Mr. Grey (CEO #1) ©

Capitulo #44| El mundo es muy GREY

Anastasia

Subimos al coche en cuanto Gideon se estaciono encima de la acera peatonal y Christian, como un total lunatico, me llevaba en brazos desde que salimos del ascensor y me puse tan roja de la vergüenza cuando las miradas de mis compañeros de trabajo estaban encima de nosotros. Gideon se sorprendio al verme, pero más sorprendida estoy yo siguiendo las ordenes del señor gruñon. No se nisiquiera que decirle y estoy cerca de otro colapso nervioso por ejercer mis neuronas tratando de pensar en otra cosa que no sea él. Pareciera que el mundo esta empecinado a ser muy Grey.

La noche anterior, después del estupido suceso que casi llego a cometer, la charla de chicas con Kate y una llamada de Andrea desde Alemania, por cierta persona que le fue con el cuento, habia perdido la noción del tiempo y me quede despierta hasta desoras de la madrugada. Esta mañana no podia moverme de mi cama de lo aterrada que me encontraba, sin embargo, salí a correr para despabilar un poco y al regresar al apartamento apenas si habia salido el sol y pense arduamente que hacia lo correcto. Ir y enfrentar lo que sea.
Con los musculos agarrotados me metí a la ducha, me maquille, cambie y tras el fatidico intento de servirme un simple tazon de cereal me toco limpiar la leche que derrame. Para cuando acabé de limpiar mi torpeza estaba de pie enfrente de la empresa. En ese mismo instante sentí panico, aunado a mi dolor de cabeza, el cansancio y no haber desayunado, no podria estar mejor.

Y rebobinando todo lo que sucedio depués de eso, he aquí, en su auto con él a mi lado cuando me imaginé otra cosa muy diferente. Imaginé ser echada de su empresa y humillada al haber sido duramente sincera la noche anterior.

-¿no me odias?- no me di cuenta que lo dije en voz alta hasta que ya era demasiado tarde para arrepentimientos.

-¿porqué deberia?

Niego con la cabeza y la sensación de vertigo vuelve aparecer.

-porque te use. Te seduje con tal de enamorarte, pero ni eso logré- soné decepcionada, más de lo que no hubiera querido aparentar. Pero es cierto, no he escuchado que me dijerá la palabra. Esa tan importante que pronuncie y que le dio fuerzas para revelarse contra su madre. Como quisiera oirla, saborearla en sus labios, y se, por sobre todas las cosas, que nunca la dirá.

-así que era verdad. Yo era un juego para ti- un suspiro profundo y apesarado salio de su boca.-¿lo sigo siendo? ¿el confesarme tu amor tambien lo era? y si así es, ¿porqué decirmelo hasta ahora, hasta que decidí ponerte primero sin importarme lo que pensará mi madre?

El filo de su mirada es como un puñal que atraviesa mi pecho.

-porqué no soportaba sentirme culpable.-comencé a decir-Descubrí que eres un hombre excepcional y confiarme una parte de ti al conocer a Ella yo...- tragué duro- si te..- me corta de tajo.

-no quiero oirte.- presiona los labios en una fina linea y la tensión se asienta en mis hombros. Después de lo que parecio una eternidad en silencio, el auto se detuvo.

-seguirás trabajando para mi- vociferó saliendo del coche y yo, me quede en mi sitio pasmada.-¡Ana!- gritó al verme en shock y me sacó del coche.

Al parecer sabia por donde iba. Caminando rapidamente por los pasillos del hospital atrapando mi mano sin opción que tratar de seguir sus pasos. Nos detenemos en un consultorio y sin pedir permiso, abré la puerta encontrandonos con una mujer afroamericana con rulos y una sonrisa que destila confianza atendiendo a alguien.

-¡Christian!-riñe y el rueda los ojos al cielo mientras jala de mi brazo y me sienta en el sofá.

-¿Anastasia?

¿eh?

Asombrada de verlo aquí, me levanto, John hace lo mismo y me abraza.

-te ves bien, bonita.

-tú tambien.- carraspeo al ver la insidiosa mirada de Christian y me aparto para ojear el nuevo aspecto de John- se ha cortado el cabello Dr. Flynn.

Se amasa el cabello y sonrie- no es para tanto.

Christian rompé con nuestra calida conexión cuando pasa el brazo por mis hombros.

-él es mi jefe, Christian Grey.-me muerdo el labio sin querer.

-soy su novio- rectifica y se estrechan la mano. Mi expresión extraña le causa gracia a John, mientras me debato si gritar, gruñir, golpearle, saltar de felicidad o creer que trama algo a decirle a mi ex-psiquiatra que es mi novio cuando creí que lo habiamos dejado la otra noche.

-soy John Flynn y ella es Polly, mi prometida.- Polly se levantó y me estrecho la mano.

-no sabia que estabas comprometida.-dijo Christian en forma de reprobatoria.

-no lo sabias porque pasas de ceja en ceja pegado a una laptop trabajando dia y noche- replica y no puedo evitar reirme.

-dejame decirte algo, eres fantastica.-dije con sinceridad.

Nos mira de hito en hito.

-por lo menos has hecho algo bien- me señala de pies a cabeza y John le toma la palabra.

No dijo nada- revisala quieres y así podremos irnos- refunfuña finalmente.

Polly alza los brazos en señal de rendición y despacha a John, quien me da su número de telefono y dirección de su nuevo consultorio, aquí, en el centro de la ciudad. Me pasaré por allí, lo tenia por seguro.

-tambien tú- Christian alzo una ceja y permanecio sentado en el mueble a pesar de las insistencias de Polly.

-no le voy a quitar los ojos de encima. Ya bastantes problemas tengo.

Vale, de sumisa y novia me redujo a, obviamente, un problema. Siempre he sido un problema para los demás, no se porque me sorprende escucharlo de su boca. Solo porque me trataba de una forma diferente y especial no significaba que terminaria, de nuevo, siendo una carga para alguien más.

-vete, Christian.

-ya les dije a ambas que...-interumpo gritando su nombre una vez más y se pone tenso.

La imperiosa necesidad de alejarlo de mi se apodera de todo mi autocontrol.

-vete ahora. Solo vete.

Estaba sumamente dolida por su comentario y avergonzada por que Polly tuvo que presenciar tal acto, pero es peor saber que el hombre al que quieres esta a menos de un metro de ti y te concidera basura.

Sin más, desaparecio casi tirando de la puerta por la fuerza del impacto.

Disculpen la tardanza, la universidad esta consumiendo mis neuronas y la pelicula FSF me tiene echa jirones.

Pd. Este viernes habra capitulos (si, en plural) de En cada esquina de mi alma.