en el aire. Entrelazamos nuestras manos, apoyé mi cabeza en su pecho y sentía sus labios en mi pelo mientras nos movíamos de un lado al otro. Noté que había varias parejas formandose en la pista.
Bruno me abrazó por la cintura mientras yo pasaba mis manos por detrás de su cuello. Nos dejamos envolver por la melodia.

- Quiero que todos vean que sos mía
- Susurró en mi oído, y yo sentí una inmensa alegría al escuchar esas palabras saliendo de su boca.

Nos miramos a los ojos, olvidandonos por completo del mundo exterior. Sentí que su cara se acercaba cada vez más a la mía, y una vez más cerré mis ojos. Bruno me besó con tanta ternura que juro que si él no me hubiese estado sosteniendo, me hubiese caído directamente al suelo.
Lo abracé firme, pasando mis manos por su pelo y sintiendo la textura de sus labios.

Cuando el beso terminó, di una mirada rápida a mi alrededor. Pude percibir que varias personas nos miraban sorprendidas, otras se reían discretamente y otras nos miraban con cara de espanto.
No le di importancia, pero comprendía esas reacciones porque llegué a la fiesta siendo la hermana de Bruno y ahora estabamos besándonos de esa forma. Para quien lo viera debía ser algo muy extraño.

- ¿Nos vamos? - Sugirió Bruno

- Vamos - Respondí rápidamente. En ese momento, podría ir hasta el infierno con él

- Mejor me das la llave del auto

- ¡Pero no sabes manejar!-Argumenté.

- No estás en condiciones de manejar después de tanto champagne. Voy a pedirle a alguien de la producción que nos lleve el auto, y nosotros vamos en taxi - Fui obligada a concordar con sus argumentos y finalmente le di la llave. Después salimos con nuestras manos entrelazadas.

- ¿A dónde queres ir? - Preguntó él, y yo pensé por un momento.

- Tengo hambre - Termine respondiendo.

- Bueno, entonces vamos a comer algo - Él concordo sonríendo y llamó al taxi.

Durante todo el trayecto, me preguntaba a mi misma si todo esto no era un sueño, si el brazo que envolvía mis hombros o si el brillo de sus ojos al mirarme no eran ilusiones.

Ya era muy tarde y casi todo estaba cerrado. Entonces decidimos entrar al primer local que encontramos abierto. Ya eran más de las tres de la madrugada cuando nos acercamos a la moza de la caja. Miré hacía la pared y vi un cuadro titulado "Empleado del Mes", donde aparecía justamente una foto de la chica que nos estaba atendiendo.

- Quiero una promoción completa y un milkshake de chocolate - Dijo Bruno sonríendo.

- ¿Y tu novia? - Preguntó la moza también sonríendo.

Fui tomada completamente por sorpresa ante esa pregunta.
"¿Novia?" Hasta hace un rato era solamente su hermana y el escuchar ser llamada de "novia" por una desconocida me dejo sin palabras. ¿Qué era yo para Bruno en esos momentos? No estaba segura. Como todavía seguía muda, la empleada nuevamente lo miró a él.

- Ah ya sé. Para ella puede ser una promoción light, con jugo de naranaja - Respondió él por mi.

- Qué bueno cuando nuestros novios conocen nuestros gustos, ¿no? - Comentó la chica sonríendo y yo me sonrojé. Bruno no parecía ni un poco perturbado.

- Si queres podes ir a sentarte y yo llevo la bandeja - Él sugirió y obviamente que me alejé porque no quería escuchar algún otro comentario de aquellos.

Elegí una mesa al lado del espejo y pude mirar bien mi cara. Estaba con las mejillas bien coloradas y una mirada rara que parecía que estaba con fiebre. El pelo lo tenía un poco desacomodado, pero todavía en su lugar. Los labios estaban completamente sin labial y sonreí conmigo misma al recordar el motivo. Terminé dando una risa porque creía que mi reflejo era gracioso en esos momentos.

- ¿Qué es tan gracioso?-Preguntó Bruno al acercarse a la mesa para después sentarse en frente mío.

- ¡La vida! - Respondí alegremente - ¡Estoy con mucha hambre! -Dije al ver el sandwich. Mientras comía, seguía mirandome al espejo. Analizando mi cara, mis expresiones y observandome analíticamente hasta que escuché una carcajada.

- Sos muy graciosa cuando estás borracha - Dijo Bruno todavía ríendose. No pude evitar reírme ante ese comentario.

Seguimos comiendo con esa naturalidad de quienes se conocen durante toda la vida.

- Extrañaba mucho esto. - Dijo tomando mi mano por arriba de la mesa

- ¿Qué cosa? - Pregunté confundida.

- Estar así con vos. Hablando sin estresarnos, hablando de un montón de cosas sin juzgarnos ni pelearnos. Estabas muy diferente en este último tiempo- Bajé la mirada y di un suspiro.-¿Por qué? ¿Por qué cambiasté tanto? - Preguntó con una mirada triste.

- ¿No desconfiaste de nada? -
Lo cuestioné, mirando a nuestras manos que todavía seguían entrelazadas. Bruno sujetó mi mentón con la otra mano, obligandome a mirarlo.

- ¿Nosotros? - Preguntó mirándome a los ojos. - ¿Era ese el motivo?

- Siempre lo fue - Confirmé

Más Que Hermanos [Adaptada]Där berättelser lever. Upptäck nu