Capitulo #27| Cartas sobre la mesa

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Si supieras cuánto te pienso, me denunciarías por acoso mental Christian Grey, aunque este ansiosa tengo que tomarmelo con calma.

-aún no.

-¿Qué?-el intenso momento se habia perdido.

-tendremos que poner en claro algunos puntos.

-¿Cuales son?

-sientate- ordené, pero tuve que repetir la orden una segunda vez para que me hiciera caso y quisquilloso se sienta en la mesa del comedor, seguida de mi, en el otro extremo de la mesa. Una distancia de medio metro nos separa; tal vez suficiente para no cometer una locura. Por ahora...

-Lo llamaremos: "El mundo de él, las reglas de ella"

Enarca una ceja, coloca los brazos sobre la mesa y las manos en un puño. Tan fuerte como ver que sus nudillos se vuelven palidos. Me muerdo el labio inferior inconcientemente. Me siento tan libre como un pájaro cuando estoy volando en su jaula de extasis. Si, se que no tiene el menor sentido y a cada momento vivo contradiciendome. Él me hace sentir como si valiera la pena hacer cosas malas.

-primer punto: quitate la camisa- encorvo los hombros y me inclino hacia delante con prepotencia. Cada gota de mi cuerpo destila picardia y otra parte de mi es invadida por la inseguridad. Respiro profundo hasta que, con expresión renuente, empieza a desabotonarse la camiseta. Poco a poco, trozo a trozo, voy descubriendo su torso musculoso, sus abdominales y los cuento mentalmente: ocho en total. ¡Que los Dioses me ayuden a soportar no tirarme sobre ese divino cuerpo! Lo que daria por dejarle unos cuantos chupetones.

Mi atención recae en sus extremidades cuando la camiseta pasa por sus brazos. Cada uno, cubierto en su totalidad por tatuajes. Mis pies, como si tuvieran vida propia, disminuyen la distancia entre él y yo; apoyo el cuerpo sobre el raz de la mesa y alzo uno de sus brazos.

Él se contrae con mi tacto, pero no se aleja. Paso la mano, rozando desde el león en su nuca a unas ramas dibujadas en su hombro y descendiendo por unas rosas con espinas que parecen estar insertandose en su piel haciendo que sangre seguido de la bandera de Irlanda, frases en latin, varios marcas del infinitos, las fases de la luna y varias figuras geometricas que juntas forman una flor alrededor de la muñeca.

-¿Qué sucede?

-pense que tendrias una calavera.- bromeo y él rie poniendo su mano en mi espalda.- esto es...hermoso. Es arte. ¿Como...?

Se aleja de mi rapidamente.

-no quiero hablar sobre eso.

-pero quiero que lo hagas- me acerco a él y cubro su torso desnudo con mi cuerpo. Cierro los ojos extasiada con el olor de su colonia, con su piel, con su corazón levemente acelerado. Él no me abraza, solo mantiene los brazos en los costados, pero no me importa.- quiero saber quien eres y quien eras.- me aparto y levanto la cabeza para verle a los ojos- cuando decidas estar listo.

Su mandibula se contrajo con desaprobación, pero habia un extraño brillo en sus ojos.

-¿cuál es el siguiente punto?- me obliga a soltarle y se vuelve a sentar.

Un poco molesta con su comportamiento, el desasociego me invade y pulsa en mi cabeza, sin embargo, inhalo hondo para regresar la compostura y volver a mi sitio.

-segundo punto...- saqué mi movil y me meti en una de esas paginas de wikipedia. Levante la cabeza y él se estaba riendo de mi.

-la sexualidad no es una distracción o una actividad de medio tiempo Anastasia. Es una forma de ser y tú no tienes esa experiencia- acota.- deberias sabar que caperucita usó a la abuela de excusa, para ir al bosque a encontrarse con su lobo, y de rodillas ser agraciada por poder cumplir sus deseos.

-gracias por arruinarme el cuento de caperucita-bufo, pero se a que se refiere. Guardo el movil. Me guiaré por mis instintos.

-puedo ofrecerle una copia del contrato.

-no es necesario.-me armo de valor-segundo punto: el sumiso aceptará toda actividad sexual que la ama considere oportuna y placentera, ¿no es así?

Se encoge de hombros.-usted es la experta.

Ruedo los ojos.

-lo tenia bien escondido.

-perdón- me escudriña con la mirada.

-la primera vez que te vi me dio la impresión de que eras una mujer timida y reservada.- confiesa.

-lo soy, pero no se, contigo puedo ser tan pervertida como tierna.

Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido. Yo te quiero, tú a mi no. Tienes un futuro planeado, yo solo soy la cereza del helado, la especia que entre más consumas picará y acabarás desechando, pero jamás lo olvidaré Sr. Grey.

-tercer punto...-bajo la mirada hasta mis manos, hasta mis rodillas que chocan entre si, hasta mis pies.- quiero ser libre de decidir por mi misma, aún cuando vuelvas a ser mi amo, quiero que me lleves al cine, a patinar, a cenar. Quiero que seas mi verdad.

Le miro, sonrío, él tambien me sonrie, pero se que no entiende y me pregunto: ¿como haces para gustarme tanto y en tan poco tiempo?

¿A quien le gusto For you de Liam Payne y Rita Ora para la banda sonora de Fifity shades Freed?

¿A quien le gusto For you de Liam Payne y Rita Ora para la banda sonora de Fifity shades Freed?

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Mr. Grey (CEO #1) ©Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum