63 (Primera Temporada)

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Narra Micaela

A la mañana siguiente, me desperté sola y al abrir mis ojos suspiré desanimada - era el primer día sin Bruno. La mañana fue deprimente, como imagine que sería. Decidí bajar las escaleras y la encontré a mamá, que apenas me había saludado.
Ella evitaba mirarme y solamente prestaba atención al té que estaba tomando.

— ¿Bruno se fue de viaje? — Preguntó, sin mirarme a los ojos.

— Si, va a estar una semana afuera por las grabaciones — Después de decir eso, volvió a reinar un silencio más que incómodo entre nosotras dos.

— ¿Papá ya se fue a trabajar? — Pregunté, tratando de romper con el silencio.

— Si — Respondió ella, cortante.

Mamá terminó de tomar su taza de té y respirando profundamente, erguió su cara y me miró a los ojos, por primera vez en toda la mañana.

— Antes de irme, necesito que hablemos sobre algunos cambios en la dinámica de esta casa — Esperé ansiosa por lo que estaba por decirme. — Ya que Bruno y vos ahora están... — Ella parecía tener una dificultad muy grande para poder decir la palabra.
— casados, mi responsabilidad de cuidar todas las cosas de ustedes, ya se terminó. De ahora en adelante, ustedes se van a cocinar, limpiar y lavar todas sus cosas. Si creyeron que tenían la responsabilidad suficiente para casarse, entonces también se pueden arreglar solos. ¿Nos entendimos?

— Perfectamente — Respondí automáticamente.

— Creo que por ahora es solamente eso — Sin decir nada más, ella se dio vuelta y comenzó a lavar su taza.

— Por mí está todo bien — Dije nerviosa. — Mamá, ¿sabes que nunca quisimos lastimarlos?

— Si, pero no tener la intención no disminuye las consecuencias ni causa menos dolor — Ella soltó bruscamente la taza y giró para poder mirarme. — ¿Te das una idea de cómo me sentí al saber que mis "suspuestos hijos" están enamorados y no solamente eso, sino que se casaron a escondidas de toda la familia, abusando de mi buena fe al permitir que viajaran juntos? Desde que ustedes volvieron del viaje, sentí un cambio en el comportamiento de los dos, especialmente en Bruno. ¿Sabías que los ojos de él no se despegaban ni un solo segundo de vos? Y además de eso, cada vez que él te miraba sus ojos brillaban por completo. Y honestamente, a veces, él hasta parecía desvestirte con la mirada— Paula tenía razón, mi mamá había percibido mucho más de lo que yo me imaginaba.— Micaela, ¿ustedes están usando algún método preconceptivo?

— Si, claro — Respondí, sintiendo que mis mejillas ardían demasiado.

— Son muy jóvenes y apenas están iniciando una vida. Entonces solo cuídense, ¿está bien? — Yo apenas asentí con la cabeza.

— Mamá, ¿crees que algún día papá lo va a perdonar a Bruno?— Ese asunto no salía de mi cabeza, y ella demoró un poco en responder mi pregunta.

— Sinceramente no lo sé. Claro que me gustaría que ellos dos se volvieran a entender. ¿Pero te das una idea de lo mucho que lo lastimaron? — Ella se sentó enfrente mío y me miró a los ojos. — Micaela, siempre fuiste una de las tres princesas de tu papá. Desde un primer momento, siempre fuiste tan hija nuestra como lo son Bruno, Flor y Bian. Con respecto a Bruno, al ser el único hijo hombre tenía que cumplir con el rol de protector y de guardián en nuestra ausencia. ¿Te imaginas la tristeza que causó en tu papá el descubrir que Bruno había traicionado toda su confianza?

— Nunca quisimos engañarlos. Siempre odiamos mentir, pero teníamos miedo de cómo podían llegar a reaccionar ustedes — Dije intentando justificarnos.
Pasamos un buen tiempo pensando en todas las cosas que nos habíamos dicho.

Más Que Hermanos [Adaptada]Where stories live. Discover now