Mr. Grey (CEO #1) ©

Capítulo #73| Lastimada

¡Juro que voy a despedazar al maldito guardia!

-¿Cómo que no va a dejarme entrar?- el sonido de mis tacones inundó el parking y le sostuve la mirada al pacotilla del guardia.- soy la secretaria del Señor Grey.

-la señora Lincoln a ordenado que ningún empleado de presidencia entre al establecimiento.

¡Pura basura!

-esa idiota no es la jefa. Tú maldito jefe- me acerque al guardia e impuse mi ahora intimidante postura y mi dedo índice en su pecho- es Christian Grey.

El tipo se contrajo.

-es mejor que nos marchemos- interviene Gideon quitando mi mano del pecho del guardia.

-ni una mierda. Christian necesita de nuestra ayuda.

-él se puede cuidar solo- asegura y mueve los ojos hacia su izquierda cuando se pone detrás del guardia y sin previo aviso rodea su cuello con el brazo derecho, aprieta y el tipo cae inconciente en cuestión de segundos.- corre

Y lo hago sin mirar detrás. Llego a recepción y casi me deslizo por el suelo hasta llegar al elevador. Presiono el ultimo piso y respiro hondo. Contengo lo más posible la adrenalina que corre por mi cuerpo y trago saliva para alivianar la resequedad de mi garganta.

Las puertas se abrieron y en ese instante vi a Olvia con una cara de preocupación dando vueltas por doquier.

-¿Qué ha pasado?- me tire sobre ella y se sobresalto.

-no lo se. Oi gritos Ana.

-mira Olivia. Vete a casa y te aviso cualquier cosa. Hazlo- asintio temblando, camino a su escritorio, tomo el bolso y se movilizo al ascensor.

-lo siento- dijo antes de que las puertas se cerracen y sabia lo que significaba, pero la sorpresa no tardo en apoderarse de mi.

-¡ELENA!- oi el grito ensordecedor de Christian y abrí la puerta de su oficina. En ese momento, ella al verme, se lanzo a Christian y lo beso en los labios. Un toque arriesgado y casi instantáneo que finalizó cuando Christian la apartó con brusquedad y mascullo un sin fin de improperios hasta que voltio y me miró con la culpabilidad tiñendo sus facciones.

¿Qué sentir exactamente? ¿Traición? ¿Rabia? ¿Cólera? No, esas palabras no eran lo suficientemente fuertes para expresar lo que sentía en esos momento. Así que en vez de huir como solía hacer camine hacia dentro, cerré la puerta y me dirigí a Elena, ignorando por completo a Christian y explote.

-¿Qué harás? ¿Pelearás conmigo estúpida?

Sonreí ampliamente. Faltas no me hace- te contestaria el insulto como deberia ser, pero aún no aprendo a ladrar perra- y mi mano cogio vuelo y atrerrizo en su fina cara de puta con tal fuerza que mi piel ardió instantes después de haberla golpeado. Elena perdió el equilibrio y cayo sentada sobre el suelo.

-si te metes con mi familia te metes conmigo, bruja. - adios a mis insultos dulces- no entiendes que lo perdiste. El estaba enamorado de ti y solo lo cambiaste por otro. ¿Crees que puedes jugar con quien se te pega la gana? Si Jack no te satisface busca a alguien más de tu calibre, otra mierda como tú.- y las palabras solo seguian saliendo- No van a lograr nada con esto, dile a Grace que se detenga porque se su secreto. Tu y ella solo estan lasitimando a Christian y no ven la maldita realidad de la situación.-habia usado mi carta y no habia vuelta atrás. Algo debía saber sobre los negocios turbios de Grace. Lo se.- Si pones un pie de nuevo en esta empresa juro que Grace y tú sabran quien soy. - respire hondo para continuar mientras me miraba impacible desde el suelo- recuerda "estupida" se lo que ocultan y voy a mostrarselo al mundo- culmine de forma imparcial.

Retrocedi y Elena se puso de pie lentamente, estudiando mis movimientos. Al cabo de unos segundos mi mano estaba marcada en su mejilla y sangre brotaba de su labio, se lo habia roto.

-me las pagarás.-acerca su dedo a la boca y se lo retira inmediatamente al tocarse.

-pero yo iré a cobrarles primero- escupi. Elena camino hacia la salida, aturdida y un poco ofuscada tiro de la puerta y salió de la oficina.

-Ana

-no te atrevas a dirigirme la palabra. Estaré en casa y mañana ire por las cosas de Kate para que se sienta cómoda cuando salga del hospital.-explique ignorando ese mirada culpable y dulce que a veces dominaba mis sentidos. Se que lo siente, se que fue un error y se que ella fue quien dio el primer paso, pero no puedo dejar de sentirme lastimada y no quiero tirarle mi basura a la cara.- adios.

-Ana...

Me fui corriendo y me sentí como si estaba volviendo a escapar. Volviendo al principio con una sola cosa predominando mis pensamientos: el beso y yo cortandome para dejar de sentir.