Capitulo #24| Mentiroso

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Anastasia

Sus palabras me pusieron más nerviosa. No puedo evitarlo en este tipo de eventos y he estado en muchos a largo de los meses que he pasado en este negocio. Palmea mi mano y le miro. Me sonrie. Otro gesto que pone más tiesa. Temo que alguien me reconzca y acepté viajar con la condición de que me quedaria en el hotel donde nos hospedariamos, pero en eso también me engaño.

Temo que me descubran, pero temo aún más lo que piense de mi cuando lo sepa. No quiero que me vea con otros ojos y no se porqué.

Al entrar, observo el lugar decorado con bellos adornos de seda, una orquesta en el centro del salón tocando una pieza que me parece magnifica, un enorme banquete y un bar preprando las bebidas más exclusivas a diestra y siniestra. Risas, encantos, conversaciones acerca de negocios se apropian del gran salón. Podria decir que me encantaria estar en otro lugar, se rumorea que en el Reino Unido hay buenas discotecas.

-¿Quiere algo de beber Srita. Steele?

No se me pasa desapercibido que volvio al "usted" y con ese tono tan tipico de mi maldito jefe y hombre de negocios.

-si- me guia hasta el bar y noto que muchas miradas estan encima de nosotros.

Me sienta y pide un agua mineral. Frunzo los labios en respuesta, lo nota pero me ignora. El barbam me entrega el vaso.

-quedese aquí y no se mueva.

Gruño en respuesta.

Se inclina y me susurra al oido:

-no me desafies- aprieta mi hombro y mi buen estado de animo desciende un pequeño porcentaje para darle paso a que el enfado gane terreno.

Me deja sola y miro por sobre mi hombro. Saluda a otros ejecutivos con trajes de marca, de edades avanzadas en comparación con Christian, quien le luce esa pajarita. La imagen me recuerda al profesor Gabriel Emmerson. Se rodea de ellos, así como de mujeres.

Malditas zorras oportunistas.

Entonces, cuando unos celos inexplicables se apoderán de mi, decido ir tras él, pero mi telefono comienza a sonar dentro de mi bolso. Lo saco y reconozco el número. Contesto.

-Señora Grey

Olvide que tenia que mandarle un itinerario cada dos semanas hasta que se cumpliera los tres meses de trabajo. Única condición que me parecio descabellada, pero tratandose de una madre preocupada accedí.

-¿Como esta Christian?- su tono es imparcial y serio.

-todo va de maravilla.

-¿están en Reino Unido? ¿Los nuevos complejos?

¿Como sabe todo eso? Obvio, es una madre controladora. Ya se de donde saco Christian su forma de controlar todo lo que le rodea.

-así es.

-¿lo comprobó?

-si- contesto mientras no despego la mirada de él.

-bien, no lo olvide. Usted es una aventura. Hagalo reaccionar y rompalé el corazón. Su futura esposa se lo agradecerá.

¿Qué? Aquello me sabio amargo la boca y repentinamente deseaba colgarle, deseaba llorar. Eso no puede ser cierto.

-lo lamento Sra. Grey, no entiendo. Me contrato para ayudar a su hijo a madurar enamorandolo, pero no me dijo nada de que estuviera comprometido.

Digame que no es verdad. Digame que no soy la otra. La segundona. ¿Y qué pasa si lo eres? ¿porqué te afecta tanto?

-siga el plan; que para eso le pagamos. Christian se casara con su prometida cuando caduquen los tres meses.- cuelga y el miedo me invade. Eso y decepción.

¿Él sabia que estaba comprometido cuando decidio revolcarse conmigo? Eres estupida. Se casará con otra y tú solo eras su diversión. Su ultima aventura antes de convertirse en un hombre encadenado al matrimonio. ¿porqué acepte este trabajo? No debí hacerlo, no sabia nada...

Yo...no puedo respirar ahora. Tiene a otra cuando pense que podría haber algo más, a pesar de ser mi cliente... una vez que fui suya, todo lo que compartimos esa noche. Lo que me hizo sentir cuando me castigo...pense que podria quererme como yo a él.
Me di cuenta mientras me limpiaba, mientras me cubria con la sabana y me miraba tan tiernamente que mi corazón se encogio. Me di cuenta que estaba enamorada de él.

Eso es imposble. Soy una estupida por dejarme llevar.

-¿Señorita?- levanto la mirada y un tipo de cabello rubio me sonrie. Su sonrisa es tan amplia y radiante que por un momento olvido lo que me llevó a mi repentina depresión.- ¿se encuentra bien? ¿le invito un trago?

Necesito uno.

-por supuesto.

-sirvanos un Gin tonic

-no, a mi un Highball

Whisky y cerveza casera. Es lo que siempre necesitas para un desamor. Mierda.

-vaya, algo fuerte. Soy Jack Hyde- extiende su mano.

-Anastasia Steele- hago lo mismo y estrechamos las manos. Me doy cuenta que roza mis nudillos y me suelta.

-un placer, ¿vienes sola?

Cuando recibo la bebida le doy un trago tedioso y largo. Tras unos instantes de pensarmelo y mentir que he venido sola solo para acostarme con el primer tio que se me cruza en el camino es la peor de las ideas que he tenido para intentar olvidar el sabor amargo que sus besos han dejado en mi piel. Jack se aprovecha de mi situación y rodea mi cintura, pero su sonrisa de ganador no dura lo suficiente cuando Christian le aparta con un empujon y se planta a mi lado.

-ella viene conmigo Hyde.

Jack baja la mirada, amedrentado e intimidado.

-lo siento, debí imaginar que una mujer tan hermosa como ella estaba contigo.- dice con sorna.

-yo no vengo con él- dije en mi defensa. No soy objeto de nadie.

Christian pone la mano en mi costado y aprieta con fuerza. Me inclino de ese lado y aparto su mano con rabia.

-si necesitas algo Ana, llamamé- me entraga su tarjeta de presentación y la tomo. Jack se va y desaparece en la multitud.

De inmediato, Christian reacciona y me arrebata la tarjeta de la mano.

-¡oye!

-prohibo que te acerques a él.

-¿porqué?

-es el jodido y bastardo hijo de mi padre que surgio de otra relación. Mantente alejada, es un problema.-inquiere alterado.

-¿y tú? ¿tú no eres un problema? Eres un maldito sadico- hablo en voz baja, pero firme.

-pero te gusta este maldito sadico- me quede callada.- no quiero discutir en un sitio como este. Pero te las verás conmigo cuando lleguemos al hotel. ¿crees que no lo vi?- masculle- como te le insinuabas.

Contempla mis labios con descaro.

-no puedes besarme. No te dejare- gazno mientras miramos nuestros labios con intensidad. No como si deseara besarla. Tiene la vista fija en mi boca como si tuviera la intención de devorarla y gritarle al mundo que soy suya.

-puedo besarte. Difinitivamente voy a besarte. Creo que ambos sabemos que tengo la intención de besarte. Largo y tendido. Trazar mi territorio, circulos con mi lengua, Srita. Steele, quiero escuchar tus gemidos.

Mentiroso y sexy. Son dos cosas que le van de la mano. Ahora sadico. ¿como saldré de esta cuando ya estoy metida hasta el cuello? Hasta en lo profundo de mi ser. Dios mio, ¿qué voy hacer? Nada le impide cumplir su cometido, nada. Excepto yo, tal vez.

Un capitulo largo de regalo para dar inicio a un nuevo año.

Nuevo personaje: Jack Hyde. Odienlo también (risas de fondo) El hijo que tuvo Carrick con una antigua mujer y fuera del matrimonio. Como ven no usa el apellido Grey, sino el apellido de soltera de su madre.

Mr. Grey (CEO #1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora