Mr. Grey (CEO #1) ©

Capitulo #66| Apoyo moral

Domingo. El peor dia para dar noticias que son aún más peores. He insistido llegar antes de que se despertará. Cuando lo hizo, lo primero que pregunto era donde se encontraba, que lo ultimo que recordaba era haber estado con Cesar y de camino a la Escala para reunirse conmigo y Jason. Luego...bueno, luego todo explotó. Yo se lo dije y solo por un pequeño intervalo de tiempo entro en shock y después lloró desconsoladamente en mis brazos implorando que no fuera cierto por un par de horas. Jason no lo soporto y mientras salía del cuarto advirtio entre dientes que aniquilaria a ese mal nacido.

Christian le detuvo a medio paso de la puerta.-no hagas una locura de la que puedas arrepentirte.- hablo con fervor, no como su empleador sino como un amigo. Es la primera vez que le tuteaba desde que los conozco a ambos.

-no- Kate hipea y se suena la nariz con las sabanas.- quiero ser yo misma quien reporte una denuncia.

-pero...- Jason alcanza a decir renuente antes de que Gideon interrumpa en la estancia.

-¡le han encontrado!- avanzo hacia nosotras- huia en un mercedes con placas robadas.

-¿cómo le has encontrado tan rapido?- quiso saber Taylor.

-mientras ustedes hablaban hice unas llamadas a viejos colegas de la marina.

Taylor le dio una fuerte y agradecida palmada en la espalda. Sonrio en dirección de Kate, quien obviamente agradecia el gesto con otra sonrisa.

-no tengo como darles las gracias. Mi hijo...- noto como sus labios tiemblan- si era niña la iba a llamar Anastasia y si era niño le iba a llamar...-alzo el mentón- Jason.- confesó en tono bajo y nadie supo que decir. Ni él. Solo el pensamiento de ver a ese tipo tras las rejas, por saber Dios cuantos años, que no serán suficientes para pagar el dolor irremediable. Solo espero que las heridas cicatricen.

-te ayudaremos en cada paso de tu recuperación. Para eso tengo la receta perfecta, una pizca de mi novio aqui presente, Gideon el fortachon y a tú nuevo y grandullon novio, Jason. Y por supuesto, me tienes a mi. Tu loca amiga.

-¡él no es mi novio!- masculle como si solo quisiera aclarar esa parte de todo mi teatro.

-¿a caso me estas escuchando?

Los tres hombres parados junto a la cama rien sonoramente. Allí esta de nuevo, la risa que al principio parecia no existir en Christian y que creo volvio a tomarme por sorpresa. Como esa noche enfrente de su familia cuando le dije desde el fondo de mi corazón lo que sentia. Lo volví a repetir, esta vez en mi mente y me percaté que tal vez no vuelva a ver esa sonrisa jamás.

Sacudi la cabeza con fuerza para alejar esa idea.

-te llevaremos a casa cuando el medico nos de el alta. Vivirás conmigo y Christian- dije con firmeza. Con demasiado entusiasmo quizas aunque solo la queria ver sonreir un poco.

-¿Qué?- Christian suena casi como si se estuviera retractando hasta que carraspea fuertemente.

-la llevaré conmigo.-planteó Jason- esta cerca de la Escala y no descuidare mis responsabilidades como chofer de An...la señorita Steele- corrige cuando Christian le hace un gesto reprobatorio.- mientras todo pase debes tener protección.

-¿a qué te refieres?

-tendrás que pasar por la dificil etapa de un juicio y dar testimonio de lo sucedido- trago en seco y aprieto a mi amiga contra mi pecho.

-bien. No se hable más. Cuidaras de Kate hasta que recibas mi llamada al finalizar la jornada de trabajo, mientras tanto Gideon se ocupará de mi y el cuidado del señor Grey y así cumpliras tu labor como el nuevo guardián de Kate- di un inspirada profunda.

-¿no crees que es demasiado?

-¿no crees que me parezco a mi jefe?- las dos arrugamos la frente haciendo un gesto afirmativo.

-que graciosas-escupe Christian.-vamonos, hemos estado aqui desde hace horas. Deberiamos dejarla descansar, pero su guardián se queda- replico al final de la oración.

Fui la primera en despedirme y salir de la habitación. Recorrí el camino desde los asientos de espera hasta el ascensor y de allí de regreso hasta que mi móvil provocó que diera un respingo en mi lugar tras el susto. A veces suelo estar clavada en mis pensamientos, tal vez muy a menudo.

-hola- ni siquiera le dedique una mirada a la pantalla.

-¿Señorita Steele?- una voz masculina resuena al otro lado de la linea.

-si, ¿Quien es?

Gideon y Christian salen del cuarto y alzo el dedo índice para que me regalen un momento a solas.

-soy Carrick Grey, el padre de Christian.

-¿Grace le ha convencido de llamarle ahora que no contesto sus llamadas?-inqueri, furiosa de repente.

-no, esto lo hago en petición de Ella.- abri los ojos como platos y mi silencio le dio a entender de que se sobre el paradero y existencia de la madre biologica de Christian.

-ya lo sabe...-hizo una pausa- Christian le contó a Ella sobre el acoso de Grace. Dijo que cambiarias de móvil, pero eso solo la frenará un par de dias.

-¿y qué espera que haga?- mi desesperación palpita detrás de mis orejas.

-si quieres que acabe debes reunirte conmigo. Yo se el secreto que puede destruir a mi esposa.- cuenta y no se si creer a estas alturas. No después de tanta...farsa y tantos desengaños- nadie lo sabe, ni siquera nuestro hijo.

-como tampoco sabe que usted conoce a Ella también.

-piensa rápido- contesta de vuelta.

-¿dónde?

Si es la única posibilidad de conseguir que por fin nos deje estar. De que por fin pueda pensar a futuro al lado de Christian...lo haré.

-le enviaré la dirección por mensaje. Venga sola y buenas tardes Señorita Steele.

Finalizó la llamada y enseguida recibí su mensaje. Reconocí la dirección. Me queria ver, precisamente, en la casa que solo llegue avistar desde afuera la noche de aquella cena familiar que nunca se dio a lugar.