one shorts de ZoroxRobin.

By Dair_Cipriano04

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¿Te gusta la pareja tanto como a mi? Pues te invito a disfrutar de estos cortos de romance sobre ellos 💜 Es... More

introduccion.
#01
#02
#03
#04
#05 Parte 1
#05 Parte 2
#06
#08
#09
#10
#11
#12
#13
#15
#07
#16
#17
#18
#19
#20
#21
#22
#23
#24
#25
#26
#27
#28
#29 Parte 1
#29 Parte 2
#30
#31
#32
#33
#34
#35
#36
#37
#38
#39
#40
#41
#42
#43
#44
#45
#46
#47
#48
#48 Parte Dos.
#49
#50
#49 Parte Dos
#51
#52
#53
#54
#54 Parte 2
#55
#56
#57
#57 Parte 2
#58
#59
#60
#61
#61 Parte 2
#62
#63
#64
#65
#66
#67
#68
#69
#70
#71
#72
#73 Parte 1
#73 Parte 2
#74
#75
#76
#77
#78
#79 Parte 1
#79 Parte 2
#80
#81
#82
#83
#84
#85
#85 Parte 2
#86
#87
#88
#89
#90
#91
#91 Parte 2
#92
#93
#93 Parte 2.
#94
#63 Parte 2
#95
#96
#97
#98
#99
#100
#101
#102
#103
#104
#105
#106 Parte 1
#106 Parte 2
#107
#107-B
#108
#109
#110
#111 Parte 1
#111 Parte 2
#112
#112 Parte 2
#113
#114
#115
#116
#117
#116 Parte 2
#117 Parte 2
#118
#119
#120 FINAL.

#14

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By Dair_Cipriano04

Robin se encontraba en el gran acuario del barco leyendo con tranquilidad, el barco se encontraba totalmente vacío salvo por ella y algún otro integrante del barco, desconocia quien era la otra persona que se había quedado en el barco, realmente no sabía quién más se había quedado, pero no le importaba mucho, había estado bastante intranquila esos días.

Por su mente corrían miles de pensamiento relacionados a su infancia, pronto se cumpliría un año más de haberlo perdido todo, a su familia, su raza, su madre, su isla y su vida.

Cerró el libro que descanzaba en su regazo y suspiro pasando una mano por su larga cabellera.

Observo a los peces recorrer todo el espacio que tenían, tan libres pero tan presos, se puso de pie sosteniendo con fuerza el libro que hablaba acerca de su isla, bajo el título de "El lugar del conocimiento que se transformó en fuego".

Abrió la pequeña ventana que se encontraba en la habitación para poder ver la cubierta y al golpear las paredes con las ventanas de madera, escucho a alguien quejarse.

-¡Joder!¡Me asustaste!- Escucho la voz de zoro, giro su cabeza y lo encontró de pie sosteniendo la ventana con su brazo, la dejo lentamente en su lugar y la miro.- ¿Planeabas romper la ventana?- pregunto elevando sus cejas, Robin suspiro.

-Pensé que estaba sola.- mintió, no sabía que él era quien se había quedado en el barco, esperaba a ussop o alguno de los chicos que solían entretenerse fácil y no prestarle atención, sin embargo, zoro parecía estar muy interesado en ver que era lo que ella hacía, como si aún desconfiara de ella.

Zoro se cruzo de brazos y se recargo en la pared, Robin recargo sus brazos en la ventana y lo miró con una sonrisa que realmente no sentía.

-Pues nos hemos quedado solos en el barco.- le dijo zoro encogiendose de hombros.- Todos tardarán un rato en llegar, yo me iré a entrenar.- señaló la torre de vigilancia.- Si necesitas algo, puedes buscarme.

Robin asintió lentamente mientras lo veía caminar hacia la gran torre de vigilancia y subir sin esfuerzo.

Nuevamente sola dio un gran suspiro y sostuvo su rostro con ambas manos, el abrumador sentimiento de vacío en su pecho la estaba haciendo sentir muy incomoda.

-Tal vez un baño me ayude.- susurro para si misma mientras caminaba al baño con pasos lentos y descalza.

Había dejado hace mucho rato sus zapatos abandonados en su habitación, ni siquiera tenía ganas de vestirse muy decente, por lo que no pasó primero por su habitacion para conseguir ropa.

Se metió al baño y se despojo de su ropa con tranquilidad mientras llenaba la tina.

**

Zoro subió a la torre de vigilancia con un extraño presentimiento que no le gustó nada, había visto a Robin muy extraña el día de hoy, no le había sonreído como siempre ni le había guiñado el ojo como solía hacerlo para ponerlo nervioso, se sintió extraño al no tener ese pequeño momento con ella.

Pudieron haber entablado una pequeña conversación o tener algún tema distinto de conversación, pero ella simplemente se veía diferente, más apagada.

Pasadas unas horas zoro dejó sus pesas en el suelo, miró hacia la cubierta y la miró vacía, se le hizo extraño no ver a Robin sentada en cubierta leyendo sus libros extraños ni tomando café, la ventana del acuario estaba abierta, pero no se veía a Robin.

Bajo con rapidez de la torre de vigilancia, paso por la cocina por una botella de sake y camino hacia el pasillo por donde Robin había desaparecido un par de horas atrás.

Escucho un fuerte estruendo proveniente de la habitación de Robin, camino rápidamente hacia donde se escuchaba el ruido y toco la puerta.

-Robin, ¿todo bien?-pregunto dudoso, escucho a Robin dar profundas respiraciones.

-Todo bien, Espadachín-san.- susurro, zoro escucho su voz bastante alterada, por lo que abrió la puerta.

El tocador de Robin estaba vacío, en el suelo estaban miles de trozos de vidrio regados, zoro paso de ver a Robin a ver el suelo, en donde había pequeñas manchas de sangre, elevo rápidamente su vista hacia Robin, quien sostenía su mano con fuerza, ahí fue consiente de que solamente una toalla Blanca con mucha sangre cubría su cuerpo desnudo.

-¿Que paso?-preguntó dando un par de pasos rápidos hacia Robin, quien apretó más fuerte su brazo.- Déjame ver.

-¡Fue un accidente!- grito nerviosa mientras escondía su brazo herido.- Fue un accidente.

Zoro tomó con fuerza el brazo de Robin, cuando Robin dejó su brazo libre de la presión de su mano, zoro miró una profunda herida de la cual salía un río de sangre que cubría gran parte de su brazo y seguía manchando la toalla.

-Joder, Robin, ¿que estabas haciendo?- preguntó cubriendo con su mano la herida y haciendo presión, Robin desvío la mirada.- Dime que si fue accidente.- Robin miró al suelo, el cabello cubría su rostro.

-Sólo tire las cosas del tocador.- susurro.- Cuando las quise levantar me resbale y me encaje un vidrio del espejo, cuando me lo saque me di cuenta que era peor de lo que pensaba.- zoro jalo el rostro de Robin para verla, pero ella no quería verlo.

-Te voy a coser.- dijo zoro obligandola a caminar con él .- No te preocupes, soy bueno con estas heridas.- Robin camino tras de zoro, quien sostenía su brazo firmemente evitando que siguiera sangrando.

Al llegar a enfermería zoro la sentó en la camilla y la obligó a sostenerse el brazo con una gasa.

-Espera un poco, te voy a poner anestesia para coserte.- Robin lo miro, silenciosas lágrimas bajaban por sus mejillas, por eso evitaba ver a zoro, por que no quería que la viera tan débil, tan sensible.

Zoro hizo su trabajo con calma, limpiando y cosiendo, tomando cuidado en cada puntada para que la cicatriz no se viera muy fea.

-No soy muy bueno con la estética, pero la cicatriz no va a estar muy fea.- susurro poniendo bastante atención en los detalles.

Robin seguía manteniéndose en silencio, recordando sus heridas de niña, cuando las costuras eran con agujas usadas para la ropa y sin anestesia, cuando los golpes y maltratos venían de todas direcciones y era considerada un monstruo que no debería vivir.

Un par de puntadas más y se encontraba curada, zoro vendo con cuidado su brazo y limpio todo lo que había ensuciado en enfermería, Robin seguía en silencio.

-Creo que deberías cambiarte antes de que lleguen todos, la toalla esta llena de sangre.- susurro intentando que no fuera muy evidente que había estado viendo su cuerpo.- De hecho creo que sería buena idea volver a bañarte, tienes manchas de sangre.

Robin elevo su vista hacia zoro, intento sonreír, pero las lágrimas bajaron con fuerza, zoro maldijo sin saber que hacer, la veía llorar pero no sabía como reaccionar, ¿abrazarla? ¿Darle palmadas en la espalda? ¿Irse y dejarla sola? Robin no era débil, era una mujer fuerte y admirable, pero no sabía que hacer en esa situación.

La miró abrazarse a si misma y su mente y corazón dictaron lo mismo <abrazala> escuchaba una y otra vez en su Cabeza.

Se quito el gran abrigo y lo coloco sobre los hombros de Robin, tenerla tan expuesta lo hacia estar aún más nervioso de lo normal.

Se puso justo frente a ella y sin saber muy bien cómo hacerlo, la abrazo, sosteniendo con una mano sus hombros y la otra acariciando su largo cabello negro.

-Todo va a estar bien... Supongo, solo fue una pequeña herida.- susurro sin saber que decir, no estaba acostumbrado a estas situaciones, en esos momentos el solía desaparecer y dejar a las personas llorar.

-No es sólo una herida, fue mi familia, mi madre, mi isla, mi pasado y mi futuro.- susurro Robin con la voz cortada, zoro contuvo la respiración al escucharla hablar de algo que no solía hablar con nadie.- Se va a cumplir un año más, y no estoy lista para eso.- dijo subiendo sus brazos y abrazándose a zoro.

-Puedes llorar todo lo que quieras.- susurro no muy convencido de lo que estaba diciendo.- Pero ahora mismo, tienes que cambiarte de ropa, por que Sanji me va a matar por abrazarte en estas situaciones, Nami por el mero hecho de estarte abrazando y Chopper por estar en su enfermería sin permiso.- separo un poco el rostro de Robin se su pecho.- Pero no te voy a dejar sola.

Robin asintió mirando a zoro a los ojos, se bajo de la camilla y se coloco mejor el abrigo de zoro, mismo que cubría ahora todo su cuerpo, dejó caer la toalla al suelo y zoro, aún sabiendo que estaba totalmente cubierta por su abrigo, giro la cabeza con un pequeño sonrojo, Robin miró eso y no pudo evitar sonreír.

-¿Puedes deshacerte de la toalla?- preguntó, zoro asintió mientras la tomaba entre sus manos.- Puedes dejarla en la lavandería, la lavo cuando me cambie.

Zoro asintió mientras corría a la lavandería y dejaba la toalla ensangrentada en un bote para que se mojara y que la sangre no se secara.

Cuando regreso a la habitación de Robin, ella estaba limpiando todo el suelo, llevaba unos leggins negros y una camisa muy grande del mismo color, y aún llevaba su abrigo.

Las lágrimas habían abandonado su rostro, pero sus ojos seguían tristes, zoro la ayudo a limpiar todo, dejando el suelo libre de manchas de sangre.

-Muchas gracias por ayudarme.- le dijo Robin sentándose en el suelo, zoro le resto importancia al acto sentándose a su lado, recargados en la cama.

-Es algo que haría por cualquiera de ustedes.- le dijo pidiendo su brazo, Robin lo extendió hacia el, mirando como entrelazaba sus dedos con los suyos.- Pero, no me gustó la sensación cuando lo vi en ti, ¡Joder!, eres una mujer muy fuerte y capaz de muchas cosas.- le dijo fijando su mirada en ella.- y cuando te vi, estabas llorando y te mirabas en pánico, pensé que lo habías hecho a propósito.-susurro bajando un poco la mirada hacia el brazo de Robin.

-Creo que si quisiera acabar con mi vida.- le dijo, haciendo que zoro prestara mucha atención a sus palabras.- No lo haría así, es un método poco eficiente, me lanzaría del barco a mitad de la noche.- le sonrió guiñandole un ojo.- No habría forma de arrepentirme por que no podría moverme.

-¡no digas eso! - le dijo obligandola a mirarlo.- Ahora voy a vivir con la preocupación de que lo hagas, ¿voy a tener que vigilarte en la noche también? - le pregunto, pero se arrepintió de inmediato, ahora sabría que la vigilaba, Robin elevo su ceja y ensancho su sonrisa.

-¿También? ¿O sea que me vigilias de día?- le pregunto acercándose un poco más.- Tendrás que dormir conmigo para asegurarte de que no haga nada malo.

Zoro la miro, ella tenía una enorme sonrisa plasmada en el rostro, se sentía bastante nervioso, pero no iba a dejar que ella lo notara.

-Bien.- le dijo poniéndose de pie al escuchar pasos en cubierta.- Esta noche me toca guardia, te espero ahí, y si no vas, yo voy por ti.- Robin acepto la mano que le tendió y se puso de pie junto a él.

-Acepto tu trato.- y sin previo aviso, se acercó y depósito un beso en la mejilla de zoro antes de quitarse su abrigo y entregárselo.- Gracias por todo.

Y se fue, dejando a zoro solo y confundido.

Salió de la habitación de Robin cerrando la puerta tras de él y camino hacia cubierta, en donde comenzaban a llegar sus compañeros cargados de cosas que necesitaban para reabastecer el barco.

Sonrió al ver a chopper extender hacia Robin un pequeño algodón de azúcar y al ver a zoro corrió a su lado para darle el mismo obsequio.

-Gracias chopper.- le dijo con una pequeña sonrisa, chopper le devolvió el gesto y corrió hacia brook y Franky, pues luffy le quería robar todos sus dulces.

Miró a Nami llegar con un sinfín de bolsas cargadas por sanji y se acercó a Robin, quien se encogió de hombros y acepto un par de bolsas que Nami le tendía con una enorme sonrisa.

-¡Zoro!¿Puedes ayudarnos con las cosas?- grito Nami mientras cruzaba su brazo con el de Robin y caminaban por el pasillo.

Zoro camino hacia la orilla del barco para ver un montón de cajas y cosas en la orilla del agua, suspiro mientras comenzaba a cargar las enormes cajas  hacia cubierta, una tras otra mientras sanji y Franky las llevaban a sus respectivos lugares dentro del barco.

Cuando por fin pudo terminar, miró el sudor recorrer su frente, maldijo, la ropa se pegaba a su pegajoso torso y sentía como las gotas de sudor bajaban por su espalda.

Limpio el sudor de su frente con la palma de su mano y suspiro, no le gustaba la idea de bañarse antes de la guardia ya que siempre entrenaba durante la noche y sudaba mucho, por lo que sus baños eran en la mañana, pero sentía la necesidad de bañarse por que Robin estaría ahí, no quería estar oliendo a sudor cuando ella siempre siempre olía a flores.

Decidió que esperaría a la cena y después de cenar se bañaria para poder ir a la guardia, así que ayudo a los chicos a transportar las cajas a los almacenes y se dirigió a la cocina, en donde ya se encontraban todos sentados a excepción de el y Franky.

Sanji se encontraba atrás cortando un poco de pan.

Robin le dio una pequeña sonrisa a zoro, aún llevaba la ropa que se había puesto tras su pequeño inconveniente, había dos lugares vacíos, uno junto a Robin y uno junto a Nami, quien al ver a zoro, señaló discretamente a Robin mientras la morena llevaba su tenedor a su boca.

Cuando estuvo dio el primer paso, Franky tomó asiento a un lado de la morena, dándole una pequeña sonrisa que fue correspondida por Robin y comenzando a comer.

Zoro suspiro dejándose caer a un lado de Nami y recibiendo una mirada matadora de parte de ella, se encogió de hombros, sanji puso un plato frente a él, zoro agradeció y comenzó a comer en silencio.

La mesa siempre era extremadamente ruidosa, luffy siempre robaba comida, ussop y chopper solían hacer el tonto y sanji regañaba a todo mundo por desperdiciar comida.

-Tiene pesadillas.- susurro Nami en voz muy baja mientras acercaba comida a su boca, zoro se giro a verla.- Ella tiene pesadillas por estas fechas, no creo que vaya.

Zoro sintió su rostro sonrojarse mientras endurecia sus facciones, Nami le sonrio mientras le guiñaba un  ojo.

-No deberías estar de entrometida.- le
Dijo fingiendo molestia, Nami ensancho su sonrisa.

-Yo solo te digo para que no te decepciones si no llega.- se encogió de hombros mientras continuaba con su comida.- Aunque deberías bañarte, por si acaso, cuando tiene pesadillas le gusta que la abrace.

Zoro rodo sus ojos mientras comenzaba a comer; tras una ruidosa cena zoro corrió al baño dispuesto a darse un muy buen baño antes de correr a la torre de vigilancia.

Fue rápido pero eficiente, incluso uso un poco más de gel de baño de lo habitual, se puso su ropa para entrenar, un pants y una camisa de manga larga, ambos color gris, y se peino el cabello hacia atrás, cosa que no hacía, él odiaba peinarse y la sensación del cabello ordenado, pero en ese momento lo sintió necesario.

Camino por el pasillo con algo de miedo de ser notado, todos sabían que el jamás estaba peinado y que su cabello solía ser un desastre, no quería que se viera muy obvio lo que estaba intentando hacer.

Cuando salió a cubierta choco con algo, o más bien, con alguien, sintió el ardor de algo muy caliente en su pecho y maldijo cuando escucho una taza caer al suelo.

-¡Lo siento!- grito Robin mirando como se despegaba la camisa y se la quitaba.- No te vi.

Zoro elevo su vista y la miro, llevaba ropa bastante holgada, unos pantalones muy grandes y un sueter, pero aún así lograba verse hermosa, no pudo evitar sonreír, Robin elevó sus cejas.

-¿Por qué sonríes? ¿No te duele?- le pregunto acercándose y viendo como se comenzaba a poner roja la piel donde había caído el café.

-Ah, no te preocupes.- dijo zoro poniendo atención al dolor.- No es nada, solo me limpio y me pongo pomada, tengo una para esto en la torre, la uso cuando me llego a quemar por la fricción cuando hago ejercicio.- se encogió de hombros.- Solo voy a cambiarme.

Robin asintió mirando apenada la situación, había querido escapar de la situación alegando que se había quedado dormida y no había podido ir, pero zoro extendió su brazo hacia ella.

-Vamos, y de ahí vamos a la torre, solo voy a tomar una camisa.- Robin asintió aceptando el gesto y caminando junto a zoro hacia su habitación.

Llegó a la habitación de zoro, el la miró con un poco de duda y abrió la puerta, Robin asomo la cabeza esperando encontrar una habitación desastrosa, pero encontró algo totalmente diferente, estaba cada cosa en su lugar, lo único que podría estar desarreglado era un escritorio en la esquina con algunas hojas dispersas y varias plumas con lápices, incluso logró ver algunos lápices de colores.

Dio un par de pasos dentro de la habitación curiosa por esa esquina, dio un par de pasos hacia allá, curiosa.

-No creo que a chopper le guste que veas sus dibujos antes de que estén listos.- dijo zoro dando pasos acelerados hacia la esquina y sentándose sobre todas las hojas.

-Y no creo que le guste que rompas sus lápices de colores.- susurro Robin aún más curiosa sobre por qué no quería que viera.

-¿Me pasas una camisa?- pregunto señalando el enorme ropero en la habitación, Robin elevó sus cejas.

-¿Por qué no vas tú por ella?- preguntó Robin dando un paso al frente, acercándose a zoro.

Zoro sonrió suspirando mientras se ponía de pie, Robin giro a ver la mesa mientras él se dirigía al enorme ropero.

Había un par de libros que Robin jamás había visto en el barco, sonrió observando un par de dibujos de chopper, algunos garabatos llenos de color e incoherencias, como algodón de azúcar a modo de lluvia.

Pero al fondo de todos esos dibujos había algunos a lápiz, Robin dejó de lado los dibujos coloridos de chopper y los movió a un lado.

-¡Yo creo que ya nos vamos!- dijo zoro poniendo su mano sobre los dibujos, rasgando una de las hojas.

-¡Oye! ¡Chopper va a estar muy molesto!- dijo Robin sonriendo mientras tomaba la hoja rasgada y miraba la hoja con asombro.

Era un dibujo, algo desastroso con miles de líneas inestables, pero muy bien hecho, era un dibujo de lo que parecían ser un par de niños abrazados con enormes sonrisas.

Estaba pintado por encima con miles de colores, Robin miró a zoro, quien miraba hacia otro lado algo apenado.

Dejó a la vista otros dibujos, había dibujos de todos los miembros de la tripulación haciendo diferentes cosas, se podían ver dibujos de Nami sosteniendo joyas y con una enorme sonrisa, a sanji cocinando enormes peces extraños, a chopper en su papel de médico, Franky construyendo cosas junto a Ussop, y a luffy sentado en Merry, Robin sonrió al ver un dibujo de ella abrazando a chopper con fuerza mientras ambos tenían enormes sonrisas.

-¿Puedo quedármelo?- pregunto Robin sonriendo, zoro se cruzo de brazos molesto.

-Nadie debe saber eso.- susurro señalando los dibujos.- No es algo que quiera que vean, solo los hago cuando chopper esta aquí y quiere pintar dibujos.

Robin ensancho su sonrisa tomando con fuerza el dibujo.

-¿Puedes hacer uno para mi?- pregunto con los ojos llenos de esperanza, zoro la miro un poco dudoso.- Espera aquí, espera.

Zoro la miro correr fuera de la habitación, se quedó un poco extrañado y junto todos los dibujos para guardarlos,  dejando solamente los que chopper estaba por dibujar o estaban comenzados.

Miró a Robin regresar con el mismo libro de antes y una pequeña sonrisa, abrió el libro y reveló un par de fotografías viejas y algo quemadas, zoro aceptó las fotografías que Robin le extendía.

Eran todas bastante malas y borrosas, sin contar que algunas estaban a medias pues estaban algo quemadas.

-Son fotografías recuperadas de mi isla.- susurro.- Es lo único que me queda y me gustaría tener un respaldo.

Zoro miró todas las fotografías con calma, la mayoría eran de una mujer con cabello claro y los mismos ojos de Robin, en todas mantenía lentes sobre sus ojos y se encontraba rodeada de libros, y en una sostenía a un bebé de cabello muy muy negro.

La última foto era algo turbia, era un cartel de recompensa con el rostro de Robin cuando era una niña, ella sonrió un poco apenada.

-¿podrías?- preguntó mirándolo fijamente, realmente no quería decirle que no, pero no se sentía capaz de hacerlo, sentía un gran peso emocional en esas fotografías, él sólo hacía dibujos dispersos de los chicos en sus actividades.

-Podría tratar, pero no prometo mucho.- algo incómodo rasco su nuca, Robin sonrió asintiendo.- Pero ahora debo ir a hacer mi guardia.

Robin asintió viendo como se ponía la camiseta y tomaba un muy pequeño maletin desgastado, Robin elevo sus cejas curiosa y zoro se encogió de hombros.

-¿Vienes, o te vas a echar para atrás?- pregunto zoro curioso, Robin sonrió y camino a su lado.

Caminaron juntos por cubierta y subieron a la torre, habían pasado un par de horas desde la cena y todos ya se encontraban en sus habitaciones.

En la torre el frío era más intenso, Robin tomó asiento en un sofá y sonrió hacia zoro, quien dejó el maletin a un lado del sofá y comenzó a entrenar con calma, hasta parecía ignorarla mientras ella abría el libro y comenzaba a leer.

Pasadas unas horas, zoro noto que Robin había cerrado sus ojos y había quedado en una posición algo incómoda, por lo que se tomó un tiempo para acercarse y acomodarla.

Zoro se sorprendió al ver que Robin, incluso durmiendo, estaba muy tensa, su rostro no estaba relajado, tenía las cejas fruncidas, pero se dejó mover.

Zoro la acostó en el enorme sofá y miró a su alrededor, sabía que por algún lado chopper tenía un par de pequeñas cobijas, pero no recordaba dónde.

Se encogió de hombros y bajo a su habitacion corriendo por su cobija, pero para cuando regreso Robin estaba sentada nuevamente en el sofá, con el libro en su regazo y su rostro recargado en su mano, que estaba recargada en el sofá.

Robin elevo su vista, parecía que había llorado, pero sonrió antes de subir las piernas al sofá.

-Pensé que te habías rendido de ser niñero.- le dijo con una enorme sonrisa, zoro la miró, dejó caer la cobija y se sentó junto a ella, con la cobija a los pies, Robin elevo sus cejas.

Zoro estaba nervioso, miró sus manos temblar y sin pensarlo mucho más, rodeo a Robin entre sus brazos, el libro se deslizó por el regazo de Robin y un par extra de manos se encargaron de colocarlo con cuidado en una pequeña mesita que estaba en en lugar.

Robin acepto el abrazo con fuerza, escondiendo su rostro en el cuello de zoro, quien suspiro con algo de temor, estar en situaciones así no le gustaba mucho, se sentía totalmente expuesto contra las demás personas, pero sentía que Robin lo necesitaba.

-Gracias.- susurro Robin a mitad del abrazo, él sonrió por lo bajo sin responder, pero abrazándola con más fuerza.

-Duérmete, no pasa nada.- habló bajito, intentando no sonar demasiado brusco, queriendo transmitir algo de paz a Robin.- Nada malo te va a pasar, aquí estoy yo.- se acomodo mejor y estiro el brazo para tomar la cobija y extenderla hacia Robin.

Robin se cubrió con ella, acercándose más a zoro, quien subió los pies y quedó acostado en el sofá, con Robin contra su pecho, con los ojos casi cerrados, pero abrazándolo con mucha fuerza.

Zoro igual la sostenía con fuerza contra el, intentando mantenerla segura aunque sea con un abrazo.

Zoro miraba a Robin con tranquilidad, quien poco a poco caía dormida, sonrió un poco mirándola, pero de inmediato borro su sonrisa, esperaba que nadie jamás viera como sonreía como idiota al verla dormida y no con el ceño fruncido.

Escucho pasos apresurados en cubierta y se abrió la torre de vigilancia, zoro se levantó y miró a nami alterada entrando, pero cuando logró ver a Robin, dio un enorme suspiro y sonrió poniendo una mano en su pecho.

-Joder, dijo que no vendría, casi me muero.- susurro mientras zoro se volvía a recostar en el sofá, usando el posa brazos como almohada.- Estaba aterrada por que no la vi en ningún lado.

-Todo esta bien, de hecho acaba de dormirse.- dijo en voz baja.- No te preocupes, yo la cuido hoy, deberías dormir tú también, te ves algo alterada.- Nami paso una mano por su cabello despeinado y asintió con una pequeña sonrisa.

-Es como una niña pequeña.- susurro Nami.- Siempre tiene pesadillas, pero por estas fechas son muy constantes y llega a ser un poco violenta.- se encogió de hombros.- Pero creo que lo tienes cubierto, por lo menos tiene el rostro relajado.- sonrió caminando hacia la puerta.- Éxito.

Y salió, dejándolo solo con Robin, quien se veía bastante tranquila, zoro estiro el brazo y alcanzó el viejo maletin, lo abrió y un par de hojas limpias se vieron, el maletin estaba casi completamente lleno, miles de dibujos a lápiz, mucho más detallados que los anteriores, con líneas finas y trazos precisos, eran dibujos diferentes; algunos dibujos de Robin, siempre con enormes sonrisas.

Tomó una de las hojas en blanco y comenzó a trazar con el lápiz viejo que se encontraba ahí, con cuidado de no arruinarlo mucho comenzó a crear  un mundo dentro de ese lienzo en blanco.

Miles de pequeños trazos, sombras, líneas y marcas daban vida a lo que estaba haciendo.

Terminó el dibujo con calma, observando todas las pequeñas imágenes que conformaban un collage de todas las fotografías que Robin le había mostrado, y en el centro estaba la fotografía de la mujer con un bebé.

Toda la noche se concentro en hacer algunos dibujos más, por lo que no le sorprendió sentir el sol impactar en su rostro, miró a Robin, quien en toda la noche no se movió ni hizo algún movimiento brusco.

Dejó de lado su tercer y último dibujo, era una imagen algo borrosa, no se podía ver muy detallada por que realmente no sabía como detallarla, era una representación de lo que sería Robin junto a su madre en esta edad, las coloco juntas, con varios libros entre sus brazos, de fondo intento crear un paisaje, aunque eran más borrones y líneas dispersas intentando crear árboles y el barco de fondo.

Suspiró un poco cansado mientras sentía como Robin se removia entre sus brazos y tras un descuido caía del sofá.

-Demonios.- susurro por lo bajo Robin, zoro se levantó de golpe y miró las hojas regadas por el suelo, Robin se quedó quieta observando todos los dibujos, la mayoría de ella.- ¿espadachín-San?- preguntó bastante sorprendida, zoro sintió su rostro enrojecer.

-Puedo explicarlo.- dijo muy nervioso y realmente sin explicación alguna.

Robin se sentó mejor en el suelo y comenzó a ver los dibujos, hasta encontrar los tres dibujos que había hecho de ella y su madre.

El primero era un enorme collage de todas las fotografías que ella le había mostrado, todas y cada una plasmadas de una forma armoniosa, ella sonrió al ver resaltada la fotografía de ella bebé con su madre.

El segundo era lo que intentaba ser una imagen de ella de niña junto a su madre, rodeadas de miles de flores en un campo abierto, resaltaba mucho el rostro de Robin en ese dibujo, zoro rasco su nuca con algo de incomodidad.

El tercero hizo que los ojos de Robin se llenaran de lágrimas, sonrió mirando lo que sería su madre y ella actualmente, zoro había colocado algunas arrugas estrategias en el rostro de su madre, pero había detallado con mucha insistencia los ojos, tenían una mirada de amor y se veían tranquilos, lo único que tenía color en ese dibujo eran los ojos de ambas, resaltaban ambos azules entre todo lo gris.

Robin puso una mano en su boca, intentando contener la emoción de ver todo eso y luego miró a zoro, quien se había agachado a recoger todos los otros dibujos.

Su mano temblorosa se poso en el hombro de zoro, quien volteo a verla.

-Te ves muy fea llorando.- le dijo intentando que dejara de llorar.- Ya no deberías hacerlo.- y le quito una lagrima que bajaba por su mejilla.

Robin lo ignoro por completo y se fue contra sus brazos, zoro cayó de espaldas un poco asombrado por el acto de Robin, pero correspondió al abrazo un poco incómodo de estar bajo Robin, entre sus piernas.

Un poco dudoso regreso el abrazo mientras ella de desahogaba, realmente no se sentía cómodo en esa posición, podía sentir completamemte el cuerpo de Robin contra el suyo y eso lo ponía muy nervioso.

-Gracias por todo, por ayer, por hoy, por siempre procurar cuidarme en las peleas, siempre estas ahí para cuidar mi espalda y no sé como haces para siempre llegar en el momento adecuado.

Zoro sonrió, sabía que siempre llegaría a salvarla por que siempre estaba vigilandola y procurando que estuviera a salvo, y sabía que eso jamás iba a cambiar hasta el día de su muerte.


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