The Evil Consort Above An Evil King - Spanish Version [8]

113. ¡Ella Salió con Su Propia Apariencia!

¡¿Dónde estaba Xijiu?!

¿Se dio cuenta el Señor del hecho de que Gu Xijiu había pretendido ser Di Fuyi y por eso se la llevó para castigarla?

¡Fue un delito grave disfrazarse del Maestro Celestial Zuo!

Volvió a mirar el campo de batalla, ¡y su corazón latió aún más rápido!

El gigante con armadura dorada había usado una magia desconocida, y su Kung Fu se había duplicado en fuerza de repente. ¡Se las arregló para obligar a Hua Wuyan, Qian Yueran y Tian Jiyue a retirarse continuamente y sus ataques casi los lastiman!

Gu Canmo se cruzó de brazos y se preparó para unirse a la pelea. De repente, apareció una sombra en el cielo y una dama vestida de negro revoloteó en el aire para unirse a la pelea. Ella gritó: "¡Déjenmelo a mí!"

Gu Canmo se sorprendió. ¡Gu Xijiu había aparecido con su propia apariencia! Esta vez no estaba usando ningún disfraz. Su apariencia era impresionante. Cuando su aura se liberó por completo, se formó una luz convincente alrededor de su cuerpo.

Su apariencia, naturalmente, causó sensación en la multitud. Numerosos pares de ojos estaban fijos en ella. De repente, varias personas en la multitud gritaron: "¡Gu Xijiu, señorita Gu! ¡Ella es Gu Xijiu!"

Una piedra provocó mil olas. ¡En cuestión de segundos, la multitud se había vuelto ensordecedora con la gente vitoreando!

Hace ocho años, Gu Xijiu tenía un pasado fascinante. La mayoría de sus asuntos se habían convertido en una sensación candente entre la gente durante mucho tiempo. Aunque era una mezcla de buenas y malas noticias, ella seguía siendo una leyenda.

Hace ocho años, se escapó de su boda y desapareció. Desde entonces, nadie la había visto. Todos pensaron que se había encontrado con un accidente. ¡Nunca esperaron que ella apareciera aquí en este momento crítico!

¡Su Kung Fu sin duda había mejorado!

Antes de desaparecer hace ocho años, poseía un poder espiritual de nivel ocho. ¡Ahora que había reaparecido, aunque solo usó un truco, muchos practicantes notaron que su Kung Fu era extremadamente poderoso! ¡Ella también se había vuelto más bonita!

Hace ocho años, Gu Xijiu era como una mujer común. Ahora, ella parecía un hada. Innumerables personas en la escena se sorprendieron cuando apareció. Todos sintieron que su aura no era más débil que la de la reina de las hadas Li. ¡Quizás, fue aún más fuerte!

La reina de las hadas Li, que estaba atada en el suelo, también se volvió para mirar a Gu Xijiu. Había una sensación de odio oculto y celos en sus ojos.

Gu Xijiu se unió al campo de batalla usando su técnica de teletransportación. Golpeó al gigante dorado y él retrocedió varios pasos. Se las arregló para rescatar a Hua Qianyan que estaba en peligro y la envió al círculo exterior agitando la manga.

Sus acciones fueron rápidas y precisas, por lo que la gente en la multitud comenzó a aplaudirla.

Unos segundos más tarde, incluso Tian Jiyue y Qian Yueran se habían retirado. Ahora, solo Gu Xijiu y el gigante dorado permanecieron en el campo de batalla.

El gigante con armadura dorada parecía una torre dorada. Cuando la pequeña Gu Xijiu se paró frente a él, parecía un ciervo frente a un elefante. Se sentía como si pudiera fácilmente torcer su cuello con su pata.

Gu Xijiu era demasiado perezoso para hablar con el gigante dorado. ¡Inmediatamente comenzó a atacarlo tan pronto como se unió al campo de batalla!

Al principio, el gigante dorado no la pensó. Después de todo, solía pelear con Gu Xijiu hace ocho años. Conocía bien sus habilidades. Aparte de su técnica de teletransportación que lo asombró, el resto de sus habilidades estaban en la media.

¡Si peleara con ella en serio, probablemente podría enviarla al oeste en menos de cincuenta rondas!

Sin embargo, ¡su opinión sobre ella cambió lentamente después de pelear varias rondas con ella!

¡Esta chica es demasiado difícil de manejar! ¡Ella es incluso más poderosa que los tres discípulos del regalo del cielo combinados!

Cada movimiento y cada truco que lanzaba tenía una gran fuerza, y apuntaba específicamente a sus puntos débiles. ¡Le resultó difícil bloquear sus ataques!