Más Que Hermanos [Adaptada]

49 (Primera Temporada)

Narra Micaela:

— Bueno, al parecer Micaela ya está bien, ¿no es cierto? Así que ya no es necesario que sigas acá, Bruno — Dijo mamá, todavía con el ceño fruncido.

Bruno me miró sorprendido y entonces se vió obligado a tener que levantarse y salir de la cama. Él se fue en un absoluto silencio y ni siquiera me miró a los ojos, ya que no quería seguir generando más sospechas.

Por más que mamá había aparentado creer en esa historia, ella no era ingenua y pude sentir por su mirada que ella creía que le estábamos ocultando algo. Dichas sospechas las cuestionó en su siguiente pregunta:

— ¿Esta situación se repitió muy seguido en el viaje?

— ¿Qué situación? — Pregunté, intentando fingir una confusión.

— Vos y Bruno durmiendo en la misma cama — Ella fue bien directa y estoy segura que en ese momento me había sonrojado demasiado.

Yo odiaba la mentira. Pero esta vez era sumamente necesaria y, por eso, me encontré ante la obligación de tener que mentirle a mi mamá.

— Muy raramente — Fue todo lo que pude decir. Creía que si le respondía "nunca" sería como una negación muy fuerte y ella desconfiaría todavía más.

— Micaela, voy a ser muy clara—Dijo ella suspirando.—Cuando ustedes eran chicos, no tenía ningún problema en que hicieran esto. Pero ahora es totalmente diferente porque los dos ya están grandes. Bruno ya es todo un hombre y vos sos toda una mujer. Entonces te quiero pedir que esto no se repita — Concluyó firmemente.

— Todo bien — Respondí con un hilo de voz.

— No sé, puedo estar confundida— Dijo ella, sonríendo.— Pero al verlos acá durmiendo juntos parecían como una pareja y eso no me gustó para nada.

Ante eso, yo no sabía qué responderle. Mamá con su típica perspicacia había visto mucho más lejos de lo que yo me imaginaba. Tal vez era su sexto sentido femenino lo que la estaba alertando. A pesar de que ella no nos había visto en nada realmente comprometedor, parecía estar sospechando sobre mi relación con Bruno.

En los días siguientes, su comportamiento me confirmó lo que yo me imaginaba: Disimuladamente nos observaba y vigilaba a Bruno y a mí, probablemente buscando por pistas.

Esto había convertido en aún más terrible a nuestra situación con Bruno, ya que mamá desde entonces nos controla en cada palabra, en cada gesto y en cada mirada. Me siento analizada todo el tiempo y eso ya está acabando conmigo. Después de algunos días ya estoy con los nervios a flor de piel.

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Narra Bruno:

Cuando Micaela pasa cerca mío, puedo sentir su dulce perfume, y algo en mí despierta una mezcla de necesidad y deseo. Y también siento una mezcla de nostalgia. Nostalgia por todo lo que había vivido con ella y ahora estoy totalmente imposibilitado de tenerla.
Solamente quiero su atención exclusiva, y esta maldita distancia que hay entre nosotros me está arruinando.

Nos cruzamos dentro de casa, pero ahora la naturalidad que intentamos tener al fingir que solamente somos hermanos, está siendo amenazada.

Cada vez que intentábamos acariciarnos y mi mamá aparecía, su mirada reflejaba absoluta desconfianza y eso fue lo que me llevó a tener que reducir aún más mi contacto con Micaela.

Además de eso, al regresar a nuestra casa tuvimos que regresar también a nuestras ocupaciones: Mica con sus estudios y clases de danza. Y yo fui aprobado en un casting para una serie de televisión y empecé a tener un ritmo acelerado de grabaciones.

Nuestro tiempo juntos se redujo aún más y pasamos a vernos generalmente en medio de la noche, ante la constante vigilancia de mamá, que ahora empezó a incluir paseos de madrugada por toda la casa.

La primera vez que me crucé con ella en medio de la noche fue en un intento frustrado de querer ir al cuarto de Mica. Recién había salido de mi cuarto y ya estaba casi en frente de su puerta, cuando mamá surgió de la nada, saliendo del baño.
Fui obligado a disimular que estaba yendo a la cocina a buscarme un vaso de agua.

Después de ese episodio, ella se levanta todas las noches y disimuladamente visita mi cuarto o el de Mica.
Comencé a sentirme como un ratón, rodeado de ratoneras por todos lados.

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Narra Mica:

— ¡No lo puedo creer! — Dijo Paula

— Es la triste realidad— Respondí desanimada. — Seguimos viviendo en la misma casa solamente que ahora estamos siendo vigilados

Estábamos en el cuarto de Paula, sentadas en su cama y de piernas cruzadas una en frente la otra.
Ella me miraba visiblemente preocupada mientras que yo jugaba con mi pelo, estaba un poco nerviosa.
Nos quedamos en silencio por un tiempo, y Paula parecía estar reflexionando seriamente lo que sucedía, hasta que respirando profundo comenzó a hablar:

— Pienso que esta situación no va a durar por mucho más tiempo. Y las cosas van a empeorar, porque por más que tengan cuidado e intenten disimularlo, ustedes están profundamente enamorados. Y cualquiera puede sentir que existe algo muy fuerte e intenso entre ustedes dos.

— ¿En serio se nota tanto?—Pregunté espantada.

Hola!! Lo prometido es deuda y ahora voy a subir cinco capítulos!!😄😄😄