one shorts de ZoroxRobin.

By Dair_Cipriano04

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ΒΏTe gusta la pareja tanto como a mi? Pues te invito a disfrutar de estos cortos de romance sobre ellos πŸ’œ Es... More

introduccion.
#01
#02
#03
#04
#05 Parte 1
#05 Parte 2
#06
#08
#09
#10
#11
#12
#13
#14
#15
#07
#16
#17
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#20
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#26
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#28
#29 Parte 1
#29 Parte 2
#30
#31
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#33
#34
#35
#36
#37
#38
#39
#40
#41
#42
#43
#44
#45
#46
#47
#48 Parte Dos.
#49
#50
#49 Parte Dos
#51
#52
#53
#54
#54 Parte 2
#55
#56
#57
#57 Parte 2
#58
#59
#60
#61
#61 Parte 2
#62
#63
#64
#65
#66
#67
#68
#69
#70
#71
#72
#73 Parte 1
#73 Parte 2
#74
#75
#76
#77
#78
#79 Parte 1
#79 Parte 2
#80
#81
#82
#83
#84
#85
#85 Parte 2
#86
#87
#88
#89
#90
#91
#91 Parte 2
#92
#93
#93 Parte 2.
#94
#63 Parte 2
#95
#96
#97
#98
#99
#100
#101
#102
#103
#104
#105
#106 Parte 1
#106 Parte 2
#107
#107-B
#108
#109
#110
#111 Parte 1
#111 Parte 2
#112
#112 Parte 2
#113
#114
#115
#116
#117
#116 Parte 2
#117 Parte 2
#118
#119
#120 FINAL.

#48

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By Dair_Cipriano04

El pequeño zoro Caminaba molesto a un lado de quien sería su cuidador, Mihawk, el hombre lo miraba molesto mientras le pedía que no se arrancara las banditas que cubrían sus raspones.

-¡Pero me molestan!- gritó forcejeando, mihawk suspiro pasando una mano por su cabello.- No puedo moverme con agilidad.- frunció el ceño y se cruzo de brazos.

-Tu padre me va a matar.- Susurro mirando al niño molesto caminar dando grandes zancadas con las manos dentro de los bolsillos del short.

-¡Si! ¡Te matará por no entrenarme!- gritó jaloneando su pantalón, Mihawk suspiro pasando nuevamente una mano por su rostro y luego sonrió mirando hacia adelante.

-¡Mira! ¡Un adulto! Vamos para que me dejes distraerme un rato.- Mihawk camino firmemente y se topo de frente con un hombre alto y fornido con una cicatriz cruzando su rostro.

Elevó una ceja confundido al ver a una pequeña niña sosteniendo el pantalón de Crocodile, quien caminaba a paso lento mientras parecía hablar con ella.

-¡ah! ¿También de niñera?- preguntó Crocodile llegando con Mihawk, él asintió observando al pequeño niño que parecía ver fijamente a la niña, quien se escondió detrás de Crocodile.

-Si, ¿de quien?-preguntó señalando con la cabeza a la niña.

-De Olivia, Robin, ¿y tú?- preguntó mirando cómo la niña señalaba un árbol en la esquina del parque, Crocodile asintió y ella salió corriendo con un libro bajo el brazo.

-De Koushirou, Zoro, y es una pequeña molestia en el trasero.- Dijo mientras lo veía alejarse corriendo a la zona de ejercicio.- tiene mucha energía y parece no dejar de lastimarse.

-Robin es tranquila, una niña que parece un adulto, no puedo sacarle la nariz de los libros, Olivia no es muy fan de  hacer amigos y ella parece ser igual.- Señaló a la niña sentada debajo del árbol mientras leía.

-Ojalá Zoro fuese así.- a lo lejos el pequeño peliverde intentaba hacer abdominales en las grandes maquinas.- quiere entrenar todo el tiempo y forzar su cuerpo al máximo, es bueno por que tiene mucha capacidad, pero se la vive lastimando su cuerpo.

Mihawk camino un poco y junto a Crocodile tomaron asiento en una banca mientras veían a ambos niños en sus respectivos lugares.

Tras un pequeño momento de distracción Robin se encontró rodeada de tres niños un poco más grandes que comenzaron a burlarse de su soledad y del grueso libro que mantenía entre sus delicadas manos.

Ella suspiro poniendose de pie y enfrentando a los tres niños que se burlaban de ella, hasta que una cabellera verde se coloco a su lado.

-¡No la molesten!- gritó elevando las manos y haciendo un ademán.- O se las verán conmigo, ¡soy super fuerte!- gritó dando un paso hacia delante y comenzando a repartir golpes.

Eran más grandes y eran tres, cosa que no pareció importarle al momento de repartir puñetazos y patadas, claro que tres contra uno no era una pelea muy justa.

Pero terminó antes de lo pensado con un Mihawk echando fuego, mismo que corrió hacia la escena de pelea y jalo al pequeño peliverde de la camisa para elevarlo del suelo.

-¡Te dije que sin meterte en problemas!- gritó histérico mirando como la sangre corría por el labio y nariz del pequeño.- Sin duda alguna no voy a salir vivo de esta semana contigo.- Susurro ahuyentando a los tres mocosos y viendo de reojo a Robin, quien miraba aún sorprendida a todo para luego correr tras Crocodile, quien se acercaba.

-Me dijiste que podía usar la fuerza siempre y cuando la usará para defender a los demás.- Dijo cruzando sus brazos y ganando un suspiro por parte de Mihawk.

-Bien, vamos a casa.- lo bajo al suelo y comenzó a caminar, pero al no sentir los pasos del mocoso de cabello verde tras suyo se volteo y lo encontró entablando una conversación con Robin, quien le daba tímidas sonrisas.

-Parece que serán amigos.- Dijo Crocodile llegando al lado de Mihawk.- Espero que le enseñe a defenderse, por que es fuerte, pero muy tímida.

-Espero que ella le enseñe algunas cosas.- Susurro Mihawk comenzando a caminar en dirección a los dos niños.

****
El tiempo había pasado, las cosas habían cambiado y nada volvía a ser igual, Robin había crecido y se había vuelto una chica hermosa, inteligente y muy fuerte, sus ojos azules junto a su delgado cuerpo podrían hacerte pensar que jamás sabría defenderse, pero estaban muy equivocados, pues había tenido un muy buen maestro.

Ahora se encontraba a punto de terminar la preparatoria, contaba con calificaciones impecables y un récord que no había podido ser batido, sus calificaciones se marcaban en limpios diez a lo largo de todos sus estudios y eso no lo hacía ser una chica relajada que amaba divertirse y ser feliz con sus amigos.

Vivía sola con su madre, una arqueóloga muy reconocida que se mantenía hundida en sus libros y estudios, lo que hacía que no se vieran tanto como quisieran, pero ambas eran felices compartiendo un fin de semana al mes en donde se encargaban de contarse todo lo que no habían podido contarse, ver películas y comer comida de calle, un fin de semana en donde dormían pocas horas por que disfrutaban como si no hubiese un mañana antes de regresar a la misma rutina.

En estos momentos Robin iba camino a su casa con una gran sonrisa, llevaba entre sus manos varias bolsas con dulces y comida chatarra, hoy era la grandiosa noche y tenía muchas cosas que contarle a su madre, sin embargo, cuando llegó a casa se encontró en la soledad y obscuridad, no había nadie, el silencio era sorprendente y eso lo hacía sentir incómoda.

-¡Robin!- escucho el grito de su madre, quien la abrazo con fuerza y tomó el rostro de la morena entre sus manos.- Tienes que hacer una maleta, nos vamos un tiempo.- le dijo haciéndola correr hacia la habitación para ayudarla.- Hemos estado trabajando en una investigación y desatamos algo peligroso, ahora nos han amenazado y tendremos que salir del país, tú te quedaras en una casa de protección junto a los hijos de otros compañeros, pero tenemos que salir lo antes posible.

Robin asentía un poco confundida ¿irse? ¡Su graduación era ese miércoles! Pero escucho atenta las instrucciones de su madre mientras tomaba todo lo necesario y lo metía en una maleta que no tardo mucho en estar repleta.

Arrastraron la maleta hasta la entrada, en donde dos hombres muy altos las recibieron, Robin maldijo mirándolos, no los conocía y se veían aterradores, pero su madre, Olivia, señaló las maletas y ellos las subieron.

-Crocodile y Mihawk son compañeros, tal vez no los recuerdes mucho, pero Crocodile incluso me ayudaba a cuidar de ti cuando eras más pequeña.- ambas subieron a una camioneta color gris y de chófer estaba otro hombre, quien saludo a la morena y a su madre.-Él es Koushirou, de hecho solías jugar con su hijo.

Robin miró confundida a todos esos hombres, ¿se supone que los conocía a todos ellos por convivir con ella cuando era una niña? ¡No los recordaba!

El viaje transcurrió en silencio hasta un aeropuerto que Robin jamás había visto en su vida, estaba muy confundida ¿a donde iban? Sabía que saldrían del país pero tenía miedo al no saber a dónde se dirigían y el nivel de peligro al que se enfrentaban.

Su madre se mantuvo en silencio y llevándola a su lado en todo momento, tomada muy firme de la mano, Robin miró como varias personas subían al pequeño avión y tomó asiento al lado de su Madre, quien le sonrió acariciando el dorso de su mano.

-Te prometo que no será mucho tiempo, no te puedo contar mucho, pero te quedaras en una casa con vigilancia las 24 horas, yo sé que te puedes defender muy bien, pero algo de ayuda jamás está de más.- le guiño un ojo.- Ahora duerme, que cuando lleguemos te despierto y te presento con los demás.

Robin asintió cerrando los ojos y durmiendo todo el viaje hasta que lo despertó el suave movimiento de su madre, le dio una tímida sonrisa antes de ponerse de pie.

-Vamos, es hora.- ambas se pusieron de pie y Robin miró a su alrededor, no conocía nada.

Subieron a un auto que las llevo por las calles de la ciudad, una ciudad pequeña y muy colorida, se veía gente caminar con tranquilidad, incluso un pequeño mercado totalmente lleno de personas.

Llegaron hasta las afueras de la ciudad, un enorme portón los recibió y se abrió gracias a un guardia que los saludo rápidamente antes de dejarlos pasar.

Robin y su madre salieron del auto y olivia la tomó del rostro.

-Hija mía, te dejaré aquí, encontrarás algunos conocidos tal vez, crocodile, Koushirou y yo estaremos en la investigación, te prometo que terminará todo pronto y podremos volver a nuestra casa tranquila, no te puedo contar nada aun, pero verás como todo será rápido.- beso su frente y luego la abrazo.- Te amo, nos veremos pronto.- Robin la miro alejarse y como un chico rubio cargaba su maleta.

-Adelante señorita, por aquí.- Señaló la gran puerta de la casa y Robin asintió entrando, era una casa con techo sumamente alto, era sumamente acogedora, en la sala de estar se encontraban varias personas sentadas, una chica de cabello color naranja jugaba cartas con una chica de cabello azul y dos chicos de cabello negro lacio, uno de ellos con pecas cubriendo su rostro.

Robin siguió al chico rubio, quien le decía varias cosas que ella intentaba comprender, logró ver de reojo a un moreno de cabello ondulado y una gran nariz entrar a una habitación, a un chico muy alto de cabello azul y a un adulto de afro sonreir mientras salía del pasillo.

La dirigió a una pequeña habitación con dos camas individuales, ella miró curiosa la otra cama y como el rubio dejaba la maleta en una de las camas.

-Esta será tu habitación, si quieres cambiar de cama puedes hacerlo.- le sonrió.- ¿Quieres instalarte o dejas tus cosas y me acompañas a reunirme con todos?- preguntó y Robin miró la habitación intentando pensar en qué hacer, sentía algo de miedo al estar fuera de su zona de confort.

-Creo que me quedo aquí.- Susurro ella intentando evitar la mirada del rubio.-Estoy un poco cansada por el viaje y creo que lo mejor es dormir un poco.- Le dio una tímida sonrisa y luego señaló la cama vacía.- ¿De casualidad sabes con quien comparto habitación?- preguntó.

-Realmente no, sé que probablemente falten más personas, pero no estoy seguro, el único inconveniente es que puede tocarte con un hombre o una mujer, ¿estas bien con eso?- Robin maldijo internamente, claro que se sentiría mucho más cómoda con otra mujer en la habitación, pero no podía ponerse en un plan difícil, ¿o si?

-Si, no hay problema.- sonrió con un poco de pena.- Eres muy amable.

El rubio guiño un ojo y luego desapareció detrás de la puerta, Robin dio una última mirada a toda la habitación y se sentó en la que ahora sería su habitación, bajo la maleta y luego se acostó debajo de las sábanas para poder dormir un rato.

****

-No la despiertes, déjala dormir.- Robin escucho una voz y sintió una mano moviendo su hombro, se levantó aterrada pero se dio cuenta que era la misma chica de cabello naranja que había visto antes acompañada de la chica de cabello azul.

-¡Hola! Soy Nami y has dormido mucho, de hecho es madrugada.- le sonrió.- veremos una película para conocernos todos, ¿vienes?- preguntó invitándola a ponerse de pie.

Robin se sentó en la cama intentando reunir toda la información y acepto un poco dudosa, miró hacia la cama de un lado y había una mochila en ella, elevo una ceja antes de sonreír hacia la chica de cabello naranja.

-Claro, creo que me daré una ducha y pasaré con ustedes.- Nami sonrió.

-¡Te dije! Mi hermana Nojiko decía que era mala idea.- le saco la lengua a la chica de cabello azul.- cada habitación tiene un baño, así que ese es tuyo.- señaló una puerta.- puedes ducharte y luego bajar con nosotros, estaremos en la sala de estar.

Robin asintió y fue dejada sola nuevamente.

****
El agua había hecho maravillas, Robin  había salido de ducharse y se encontraba ahora envuelta en una toalla, miró su reflejo en el espejo empañado del baño y luego dio un enorme suspiro mientras mentalmente se daba ánimos para vestirse y bajar a convivir con todos aquellos desconocidos.

Salió del baño y se quedó estatica al ver a un chico recostado en la otra cama, él se giro un poco a verla y sus mejillas de tiñeron rápidamente de rojo mientras se ponía de pie y se daba la vuelta.

-¡Joder! ¡Lo siento!- Dijo llevando una mano a sus ojos.- lo siento mucho, no sabía que eras chica y menos que ibas a salir así.- con los ojos cubiertos por su mano caminó por la habitación y salió, Robin maldijo mirándo hacia la puerta.

Se vistió lo más rápido posible y con las mejillas muy sonrojadas camino hacia la sala de estar, en donde varias personas estaban abarcando el enorme sofá.

El mismo chico que se encontraba en la habitación desvío la mirada al verla mientras estaba recostado en un sofa individual con un pequeño niño dormido entre sus brazos, las miradas cayeron en ella.

-¡Hola! Hija de Olivia, ¿cierto?- preguntó el hombre de cabello afro, Robin asintió y se topo de golpe con la mirada del chico de la habitación, no sabía por qué, pero se le hacía sumamente familiar.

-Así es, mi nombre es Robin.- Susurró queriendo regresar y esconderse debajo de las sábanas, sin embargo la recibieron tiernas sonrisas.

-¡Yo nos presento!- Dijo levantándose la chica de cabello naranja.-Yo soy Nami.- se señaló y luego conforme mencionaba el nombre de cada chico, ellos saludaban con la mano.- tenemos también a Luffy y su hermano Ace, a Ussop.- señaló a los dos chicos de cabello negro y luego señaló al chico de la gran nariz.- Por acá está Sanji, un galán, junto con Franky.- los dos chicos la saludaron.- Acá esta brook, es un amor con nosotros.- el hombre del afro dio una enorme sonrisa.- Ah si, y el estúpido de Zoro que en estos momentos cuida de Chopper.- señaló al chico de la habitación y Robin comprendió todo.

Él era zoro.

El amigo de su infancia, quien le enseñó a pelear y a quien ella le enseñó a amar la lectura, ¿era él? Necesitaba ver su cabello, el chico la veía mientras ella lo veía y parecía captar la indirecta que la mirada de Robin le echaba, así que quito de su cabeza el gorro y reveló su cabello verde junto a tres pendientes, mismos que cayeron de su escondite.

Robin sonrió al verlo y él le regreso el gesto, ya no era tan mala experiencia.

****
La noche transcurrió con calma, Robin regresó a su habitacion temprano esperando que el peliverde la siguiera, y no se equivoco, pocos minutos después lo tenía frente a ella.

-¿Realmente eres tú?- preguntó él y ella se encogió de hombros.

-¿Por qué no sería yo?- preguntó ella sonriendo, luego señaló un pequeño collar que descansaba en su lugar.- ¿Recuerdas aquella pulseras que nos dimos?- preguntó, Zoro asintió y ella le mostró la delicada cadena.- Evidentemente no resistió tantos años, pero guarde una de las perlas y ahora está aquí.

Zoro sonrió un poco apenado y luego elevo sus manos.- Ahí me atrapaste, la tengo pero guardada, hace muchos años que me dejo de quedar.

Robin se sentó en la cama contenta de saber que ya no estaba sola, ahora tenía a un conocido y pensaba que nada podría salir mal.

Pero en eso se equivocaba.

Por fuera de la casa alguien merodeaba, lo que ellos no sabían es que estaban a punto de presenciar una emboscada que daría lugar en la noche, mientras se suponía que todos dormían, pero ellos dos estaban de pie.

***continuará***

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