Capitulo #55| Solo me sudan los ojos

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Cuando me dieron de alta Kate no dejaba de disculparse conmigo cada cinco segundos. No he logrado que acepté que fui yo quien insistió y tras conocer a Ella, evitando preguntas acerca de quien es, le dijimos que era una vieja amiga de Christian y que yo la conocí durante el viaje a Manchester, gracias a Ella dejo el tema por la paz.

-te confesare algo, al principio no me caia bien el señor Grey y mucho menos cuando sabia que era tu nuevo cliente- hago un gesto repentino, indicandole que hable con más discreción, ya que Ella esta sentada en el asiento delantero del coche al que subimos- pero, ¿valio la pena que cancelaras el trato con sus padres?

Le habia contado todo, incluso la advertencia de Grace.

En ese momento Christian entro al coche, nos sonrio, pero parecia malhumorado.

-valio la pena- asegure sin despegar la vista de mi novio.

-te metiste en un buen lio- dice con sorna cerca de mi oido.- ten- saca un sobre de su bolso y me entrega uno a mi y otro a Christian. Él lo toma dubitativo.

-¿Qué es?

-están invitados a mi boda. Es el proximo sabado.- acota con entusiasmo.

-¿tan pronto?

Asiente. Primero la boda de John y Polly y ahora Kate y su novio llamado Cesar.

-pobre del novio- Kate torció el gesto al oir a Jason, en señal de incomodidad, repuso:

-pobre de ti Jason que aún nadie te pele- Él, divertido, la miró por sobre el hombro antes de comenzar a conducir.

¿Estos dos desde cuando se conocen? ¿De qué me perdí?

Le hice una mueca a Christian y él solo se encogió de hombros.

-tú tambien estas invitada, si puedes- alcanzo a decir, cuando Ella abrio la boca para decir algo, pero Christian se interpuso agregando:

-no puede. Tiene que regresar por su negocio.- como toda una madre, enjuicia a su hijo con el filo de su mirada y afirma sus palabras con un tono dulzón hacia Kate.

Al llegar a la Escala, Christian aprovecho para que Taylor llevará de vuelta a Ella al hotel y a Kate-regañadiente- al edificio de condominios. Imaginarme no volver a ese sitio me envuelve en tristeza, tantos recuerdos, tantas amarguras. Pero se que es por mi bien.

-eres valiente, lo sabias- deslizo mi mano de la suya y doy varios giros en el salón al entrar al atico.

-tengo ovarios

Rie

-vale, vale- insistí, cayandolo.

-¿Qué?

-no fingas, algo te pasa. Te daría un oscar aunque no estuvieras nominado y Leonardo di Caprio quedaria ilusionado otra vez. Pero te conozco como la palma de mi mano, así que sueltalo Grey- carcajea con un resoplido, coloca los brazos en jarra ladeando la cabeza y sin despegar los ojos del suelo.

-no se que hubiera pasado si te perdía. Pensé que se volvia a repetir...- ahoga sus siguientes palabras y me acerco a él cuando temo que romperá en llanto. Y jamás le he visto derramar ninguna lagrima.

Coloco mi mano en su pecho, que sube y baja ritmicamente.

-no entiendo que me pasa contigo.

-yo menos- dije con sinceridad- shh, tranquilo corazón, yo tampoco entiendo nada...

-¿a quien le hablas?

-a tú corazón.- posa su mano sobre la mia.

-Ana...- murmura mi nombre para si mismo y dice algo que me descoloca por completo. Todo mi raciocinio se ha quedado desparramado en el suelo.

-vuelvelo a decir- suplique.

-ni sumisa, ni devota...-ahueca mi rostro y eleva mi barbilla para ver sus perfectos rasgos, a pesar de la evidente falta de sueño.-te quiero. Asi, libre, hermosa y loca.

Me besa y doy un brinco de satisfacción.

-eres una ternura con un mal carácter- lo tomé como un cumplido que devolví con un intenso beso.

-¿porqué yo?- me aparte para tener una mejor visión de sus facciones.

A continuación, se sienta en el mueble conmigo en sus piernas, quita varios mechones de pelo de mi cara y pone la mano en el sitio donde se encontraba ahora el vendaje que cubria mi herida.

-no tenia intenciones, pero te elegí a ti, porque cuando mi luz se apagó hace mas de cinco años, te sentaste a mi lado en las sombras, y me enseñaste cómo volver a brillar.-me muerdo el labio inferior para aguantar las emociones que taladran mi pecho y no salgan a la superficie; continua- suena surrealista. Todo esto parece un sueño.

-no lo es. ¿Estas llorando?- rapidamente se limpia con el dorso de la mano y niega con la cabeza.

-no, solo me sudan los ojos- se excusa.

¡Vaya excusa!

-tú, lo cambiaste todo y se suponía que allí no entraba nadie, pero tuviste que entrar y me jodiste para siempre. Entraste e iluminaste toda mi jodida oscuridad, solo veía tu brillo cada mañana cuando entraba a mi oficina y veia hacia la puerta esperando por tu llegada mientras recordaba el primer dia que entraste con esas fachas de vagabunda.-su confesión me toma desprevenida.

Al fin de cuentas uno decide con quien perder la poca cordura que le queda y creo haberlo encontrado.

-nunca me habian dicho algo tan bonito como eso- reprimi la revolución de sentimientos pegando mis labios a los suyos. Mezclando nuestros sabores, cogiendo aliento y volviendo a pegar los labios en una salvaje sacudida. Sentí su polla en mi culo y pense: la sumisión habia liberado una parte de mi que yo nisiquiera sabia que existia y él liberó otra parte de mi que estaba enjaulada.

-te quiero Christian.-susurre contra sus labios. Acaricia con su lengua mis comisuras y quiero adentrarme a ese juego turbio al que siempre jugamos, pero su mano me detiene a tan solo unos centimetros de su cremallera.

-aún estas débil

Sonrio con descaro, pero en mi todo se derrumba cuando, sin aviso, Grace interrumpe nuestro momento caminando a zancadas en nuestra dirección. Agarra mi antebrazo con fuerza y tira de mi hasta que caigo al suelo en un golpe seco y devastador.

-ahora sabrás quien es ella en realidad.

¡Se armó la cosa!

Mr. Grey (CEO #1) ©Where stories live. Discover now