1 (Primera Temporada)

2.6K 75 3
                                    

Narra Micaela:

Nunca voy a olvidar aquel día.  Cada imagen estaba perfectamente grabada en mi mente: los colores, las texturas, las personas, todo.

Estaba sentada en el asiento trasero del auto y mirando por la ventana, todavía sin poder creer que aquel día tan esperado finalmente había llegado.

Después de un poco más de un año de haber estado en un orfanato, una familia se había interesado en adoptarme y yo me podía considerar muy feliz.
Me sentía feliz porque sabía que las adopciones eran muy poco comúnes a mi edad, y más aún para alguien como yo que estaba desde hace muy poco tiempo en la institución.

El mes de julio de aquel año estaba particularmente helado, pero yo me sentía muy abrigada por el tapado rosa que mis nuevos papás me habían regalado ese día.

Desde donde estaba podía ver la parte de atrás de la cabeza de mi nuevo papá. Su pelo era corto y negro. Su cuello estaba bien cubierto por el saco negro que estaba usando. A su lado, vi que estaba mi nueva mamá, quien tenía el pelo largo y rubio. Ella lucía una campera marrón que la hacía parecer una mujer moderna y elegante al mismo tiempo.

Inesperadamente, ella se dió vuelta. Me miró y sonrió de una manera sincera, yo sonreí feliz y ansiosa.

— ¿Nerviosa? — Me preguntó Marcela, mi nueva mamá

— Un poco. — Respondí con una voz prácticamente imposible de escuchar.

— ¡No te preocupes! Tus hermanos están hasta más felices que nosotros, ¿no es cierto, amor? — Preguntó ella mirándolo a Juan, mi nuevo papá.

— Sin dudas. — Respondió él emocionado. — Creo que no durmieron anoche por lo emocionados que estaban. —Dijo él mirándome por el retrovisor.

Suspiré al escuchar aquello porque yo tampoco había podido dormir la noche anterior por lo expectante que estaba.

Poco tiempo después llegamos a un barrio residencial, donde observé que había muchas casas, algunos predios y pocos comercios. El auto se fue deteniendo hasta que Juan estacionó el auto en una casa grande y linda.

— ¡Llegamos! — Dijo papá al desabrocharse el cinturón de seguridad y acercándose a mi.—¿Estás lista?

Estaba tan nerviosa que no podía hablar. Tenía miedo de que si comenzara a hablar no pararía de tartamudear, así que preferí asentir defenitivamente con la cabeza. Caminamos en dirección a la casa de mi nueva familia, los Sainz Micheli. Fui guiada por las manos de mi mamá y siguiendo a mi papá, quien llevaba mi única valija.

— ¡Bienvenida, hija! — Dijo Marcela al abrir la puerta de mi nuevo hogar.

— Voy a llamar a los chicos, ellos deben estar muertos por la curiosidad de conocerte — Comentó ansioso papá.

Entonces, seguimos en dirección a una sala grande y espaciosa, que estaba dividida en varios ambientes. Mis ojos captaban todo al mismo tiempo. Había dos sofas del color marrón, acompañados de dos almohadones comfortables; en la pared había un cuadro lindo y grande con un hermoso paisaje; en las otras paredes había algunos cuadros mas chicos con fotos de la familia.

— Chicos, ¡ya llegamos! — Exclamó mi mamá. Mi corazón latía muy fuerte y por producto del nerviosismo, mi cara lucía muy seria. Mi mamá al percibirlo me dió un cálido abrazo.

— Ella llegó. Su nueva hermana
llegó.— Informó nuestro papá.

Primero vi a dos chicas de estatura media. Una tenía el pelo rubio y la otra el pelo negro. Las dos chicas cuando me vieron, me sonríeron.
A los pocos segundos, apareció un chico con el pelo negro. Él me miró de forma curiosa, pero extrañamente permanecía serio, observándome con atención.

Los tres estaban usando jeans, camisetas coloridas y medias en los pies. Entonces al observar mi propia ropa, no me sentí incómoda ya que prácticamente estabamos usando el mismo estilo deportivo y casual.
Mi corazón, que ya latía fuera de ritmo, se aceleró más todavía. Latía tan fuerte que tenía miedo de que pudieran escucharlo. Por eso, intenté respirar con calma y profundamente.

— Micaela, ellos son tus nuevos hermanos — Dijo mi mamá, muy sonriente. — Ella es Florencia — Dijo señalando a la chica rubia. — Ella es Bianca — Después señaló a la más chica de los tres. — Y este nene que está acá es Bruno

— Un placer conocerlos.—Respondí tímidamente.

— Estamos felices de que estes acá, Mica. — Comentó felizmente Bianca.

— Gracias, yo también estoy
muy feliz.— Respondí y sonreí un poco.

Ellos me rodearon y me estuvieron observando por un largo tiempo.
Fue entonces que a partir de ese día, todo cambió para mí.

A partir de ese momento, y para siempre, cuando mis ojos se encontraron con los de Bruno un sentimiento muy fuerte se apoderó de mí, y en aquel momento algo surgió en mí.

A pesar de mi corta edad, sabía que habia sido destinada para algo especial y único, algo que en el futuro se llamaría "amor".
Cuando lo vi a Bruno bajando por las escaleras y miré sus ojos, lo que pasaba en el "mundo" parecía no importarme porque él se había transformado en mi mundo. Ese chico lindo que me miraba tan desconfiado, se había transformado en el príncipe azul de todos mis sueños infantiles...

Hola!! Les traigo una nueva novela, es este caso es una novela adaptada. Dicha novela la lei en portugués (Mais que irmāos) y bueno decidi adaptarla a Brunaela. Espero que les guste y sepan comprender si no se entiende alguna que otra palabra, porque la estoy traduciendo de portugués a castellano.
Espero que les guste el primer capítulo.

Saludos!!

Más Que Hermanos [Adaptada]Where stories live. Discover now