EXTRA| Chicas como tú

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Kate Kavanagh.
Lunes

De nuevo en libertad. Mis pies, debajo de mis delgadas zapatillas, pueden sentir el calor del pavimento cuando dejo la silla de ruedas y tomo el obsequio que me dio Ana días antes.

-¿te puedes sostener?- Jason avanza detrás de mi y coloca sus grandes manos en mi cadera. Cuando movi la cabeza en un asentamiento, me solto, pero no de inmediato y su ceño decayó. Sentí una punzada y me estremeci. Siempre he sentido como el calor que me provee me atormenta en demasía. Es como si quisiera que me siguiera tocando y a la misma vez tan solo querer alejarlo por miedo. Se que hay algo entre nosotros, una quimica improbable y un tanto extraña, pero hace unas semanas pensaba que me iba a casar con el hombre perfecto e ibamos a formar una familia juntos. Todo era una vil mentira y de paso me arrebató a mi bebé. Y no se si tendré otra oportunidad.

Ya no se ni lo que quiero, lo único que deseo es verle a la cara y demostrarle que, aunque fui su víctima, me supe levantar y va a hundirse en prisión. Lo juro.

-¿Kate?

Su voz, tan intensa y grave, proclama por mi atención.

-estoy bien.- hago una pausa- quiero verle.

Su cuerpo se tensa en respuesta y sus ojos huyen de los mios.

-no podrás. No por ahora.

-arruinó mi vida, me arrebato a mi bebé, me secó por dentro. No volveré a amar por su culpa- le reprocho a la nada y Jason tensiona de forma descomunal la mandíbula. Con aspecto despectivo y frio agrega:

-Gideon te llevará

-¿tú no me llevarás?

-tengo cosas que hacer y le prometí a Ana buscar a su madre- dice con un tono de voz ácido, se despide con un simple "adios" y entra al coche marchandose sin más.

¿Qué fue eso?

-¡Kate!

-Ana...- hablo cabizbaja. Más dolida por la partida de Jason de lo que imaginé.

-¿sucede algo? ¿Y Jason?- pregunta y me toma del brazo.

-nada. Ya se fue.

-vale, eso es extraño en él.

-¿porque lo dices?

-él habia decidido llevarte a casa, pero creo que nosostros lo haremos.- asenti sin decir agregar alguna palabra.

Gideon condujo hasta el apartamento de Jason y una vez allí me sorprendió ver la elegancia y el simplismo en la estancia. Lo único que habitaba en las paredes monocromaticas era sus medallas de honor, diplomas y varias fotos con soldados. Habia una de él sonriendole a un niño de color mientras comian junto un plato de arroz curry con los dedos. Aquello me lleno de una emoción que no solia sentir desde hace mucho, ni con Cesar.

Gideon coloca mis maletas, que pase recogiendo de mi antiguo apartamento, sobre un sofa cama en medio de la sala.

-no quisiera dejarte, pero debo ir a la oficina y luego estudiar. Presente una beca aquí y para la univeridad publica de Manchester.-explica con cierta culpabilidad filtrando su emoción. Pero yo sonrio ampliamente para hacerle entender que no estoy disgustada por sus planes inconclusos de mudarse a Inglaterra, todo lo contrario y espero que tome la decisión correcta y se marche definitivamente; lejos de los malos recuerdos y de todo lo que le cause algún mal.

-me alegra que por fin retomes tus estudios.- la abracé fuertemente. Dios, a pesar de todo lo que ella pasó, al fin puede tener algo de felicidad y paz, lo que me motiva en estos momentos dificiles en mi vida.

Mr. Grey (CEO #1) ©Onde histórias criam vida. Descubra agora