"Mi CEO Malvado PARTE 1"
"De un modo u otro, siempre he sufrido. No sé por qué. Pero sí sé que ahora no estoy tan asustada para sufrir. Siento más de lo que he sentido nunca, y he encontrado a alguien con quien sentir. Para jugar. Para amar de un mo...
Examino su adorable perfil, Dios, es tan guapa y verla asi, inocente cuando duerme, su cuerpo desnudo cubierto por una delgada sabana que marca sus muslos, su cintura y su espalda. Mirarla me complace, adorarla en silencio me relaja. Es diferente a otras sumisas. Diferente desde el principio. Su actitud, su cambiante y bulliciosa personalidad. Su forma de ver el mundo debe ser como observar el crepusculo mientras escuchas Mozart.
Cuelgo ambos atuendos en el armario, me siento en el mueble justo al frente de la cama y nuevamente me detengo a observar. Es una dormilona, sin duda alguna. Estamos a media hora de nuestro destino y aún duerme placidamente. Parece un oso peresozo.
Trago lo ultimo que queda de mi bebida, dejo el vaso sobre la pequeña mesa a mi lado y agarro la pajarita. Me levanto, camino hasta la cama y pellizco su mejilla. Ella gruñe en respuesta y entorno los ojos. Palmea las manos para alejar mi mano quisquillosa y me rio.
-despierte Srita. Steele, tenemos trabajo por hacer- vuelve a gruñir y ruedo los ojos. Dificil de tratar, dificil de complacer, dificil de entender y ahora dificil de despertar.- tiene el sueño pesado, ¿eh?
-cinco minutos más, mamá
¿mamá?
Debe estar soñando.
-soy tú jefe- le susurro al oido y comienza a estirarse. Jadea cuando lo intenta y abre los ojos.- bienvenida al mundo de los vivos. Aterrizamos en media hora, te he traido dos vestidos que podrian gustarte.
-¿A donde vamos?- se aovilla en la cama y arruga la frente.
-recuerde Srita. Steele- pongo el dedo indice en su cabeza y esta vez abre los ojos a sus anchas.
-¡maldición! La Gala
-cuide el lenguaje.
Se muerde el labio y luego se lo arrebato yo, mordiendo en su lugar y pasando la lengua por la zona. Suelto un gruñido lascivo y salvaje al imaginarmela debajo de mi. La escena sube de tono y yo le agarro un seno con la mano, mientras trazo circulos con el pulgar alrededor de su pezón; nuestros jadeos llenan la habitación y soy conciente que es poco el tiempo que tenemos para volver a perder el control. Ella me hace perder hasta el juicio.
Rompo el beso, los toqueteos y me aparto lo suficiente como para respirar y que no se de cuenta de mi repentino sonrojo.
¡Debes tener cuidado Grey!
Ella es mi secretaria y planeo que sea mi sumisa. Jamás he considerado que una empleada tenga ese honor, pero no creo que ella sea de esas chicas que corren a la prensa para contar la historia del siglo: Christian Grey, joven multimillonario, es un sadico.
Sacudo la cabeza.
-¿estas bien?
-deberia alistarse Srita. Steele.- me recompongo y vuelco la mirada.
-y de nuevo con lo de señorita- refunfuña.
-veinte minutos y necesito a mi secretaria- el mi tuvo un doble significado en ella, porque su rubor la delata inconcientemente.- la daré privacidad.
Salgo del cuarto y cuando solo quedan pocos minutos para el aterrizaje toco la puerta y le doy un aviso especifico. Ella grita una boberia y vuelvo a mi asiento. Unos segundos depués sale y miro por sobre el asiento.
Escogio el negro.
-¿y esa cara?
-imagine que eligiria el rosado.
-odio el rosado
Lo tendré en cuenta para la proxima.
Si sienta a mi lado, se coloca el cinturon y cruza las piernas revelando su muslo derecho. Esta despampanante, gloriosa y bellisima. No suelo pensarlo, pero quien la viera parece más una digna Sra. Grey que mi secretaria.
-llegando a Grey-earline- avisa el capitan por los altavoces del avión. El proceso de aterrizaje comienza y cuando saltan las llantas Anastasia agarra mi mano. Observo su mano sobre la mia y luego a ella. Esta tensa, recargando la espalda en el asiento y los ojos fijos en el techo.
-¿la asustan un poco?
-puede decirse que es mi primer vuelo en la vida y me aterra más el aterrizaje que el despegue.
-eso suena un poco ilogico
-lo se- apreta mi mano y una corriente electrica deja una abrasadora estela de calor a lo largo de mi brazo. Esa sensación no la habia sentido jamás. Ana quita su mano, pero el calor de su tacto no desaparece y me molesta.
Una vez que todo termina, le ayudo a bajar del avión y un coche nos espera. El chofer nos abre la puerta, ella entra y cojo la cola de su vestido.
-elige la ruta larga, sin el anfitrion no comienza la fiesta. ¿entiendes?- Gideon asiente, un veterano de guerra retirado y mi más experimentado chofer incluyendo Taylor, que reside en Seattle y quien cuida de mis padres en estos momentos.
-bien- entro en el coche y antes de cerrar la puerta le hago saber unas cuantas condiciones que necesito siga al pie de la letra. Me mira inquisitivo y aprieto su hombro para que no se preocupe. Cierra la puerta y el coche comienza a moverse.
-tardaremos un poco- digo y la perdida Srita. Steele me queda mirando con curiosidad.
-¿llegaremos a tiempo?
-por supuesto- Gideon me observa por el espejo retroviso y subo la mampara que nos separa y poso la mirada en Anastasia.
Esta sentada en silencio y no puedo dejar de pensar en nuestro encuentro sexual y creo que ella tampoco. El corazón me late con fuerza el pecho; el deseo a invadido todo mi cuerpo. El tacto humedo de su apertura, su culo enrojecido, tenerla bajo mi dominio... Desde que entro a mi oficina con ese atuendo, con el cabello desordenado; fue en vano no dejar de pensar en ella en cada momento del dia, fijarme en ella y necesitar protegerla de todo. Pero soy un hombre, tengo instintos que me dicen que debo tomarlo con calma.
Con calma. Primero el trabajo y luego el placer Grey.
¡FELIZ AÑO NUEVO MIS LECTOR@S!
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