La hermosa niña de la familia Lin está ocupada cultivando-Parte3

Capítulo 478: Otro evento feliz.

El joven corrió hacia el borde del campo donde la familia Lin estaba trabajando y, sin conocer a Lin Dezheng, gritó: "Tío Lin, el Sr. Chen me envió para darles la buena noticia. Chen Ping, el joven señor Chen, aprobó el examen imperial. Estará de regreso en unos días. Acaban de informar la buena noticia en el pueblo".

Al escuchar estas palabras, todos en la familia Lin se quedaron atónitos, sin poder reaccionar de inmediato. Durante estos días, habían estado hablando constantemente de Chen Ping, y de repente, escuchar esta noticia los dejó desconcertados, sin saber si estaban soñando o era real.

Fue alguien cercano quien reaccionó primero. Aunque podía sentir cierta incomodidad en su corazón, consideró que esta era una buena oportunidad para estrechar la relación con la familia Lin.

Rápidamente, Tie Zhuo dijo: "Tío Lin, te lo dije. Tu yerno es realmente talentoso. En su primer intento, ¡aprobó el examen! Realmente es algo digno de celebrar. Deberías organizar una gran fiesta en tu casa para celebrar esta ocasión tan especial".

En ese momento, los miembros de la familia Lin también recuperaron la compostura. Lin Dezheng volvió a confirmar: "¿Fue el Sr. Chen quien te envió? ¿Chen Ping aprobó el examen imperial?"

La persona sonrió y asintió: "Sí, exactamente. La oficina envió a alguien para informar personalmente. Regresará en unos días. El Sr. Chen me pidió que viniera y les diera la noticia para que no se preocuparan".

Wu Shi sonrió de inmediato y expresó su gratitud: "Realmente gracias por tomarte la molestia de venir. Ven, sube y toma un poco de agua en casa".

Ella subió al campo con Liu Shi y se dirigió a casa. Cuando alguien venía a dar buenas noticias, era costumbre entregar un sobre rojo. Después de que se fueron, todos expresaron sus felicitaciones, dejando a Lin Dezheng un poco abrumado.

Varios sugirieron que la familia Lin debería organizar una celebración, pero Lin Dezheng declinó la oferta: "Después de todo, es el yerno de la familia, no un miembro directo. No estaría bien organizar una fiesta aquí. La familia Chen debería hacerlo. Cuando llegue el momento, iremos a casa de los suegros para la celebración".

En realidad, todos entendían esta lógica. En este momento, estaban simplemente emocionados. Lin Dezheng estaba bastante claro al respecto; si aceptaba ahora y luego se retractaba, podría complicarse más.

Pronto llegó la hora de terminar el trabajo. Cada familia dejó sus herramientas en el campo y regresó a casa para comer. Descansarían un rato antes de continuar trabajando.

Mientras caminaban juntos, algunas personas comentaron sobre la situación: "La suerte de la familia Lin realmente está en su apogeo en estos últimos años. Mira, todo les está yendo bien. Cada acontecimiento es algo para envidiar".

"Primero fue el quinto hijo que se convirtió en funcionario y ahora el yerno. Esta pareja de ancianos realmente tiene suerte. La familia Lin ya ha acumulado bastante dinero, y con esa colina, podrían incluso comprar una casa en la ciudad".

"¿Quién dijo que no? Aunque nosotros pidamos a los antepasados y quememos incienso ocho veces al día, nunca tendríamos esa buena fortuna. No me importa lo que piensen los demás, yo personalmente lo envidio. Si mi Gou Dan en el futuro tiene esa habilidad cuando vaya a la escuela, no tendré remordimientos en toda mi vida. Incluso si me muero, estaré satisfecho."

Otra persona respondió: "¡Bah, bah, bah! ¿Qué tonterías estás diciendo? Si tu Gou Dan tiene talento, deberías disfrutar de tus días. ¿Por qué hablar de morir? No digas tonterías, no sea que el Cielo te escuche y luego te lamentes".

La madre de Gou Dan se sintió intimidada por lo que dijo y sonrió, "Sí, no debería hablar tonterías".

Un grupo de personas caminaba delante de ellas, eran de la familia de Gu Pingyong. Hicieron un esfuerzo adicional para adelantarlas y comenzaron a hablar sobre los asuntos de la familia Lin.

Gu Pingyong escuchó claramente, pero se negó a voltear la cabeza. Su expresión facial estaba nublada.

"Hablando de habilidades, antes vivían de esa manera, pero ahora se han recuperado. ¿Quién puede ser rico para siempre? Todos tienen que ser ricos por turno. Creo que ahora le toca a la familia Lin".

Estas palabras fueron dichas a propósito para que Gu Pingyong las escuchara. Estas personas no tenían una buena relación con él. Anteriormente, Gu Pingyong, aprovechando que tenía más dinero y tierras que los demás, había menospreciado a muchas personas. Ahora que la familia Lin estaba en ascenso, aunque no fuera su propia familia, podían usar esto para burlarse de él.

Gu Pingyong, ¿cómo no se enojaría al escuchar estas palabras? Lo que querían era verlo enojado. Si lo veían enfadado, se sentirían felices.

¿A quién le importa si él desprecia a la gente? Ahora que otros han superado a su familia, ¿no es hora de que lo comprenda? La familia Gu no es tan poderosa como él pensaba. La familia Lin ya ha subido en solo unos años, y quién sabe qué les depara el futuro. Después de todo, tienen a dos personas en la función pública.

Aunque estas mujeres caminaban rápido, cuando llegaron junto a Gu Pingyong, inexplicablemente ralentizaron su paso y continuaron hablando sobre los asuntos de la familia Lin.

Gu Pingyong estaba tan furioso que le picaban los dientes. Desearía poder pararse y discutir con estas mujeres, pero se contuvo. Ahora no era el momento.

Las palabras del anciano aquel día seguían resonando en su mente. Antes de que el anciano decidiera quién sería el heredero, él no causaría problemas nuevamente. Sabía que sus acciones anteriores habían decepcionado mucho al anciano. Si volvía a hacerlo, podría perder la oportunidad de convertirse en el jefe de familia. Ahora no era el momento.

Aún quedaba un largo camino antes de llegar a casa. Gu Pingyong estaba tan enojado que aumentó el ritmo de sus pasos. Las mujeres también lo siguieron, continuando con sus comentarios.

Gu Pingyong se contuvo, pero su hijo Gu Zeshun no pudo resistirse y comenzó a murmurar. Justo cuando estaba a punto de hablar, Gu Pingyong lo detuvo: "Regresa a casa de inmediato, no hagas el ridículo en público. ¿Qué relación tenemos con los asuntos de su familia?".

Gu Zeshun, sintiéndose frustrado, regresó a casa. No había hablado cuando Gu Pingyong lanzó lo que llevaba en la mano al patio y maldijo: "Maldita sea, todos son unos buenos para nada".

La señora Yun, que estaba afuera, conocía la situación y no sabía qué decir para consolarlo.

Suspiró y dijo: "Anciano, cálmate. No te enfermes. ¿Qué relación tiene la familia de ellos con nosotros? Aunque ahora estén disfrutando, ¿quién sabe qué les deparará el futuro? ¿Todos los oficiales en el gobierno son personas honestas? Si en el futuro son atrapados por corrupción y soborno, sus familias también se verán afectadas. Cuando llegue ese día, solo miraremos el espectáculo".

Gu Pingyong apretó los dientes y dijo: "Bien, esperaré ese día".