Capitulo #38| Invitación desprevenida [+18]

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Anastasia

Autoritario, controlador anudando lo tierno que suele ser a veces es como un coctel embriagador. La forma en que me mira de manera especial como si yo valiera peso en oro, como si valiera la pena tener una relación conmigo pasando de ser su secretaria, pasando de su madre y de Simone.

Ahora quiere que me mude con él.
¿porqué? Hay tanto en contra nuestra y la más importante de ellas es la verdad que he estado ocultandole.
No puedo aceptar vivir con él como tampoco me siento lista para confesarle todo. Tengo un miedo atroz de perderlo aunque consiga decirme que estoy tratando de prepararme para lo peor.

-no...se- solo eso sale de mi boca y con una sonrisa lastimera en su rostro se acerca, recoge la toalla y la pasa por mi hombros cubriendo un poco mi desnudez.

-creo que fui demasiado deprisa.

Asiento cabizbaja porque no se que decirle y ahueca mi rostro entre sus manos.

-no te preocupes. Solo quiero que sepas que puedes contar conmigo si tu madre vuelve hacerte daño- abro los ojos y alzo las cejas. ¿A qué viene eso de repente?- llamamé.

-pero no tengo tu número y recuerda que me comunicaba siempre de la oficina o por el chat de citas- ladeo la cabeza- bueno, no sabia que eras tu- sonó un poco a reproche, pero creo que no estoy en el derecho de reprocharle el porque me lo oculto.

Enarca sus cejas pobladas.

-¿como es eso posible?- rebusca su movil en el bosillo trasero de su jeans y toma el mio que estaba en la butaca al lado de mi cama. Pide que desbloqueé mi telefono, busca mi numero, lo anota y luego me dicta el suyo. Lo guardo como un contacto nuevo y le pongo Mr. Ardiente Dominante ♡. Él observa el sobrenombre que le puse y arruga la frente. Me muestra el suyo y dice Mi corderito.

-nada mal mi dominante, mafioso y ardiente adonis.- juego con su apodo.

-tampoco usted mi corderito.-él hace lo mismo y segundos después me arrebata el movil de las manos y los coloca en el pequeño escritorio. Tira la toalla que cubren mis hombros y mi cuerpo sintiendo como se desliza por mi espalda, por mi culo y mis piernas. Seguidamente, me arremete contra el dosal de la cama de frente, separa mis piernas con la zuela de su deportivo y me obliga a inclinarme para que mi culo quede alzado.

Con el dedo indice dibuja un camino desde mi ombligo cruzando los labios de mi sexo. Me estremezco al frio de su contacto, miro por sobre mi hombro y observo la manera tan elegante y perversa de meterse el dedo que paso por mi zona intima en su boca.

-vuelvo enseguida. Ponte de rodillas- no lo hago de inmediato, así que él azora mi culo varias veces y luego pasa a azotar mi sexo. Lo que me vuelve loca y todo mi cuerpo comienza a arder de deseo, de impaciencia.- arodillate y manten los brazos alzados hasta que vuelva.

Sigo sus ordenes y desaparece por la puerta. En ese momento me doy la oportunidad de llenar con aire mis pulmones y antes de que se asome decidí complacerme un poco a mi misma tocando mi entrada para calmar la necesidad.

-vaya, vaya.- saco la mano enseguida volviendola alzar. Un sentimiento de vergüenza se asienta y me ruborizo.- dandote placer a ti misma. Muy mal corderito- advierte entre dientes, pero suena como si se estuviera divirtiendo. En estos momentos apenas extraño a Mr. Grey, mi consolador y buen amigo que hace de mi soledad en un dia divertido.

Impulsivamente acorrala mi cuerpo contra su piel. Por todos los dioses del olimpo, esta desnudo. Puedo sentir su dura polla en mi nuca.

Suelto un jadeo.

A continuación, apoya mis manos a través del dosal y amarra mis muñecas con una cuerda de color negro.

-mira lo que encontré- me enseña la fusta que habia comprado para esa noche especial.- es hora de atribuirte lo que me ofreciste aquel dia corderito.

Mr. Grey (CEO #1) ©Where stories live. Discover now