one shorts de ZoroxRobin.

By Dair_Cipriano04

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¿Te gusta la pareja tanto como a mi? Pues te invito a disfrutar de estos cortos de romance sobre ellos 💜 Es... More

introduccion.
#01
#02
#03
#04
#05 Parte 1
#05 Parte 2
#06
#08
#09
#10
#11
#12
#13
#14
#15
#07
#16
#17
#18
#19
#20
#21
#22
#23
#24
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#26
#27
#28
#29 Parte 1
#29 Parte 2
#30
#31
#32
#33
#34
#35
#36
#37
#38
#39
#40
#41
#42
#43
#44
#45
#46
#47
#48
#48 Parte Dos.
#49
#50
#49 Parte Dos
#51
#52
#53
#54
#54 Parte 2
#55
#56
#57
#57 Parte 2
#58
#59
#60
#61
#61 Parte 2
#62
#63
#64
#65
#66
#67
#68
#69
#70
#71
#72
#73 Parte 1
#73 Parte 2
#74
#75
#76
#77
#78
#79 Parte 1
#79 Parte 2
#80
#81
#82
#83
#84
#85
#85 Parte 2
#86
#87
#88
#89
#90
#91
#91 Parte 2
#92
#93
#93 Parte 2.
#94
#63 Parte 2
#95
#96
#97
#98
#99
#100
#101
#102
#103
#104
#105
#106 Parte 1
#106 Parte 2
#107-B
#108
#109
#110
#111 Parte 1
#111 Parte 2
#112
#112 Parte 2
#113
#114
#115
#116
#117
#116 Parte 2
#117 Parte 2
#118
#119
#120 FINAL.

#107

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By Dair_Cipriano04

La isla era magnífica, mayormente tropical con grandes árboles y una humedad increíble, el calor no era intenso, pero la humedad me hacia sentir un tanto pegajosa incluso tras sólo unos segundos de haber bajado.

Nami se estiró de inmediato y comenzó a ver maravillada el lugar, la isla era mediana, la población era pequeña según los datos qué habia investigado previamente, ya que era una isla que era sumamente interesante debido a que la gente convivía libremente con animales salvajes.

Lo había leído varias veces, y cada vez que lo leía me parecía increíble la idea de convivir con animales de las maneras en las que describan en los libros, utilizar lobos para transporte humano jalando trineos de tierra  o elefantes para transportar materiales pesados, buscar el uso de caballos para movilizarse entre grandes distancias.

Miré hacia los chicos, los gritos de emoción se hicieron presentes al asomarse hacia la costa, en donde los animales comenzaban a arremolinarse curiosos al ver el barco anclarse en el puerto.

-¡Robin! ¿Qué es eso?- Luffy mostró emocionado un animal qué lo miraba atentamente e imitaba sus movimientos.- ¡Mira, es muy divertido!- aplaudió varias veces y el pequeño animal comenzó a hacerlo también.

-Parece una quimera.- Lo observé con fijeza, el animal comenzó a imitar mis movimientos, por lo que escuche la risa de chopper junto a Ussop.- Tiene manos y torso de mono, pero su rostro es más como el de un ave, ¿No les parece?

Luffy gritó maravillado ante el descubrimiento y saltó del barco directo a la isla.

-¡LUFFY, NO SEAS IDIOTA!- Nami gritó mirándolo bastante preocupada y saltó tras él.

Sanji se acercó a la barandilla del barco y tras ver a Nami, maldijo apretando los puños.

-¡Nami, es peligroso!- Saltó rápidamente y comenzó a correr.

Escuché a alguien más saltar y me encontré con una cabellera verde caminando de forma despreocupada por la orilla del muelle.

Algunas aves comenzaron a sobrevolar por encima de su cabeza y él las ahuyento, luciendo molesto, pero se adentró en la isla rápidamente, ¿seria posible que él tuviera problemas con los animales?

Sabía su ubicación por que las aves parecían seguirlo de alguna manera u otra, volaban en círculos sobre su cabeza de manera insistente.

Pobres aves.

Miré curiosa la isla decidiendo si valía la pena bajar o no, pero claramente lo valía, era una increíble oportunidad para ver de cerca las quimeras y su relación con los isleños.

Me encamine a mi habitación y arme una mochila rápidamente con todo lo necesario, después me dedique a echar un vistazo al barco, Franky me sonrió saludandome de forma amistosa.

-Yo me quedo, ve tranquila, quiero terminar unas cosas en el taller.- Se encogió de hombros y luego me volvió a sonreír.- solamente cuida que Luffy no traiga animales extraños, la última vez destrozaron buena parte de cubierta.

Sonreí recordando aquella vez en la que una manada de lobos habían correteado por cubierta destrozando todo y hecho desastres gran parte de las cosas que recién habíamos adquirido en la isla.

-Gracias Franky.- Me despedí de él y baje rápidamente del barco en dirección a la isla.

Tan solo bajar fui consiente de la gran cantidad de animales que había ahí, aves comenzaron a volar sobre mi cabeza hasta que una de ellas se posiciono frente a mi y me observó con fijeza, ladeando su cabeza hacia la derecha.

Un halcón.

Observé admirada su delicadeza, la forma en la que me observaba curiosa y el color de su plumaje en contraste con el color suave de la arena.

Un pequeño ruido la alertó y rápidamente emprendio vuelo, volaba de una forma ágil y elegante al mismo tiempo, se elevó lo suficiente como para tener una muy amplia visión y luego cayó en picada, perdiéndose entre las copas de los árboles y hacia abajo.

La vi desaparecer y emprendí nuevamente la caminata para adentrarme a la isla, aunque a lo lejos se alcanzan a ver muchos árboles, esta parte de la isla era más bien montañosa, grandes cúmulos de tierra se posaban a mis costados, dejando un estrecho camino como acceso al poblado.

Los animales cruzaban tranquilamente por mi lado, ya me había topado con tranquilos perros, algunas ovejas y solamente con una vaca qué caminaban tranquilos, curiosamente todos llevaban algún identificador, ya sea un nombre en la piel, collar, cinta o prenda qué los pudiera identificar.

¿Por qué aquella ave no había tenido indicios de algún identificador?

Llegue a las afueras del poblado y miré a las criaturas un poco más irregulares conviviendo libremente con los pobladores, desde las enormes aves con torsos de reptil hasta los enormes cuerpos de osos con rostros de caballo y piernas traseras de ciervo.

Hacia mí se acercó nuevamente un Halcón, quien llevaba en su pico un roedor, volvió a ladear su cabeza hacia la derecha y lo dejó caer a mis pies.

Lo acercó a mi y miré un poco extrañada la acción, ¿qué era este animal y por qué traía a mi eso?

Sanji apareció lleno de bolsas, cargando todo y caminando tras Nami, quien veía encantada al pueblo y llevaba entre sus brazos a un gato, había otro sobre su hombro y uno más caminaba alrededor de ella.

Adorable.

Escuché unos cuantos gritos y risas, a lo lejos, entre los árboles se alcanzaba a ver como las hojas se movían de forma incontrolable, no pude evitar sonreir al ver a varios niños correr entre risas seguidos de varios monos qué danzaban entre las ramas y saltaban para correr tras de ellos entre gritos y saltos.

Una niña que corría chocó contra mí y elevó su vista, se levantó rápidamente y sacudió sus rodilla.

-¿Estas bien?- Le pregunté y asintió de inmediato mostrándome una sonrisa con dientes faltantes, le restó importancia.

-¡Lo siento! ¡Gracias!- Comenzó a correr para perseguir a los monos que ya se habían perdido entre las casas.

Bien, todo lucia muy bien.

**

Nada lucia bien.

Todo estaba en caos, todos estaban perdidos en la isla, el barco se había ido con algunos por que era imposible mantenerlo en el lugar donde había anclado, el fuego había comenzado a consumir todo y eso me traía recuerdos horribles.

Me cortaba la respiración, el aire no me entraba pulmones con suficiente fuerza y sentía que era de nuevo una niña que lo perdía todo.

Había sido un accidente, o eso era lo que yo había querido pensar.

Había caído una bomba a la isla, había estallado en el centro de la misma, los animales habían huido rápidamente, algunos pobladores habían escapado a cuestas de los enormes animales y otros habían corrido a barcos y huido, pero seguro era que todos se habían puesto a salvo.

Excepto yo, nadar no era una opción y el fuego estaba reduciendo mi terreno para andar.

Me introduje al bosque para intentar conseguir algún lugar pare refugiarme, pero solamente encontré árboles y más árboles, mientras corría intentaba encontrar opciones que me ayudaran a salir de esta situación, pero tropecé.

Caí de forma abrupta al suelo, pude meter las manos pero mi cabeza choco contra una rama y sentí liquido caliente correr por mi frente y un dolor intenso en el tobillo, así como un fuerte hormigueo en la muñeca derecha.

-Maldición.- Susurre observando mi pie, se había enterrado en lo que parecían ser un cúmulo de ramas qué se ajustaba con fuerza alrededor de mi tobillo y me impedían sacar el pie.

Quise liberarme pero la mano lastimada me impedía usar la fuerza suficiente.

El calor era cada vez más intenso, el sudor corría por mi cuerpo y respirar era cada vez más complicado, la ansiedad estaba floreciendo en mi y sentía que pronto moriría quemada si no lograba sacarme de ahí.

Escuché voces y una chispa de esperanza me hizo querer hacer ruido, pero no fue necesario por que muy pronto los tenia frente a mi.

Hombres altos y fornidos qué desde el suelo se veían más imponentes de lo que eran en realidad, iban acompañados de caballos y lobos que no dudaron en acercarse a olfatearme.

Una sonrisa amarillenta fue lo primero que pude distinguir, el fuego estaba casi a nuestras espaldas, las oleadas de calor eran cada vez más intensas y mi tobillo estaba doliendo cada vez más, ni hablar de mi mano derecha, ls muñeca estaba totalmente inflamada y moverlo era muy doloroso.

-¡Nos topamos con un premio!- La voz rasposa del hombre me hizo tener escalofríos, quise jalar el pie atorado pero el dolor me hizo sudar en frío, recorrió mi espalda a modo de escalofríos y me contuve de seguir moviéndome.- Una señorita en problemas, ¿cierto?

Uno de los lobos se atrevió a morderme suavemente el hombro y gruño en mi dirección, bien, estaba volviéndose incomodo.

Escuché un gruñido, comenzaron a acercarse, mi garganta se seco mucho más cuando sentí sus manos rodear mis muñecas, solté un grito cuando apretó mi muñeca dañada y lo escuche reír, tuve que morder mi labio por que el dolor me mareo por unos segundos.

Escuché el gruñido cada vez más cerca y cerré los ojos al pensar en los lobos saltar hacia mi para deborar mi cuerpo, pero no fue así.

Un cuerpo extraño  se posiciono frente a mi, miré un grueso pelaje y rayas oscuras junto a un fuerte rugido qué me hizo sobresaltar.

Genial, no serian los lobos, pero si un tigre.

Rugió y lo vi pelear con los animales sin conflicto, podía escuchar como su mandíbula se cerraba con fuerza y lastimaba de gravedad a los lobos, quienes terminaron huyendo junto a sus dueños.

Se giró en mi dirección, la sangre había manchado su pelaje y su rostro goteaba, su respiración era un poco irregular, sus pupilas eran sorprendentes.

Se acercó a mi con pasos sigilosos y se agacho a mi tobillo atrapado, olfateo un poco y pude estar segura de que me arrancaría la pierna, pero solamente rompió las raíces y me liberó con un resoplido.

Se acercó a mi y agachó su cabeza para empujarme, quería que me pusiera en pie, pero era imposible, el dolor era sumamente intenso y escalaba por mi pierna, de hecho bajé la vista y fue ahí cuando logré ver que no era solamente un tobillo lesionado, si no un gran raspón en todo lo largo de mi pierna, de donde sangre salía de poco en poco, pero era sumamente doloroso.

Volvió a gruñir y me hizo recargarme en su costado para luego hacerme subir a su lomo, era sumamente retorcida la situación, pero no tardo en correr por los árboles sin un rumbo fijo, esquivando las pocas aves qué aun sobrevolaban el lugar en búsqueda de quien hubiera quedado rezagado.

Por un segundo creí ver al halcón volar cerca de nosotros, pero lo perdí de vista cuando el animal comenzó a escalar por una montaña y a llevarnos hacia lo alto de la isla.

Se encargo de caminar hasta un lugar elevado, escondiendonos del fuego en algo parecido a una cueva qué más bien era el espacio entre cuatro rocas, dos a los costados, una detrás y una hacia arriba, ahí me dejó bajar.

¿Qué se supone que era esta situación? ¿Iba a comerme? ¿Iba a guardarme para después? No podía negar que su ayuda había sido enorme, me había resguardado del peligro, pero ahora el enorme animal era el peligro.

Me senté en en suelo de tierra y suspire al mover un poco mi pierna, él se acercó y olfateo la herida un poco, sacó la lengua y lamio una de las heridas que estaban en su cuerpo y que yo no sabia que le habían hecho, después me rodeo con su cuerpo y se dejo caer a espaldas de mi, enroscandose a mi alrededor y descansado su cabeza sobre sus patas delanteras.

Acaricie la parte trasera de su oreja y lo escuche comenzar a ronronear por lo bajo, sonreí un poco dándome cuenta que era realmente inofensivo, era como un gatito adornable lleno de sangre y de proporciones enormes.

Sentí algo sobre mis piernas y me di cuenta que era su cola que ahora descansaba sobre mi, moviéndose suavemente.

Me sentía derrotada, por lo que no fue difícil caer dormida en pocos segundos.

Desperté gracias a un fuerte gruñido, abrí los ojos rápidamente y al intentar ponerme de pie caí por el dolor, lastimando aun más mi muñeca en la caída.

-Demonios, ¿Estás bien?- Su voz me sorprendió, levante la vista y no tarde en sentir sus brazos rodearme para hacerme poner en pie.- ¿Qué fue lo que te sucedió?

Su rostro estaba un poco raspado y estaba herido, tenía sangre seca en la nariz y lucia cansado, pero me rodeo con tanta fuerza que pareció estar totalmente bien, el halcón qué habia estado jalando de su ropa lo libero y se bajo al suelo.

-Tienes sangre en la nariz.- Susurre llevando mi mano izquierda a su rostro y lo escuche gruñir.

-Tienes sangre en todo el rostro.- El bajó mi mano y escuche el gruñido del tigre, quien se puso en pie camino hacia nosotros, pero el Halcón se dirigió hacia él y se posó en su lomo para tranquilizarlo.

Una de las manos de Zoro subió a mi rostro y rasco la sangre seca qué habia corrido por mi pómulo.

-¿Qué te sucedió?- Susurró dando un paso atrás, por ende perdí el equilibrio y casi caigo, pero me volvió a sostener.

-Nada de gravedad.- Intente restarle importancia pero no tarde en sentir el pelaje del animal en mi trasero, así que caí sentandome en su lomo.- Solamente me golpee un po...

-¡Tienes el pie horrible!- Maldijo poniéndose de rodilla y elevando un poco mi pierna, con delicadeza tomó mi tobillo y comenzó a verlo, no fui consiente de que aun llevaba el zapato hasta que lo sacó y vi las condiciones de mi tobillo y pie.

Morado, inflamado y sumamente sensible.

-La muñeca esta peor.- Murmure más para mi misma qué para él, pero se puso en pie y reviso la muñeca totalmente inflamada y morada que no podía ni mover, suspiró pasando una mano por su cabello y retiro rápidamente la bandana de su brazo para colocarla de forma estratégica sobre mi muñeca.

-¿Qué demonios te paso?- Murmuró tomando mis mejillas con sus manos y analizando mi rostro.- ¿De dónde sacaste a ese animal?- El trigre gruñó en su dirección y luego me hizo ponerme en pie empujandome.

Me mantuve con un poco de cuidado, observe al tigre caminar en círculos alrededor de nosotros un par de veces para luego estirarse un poco y salir lentamente de la extraña cueva.

-¿Cómo llegaste aquí?- Le pregunté intentando ver directamente a sus ojos, fue cuando giró la cabeza en búsqueda de algo.

-El pajarraco ese me sacó del fuego y me trajo hasta acá.- señaló al halcón que nos miraba curioso.

Me acerqué para ver al animal, pero creo que perdí un poco el equilibro por que me sostuvo con fuerza de la cintura y justo en ese momento giró su rostro hacia el mio, nuestras narices chocaron y nuestras frentes se rozaron, sentí su respiración contra mi rostro y mi corazón dio un vuelco.

Subí una mano a su pecho y de inmediato bajó la mirada hacia mi mano, sentí sus dedos hacer presión en mi piel y luego lo escuche tragar grueso.

Ahora me toco a mi retroceder, el dolor en la pierna era intenso, pero eran peores los latidos de mi corazón, sumamente extraño tomando en cuenta que ponerme nerviosa no era algo sencillo.

-¿Sabes algo de los demás?- Pregunte intentando controlar mi respiración y negó.

-No sé nada, deberíamos ir a buscarlos antes de que se haga demasiado de día.- Asentí hacia él y me miró de reojo.- ¿Puedes caminar? Digo, estas herida.

Me encogí de hombros y di pasos lentos, me ardía cada paso pero no quería verme débil, no sabía que había sucedido, no sabía por que ahora lo veía diferente, pero no quería que me siguiera afectando.

Se encogió de hombros y comenzamos a caminar juntos, el enorme tigre caminaba a mi lado y de vez en cuando me ayudaba a descansar un poco la pierna, mientras que el halcón volaba sobre nosotros.

Cuando ya estábamos a más de la mitad del camino escuche a Zoro suspirar y se giró a verme.

-Estas herida, te duele caminar y sin embargo lo haces, ¿Vas a dejar que te ayude o no?

Elevé ambas cejas en su dirección, se detuvo y se cruzo de brazos.

-Te duele caminar, se nota el sudor en tu frente y tienes las mejillas sonrojadas.- Enumeró rápidamente.- No te agotes caminando.

Me quede callada, no quería su ayuda, entre más lejos lo tuviera mucko mejor.

Suspiro y se acercó a mi, se agachó y me tomo de las piernas para echarme a su hombro.

-¡Hey! ¡Bajame!- Grité un poco nerviosa de su cercania, lo escuche suspirar seguido del gruñifo del animal.- Por favor, me voy a marear.

Me bajó y me sostuvo entre sus brazos, llevaba el rostro serio mirando al frente mientras caminaba rápidamente.

-No seas terca.- Lo escuche decir.- Es claro que te dolía demasiado, ¿para que caminar de todas formas?

-No lo sé, yo... - Me encogi de hombros sin saber que decir.- No lo sé.- Me recargue en su hombro para ya no estarlo viendo, pero sentí sus músculos tensarse por completo.

Lo escuche maldecir muy por lo bajo y continuó caminado en silencio, dude en si debía quitarme o no, pero estaba bastante cansada.

La isla estaba destrozada, gran parte se había incendiado, los pobladores habían regresado y ahora estaba trabajando en arreglar todo lo que estuviera dañado, de hecho el tigre no tardo en desaparecer para irse a ayudar, el halcón desapareció y nos quedamos solos.

Solos, caminando en búsqueda del barco que no sabíamos donde estaba.

-¿De donde sacaste un tigre?- Susurro tras un buen silencio.

-¿De dónde sacaste tú un halcón?

-Ah.- alargó un suspiro a modo de queja.- No sé, apareció de la nada y todo el rato me estuvo jalando la ropa, pero me llevó fuera del incendio y terminamos en el mismo lugar.- Bajo su rostro al mio y quedamos sumamente cerca.

Salté de sus brazos por la cercania y me quejé de sobremanera al sentir mi pierna arder, caí al suelo maldiciendo y sentí como  comenzaba a sangrar el enorme raspón.

-¿Por qué demonios haces eso?- Me gritó agachandose a ver mi pierna, corrientes eléctricas me recorrieron al sentir sus dedos en contacto con la piel desnuda y herida que tenia a la vista.- Joder, volvió a abrirse esto, voy a hacer algo, espera.

Se puso de pie y arranco una de las mangas de su abrigo, comenzó a hacer tiras de ella y cubrió con cuidado mi pierna haciendo un poco de presión.

Sudor corría por su frente, sus manos temblaban un poco y se veía también un poco cansado, me sentí mal de haberlo hecho cargarme durante el camino.

Levanto su mirada hacia mi, con las mejillas rojas por el calor y el sudor corriendo por su frente, ¿era una locura? Si, demonios, era mi compañero, pero era distinto, él era distinto pero no sabia por qué.

No me di cuenta siquiera de mis actos, hasta que rodee su cuello con mis manos y atraje su rostro hacia el mio pasa besarlo qué supe que exactamente eso quería.

La búsqueda del barco podría esperar un poco.

******
Holaa perdidos, solamente para decirles que este relato contará con segunda parte, pero es un final alternativo solamente ✌️✌️

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