Se sacuden mis entrañas cuando me carga sobre sus brazos y me deposita en la cama con una elegancia y caballerosidad que apostaria a que no quiere dañarme, que se preocupa por mi.
-te prepararé.
Su respuesta me deja en un profundo desconcierto.
-serás mia a varios pies de altura.-añade en tono complice.
-es exitante.
Se hace el silencio. Para ser sincera no se que hacer, me siento primeriza. No se como comenzar. Deberia alardear sobre que soy buena en el sexo oral o de inmediato irnos a la acción con la posición que más le guste. Pero todos mis pensamientos dieron un stop repentino cuando su lengua yacia en mis pliegues y subian lentamente por el borde hasta darle un chupeton a mi clitoris.
Me arqueé. Eso fue espasmodico.
¿cuando me hizo a un lado la braga sin que me diera cuenta? ¡Madre mia!
Esto es a lo que se referia con prepararme. Mis manos buscan su rostro, buscan despeinar su cabellera, pero él se inclina sobre mi y agarra mis muñecas tirando de mis brazos por sobre mi cabeza.
-no te muevas.- baja de nuevo y se encuentra con el elastico de mi media. Me mira y como si quisiera obtener mi aprobación para su siguiente movida, asiento con la cabeza. Desliza la media y veo todo como una escena digna del cine porno. Cada vez que retira un poco de mi media me besa la zona. Besa mis cicatrices, cada una. Admirando las heridas como si fueran apreciadas, incluso la más reciente cubierta por un delgado vendaje.
Mi cara se calienta, la vergüenza se mezcla con el rubor de mis mejillas.
Al finalizar, usa la media para amarrarme las muñecas como esa vez, en su oficina. ¿piensa hacer lo mismo? Mi cuerpo se excita de solo pensar que hará lo mismo.
-ponte de rodillas- sigo su orden cuando se aparta de mi. Una vez que estoy de rodillas sobre la cama él desliza sus manos por mi cuerpo dibujando mi figura.-levanta los brazos- me quita el vestido y descubre que he venido sin sostén. Arquea una ceja.
-bien corderito, date la vuelta y muestrame tu culo- apoyo los brazos en la cama y me giro.- mira hacia abajo- contengo la respiración y mis pechos dificultan la visibilidad cuando intento saber que es lo que esta haciendo. Busca en una gabeta y se da la vuelta, la cama se hunde y lo proximo que siento es un material frio rozando mi gluteo.
Suelto el aire que retenia en mis pulmones y respingo al contacto.
-quieta- advierte en tono grave.
Entonces, escucho como unas tijeras cortan mi braga. El aire golpea en la linea de mi culo, y de repente, mete dos dedos para abrirme. Separo las piernas por acto reflejo y me inclino hacia delante dejando escapar un gemido.
-quieta, he dicho- me azota el culo con fiereza y cierro los ojos tras el impacto.-me desobedeces y te castigo. ¿Quedo claro?
Asiento.
-¿Quedo claro?- repite.
-si...si, amo- tartamudeo y aprieto la mandibula suprimiendo el escozor.
-bien. Quieta corderito- lo siguiente que escucho es su cremallera bajando y el sonido de su cinturon.- antes de complacernos te castigare un poco por dejarme erecto en multiples ocasiones.
Sonrio con malicia recordando nuestros toqueteos, pero estos desaparecen con el apretón en mi cadera.
-cuenta cada azote.
-si, amo.
Respiro profundo y el primer azote con su cinturon me obliga a arquearme y sollozar. Pierdo por unos instantes el equilibrio, pero tras recuperar el aliento me sobrepongo.
-uno- trago saliva.
Aprieto los puños sobre el colchon y recibo el segundo azote. Christian acaricia la zona con su lengua y lo agradezco. Pero el alivio es solo momentaneo.
-dos- mi corazón amenaza con salirse de mi pecho.
Un tercer azote logra que suelte un grito degollador y de repente, sin previo aviso, me penetra y me toma del cabello para acercarme a él. Amordazada, azotada y penetrada sin escrupulos. Dolor y placer me envuelven en un remolino de nuevas sensaciones.
-¿te gusta corderito?-pregunta agitado y muerde el lobulo de mi oreja.
Gimoteo en respuesta.
Acto seguido, pasa el cinturon por mi cuello sin dejar de embestirme como un primitivo y codicioso animal. Sus manos, que descansaban en mi cintura, suben a mis pechos y de allí a mi cuello donde toma el cinturon.
-abre la boca-lo hago y mete el objeto. El sabor a cuero es lo primero que detecto y retrae mi cabeza hacia atrás.- eso, me gusta. Vamos, corderito. Correte para mi.
Y guiada por el coctel sexual más extravagante y sadico de mi vida me dejo llevar por la inminente explosión orgasmica que invade mi cuerpo. Él me suelta el cuello y caigo agotada en la cama. A continuación, me quita la media de las muñecas y se pone de pie fuera del cochon. A pesar de tener la mirada un poco nublada puedo verle con su camiseta blanca desabotonada, su pantalon abajo de las rodillas y su polla colgando entre las piernas.
Se recompone rapidamente y mientras trata de acomodar mi cuerpo sobre el edredón siento como gotas de fluidos caen por mis gluteos y muslos.
Debil, con mi cuerpo agitado, caliente y sudoroso trato de relantizar mis sentidos. Christian camina hacia el baño y regresa con una toalla humeda en las manos.
-abre las piernas- trato de hacerlo a pesar de lo temblorosas que estan. El inesperado contacto con la humedad y mi piel charcomida me obligan a jadear de dolor, se detiene unos instantes y prosigue unos segundos despues limpiando el semen de mis gluteos y cerca de mi vagina.
-Christian...- es la primera vez que digo su nombre en voz alta. Me mira con una sonrisa calida.
-descansa Anastasia- le sonrio de vuelta. Mi nombre en sus labios suena tan dulce y sensual a la vez. Acaricia mi cara, aparta los mechos de pelo que se han quedado pegados en mi frente y me besa en los labios- la recompensaré cuando despierte señorita Steele.
Me cubre con la sabana y mis parpados pesados se dieron, al fin, la libertad de caer.
Bueno...vaya, hace calor no lo creen.
Pd. Sigo diciendo que no soy buena escribiendo estas escenas super hot. Pero espero que lo hayan disfrutado picaronas.