Dios del omniverso

86 Capítulo 86: La muerte de Roulette

Dios del omniverso de GodOfBrutality
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Los intentos de Roulette de tratar de escapar del control de Arias se encontraron con un fracaso total. Ni siquiera pudo hacer que su brazo se moviera. Mientras tanto, estaba perdiendo fuerza rápidamente a medida que le cortaban las vías respiratorias.

Miró a los ojos fríos e insensibles de Arias y murmuró. "Cómo…"

A esta pregunta, Arias levantó una ceja antes de sonreír y reírse levemente. "¿Cómo qué? ¿Cómo sobreviví a tu intento de matarme? ¿O cómo llegué aquí? Preguntas, preguntas, la verdadera pregunta que deberías hacerte es cómo planeo matarte".

Al escuchar a Arias hablar con tanta frialdad con una cara seria, Roulette abrió mucho los ojos y temió lo peor, él realmente había venido a terminar con su vida y ella era incapaz de detenerlo.

"Por favor escucha-."

pa~

En el momento en que trató de pronunciar algunas palabras, Arias le dio un fuerte golpe en el lado derecho de la cara. Sintió que le crujía la mandíbula mientras un par de dientes salían volando de su boca junto con un ligero chorro de sangre.

Un dolor entumecedor ahora abrumaba el lado derecho de su rostro que también se había enrojecido ligeramente, con la huella de la mano de Arias algo visible.

Ahora dudó en pronunciar una palabra, su cabello una vez limpio, ahora despeinado con una mirada de sorpresa en su rostro. En ese momento, Arias la soltó y la dejó caer al suelo.

Una vez que hizo eso, ella inmediatamente trató de alejarse mientras gritaba. "¡Ayuda! ¡Guardias!" Con la esperanza de que alguien pudiera escucharla.

Pero sin siquiera arrastrarse mucho, Arias le pisoteó la pierna y detuvo su gateo.

"¡Ahhh!"

Su hueso crujió y pronto quedó aplastado bajo la gran presión que estaba ejerciendo. Los fragmentos de hueso atravesaron su piel en varios puntos y causaron que la sangre saliera a chorros.

"Nadie vendrá a ayudarte, solo tú y yo". Arias le reveló cuán desesperada era su situación y eso hizo que su expresión de pánico se volviera aún más sombría.

Sus ojos se enrojecieron y se llenaron de lágrimas cuando giró la cabeza para mirar a Arias, que todavía tenía el pie firmemente apoyado en su pierna sangrante.

Roulette quería suplicar por su vida, pero no creía que fueran palabras que pudiera decir que le darían para salvarla. Sin embargo, al menos tenía que intentarlo.

"Puedo pagarte la cantidad que quieras, te daré información sobre Lex y cualquier otra persona que quieras, tengo tantas conexiones, todas serán tuyas si no me matas... ahhh-".

Mientras hablaba, Arias presionó su pierna con más fuerza y provocó que otra ola de dolor golpeara a Roulette, haciéndola apretar los dientes y bajar la cabeza en agonía.

Trató de extender su mano hacia su pierna instintivamente para tratar de alejar la de Arias, ¡pero él simplemente agarró su mano por la muñeca y la torció!

Otro fuerte crujido de huesos resonó en la habitación cuando Arias hizo que toda su mano se torciera en un ángulo poco natural. Una vez más, se podían ver fragmentos de huesos destrozados ensangrentados desgarrando su piel desde el interior.

La tez de Roulette se puso pálida, estaba perdiendo sangre a un ritmo alarmante y por lo tanto su cuerpo en general comenzó a sentirse débil. Pero Arias no iba a dejarla simplemente desmayarse.