-Tienes que hablarle.
-¡No voy a hacerlo!
-Si no lo haces, te voy a obligar.- Dijo el rubio frunciendo el ceño.
-Ni loco, solo te conté un par de cosas.- Dijo el peliverde frunciendo el ceño.
-Si, como las veces que te acompaña en las islas, ¡Y cuando te tomo del brazo mientras caminaban!- Sanji le dio un trago a su bebida y luego señaló a Zoro.- No me puedes decir que no hay algo entre ustedes, incluso yo, que amo con todo mi corazón a Robin estoy viendo lo que hay entre ustedes dos.
Zoro suspiro pasando ambas manos por su cabello, tomó la botella y le dio un profundo trago.
-Pero no entiendo por qué quieres que le pida salir conmigo en una cita, ya hemos salido en las islas juntos.
-¡Por qué salir a las islas sólo es caminar! Necesitan una cita, algo donde los dos sepan que es romántico y que no sólo van a cumplir con las cosas del barco.- Sanji levantó ambas manos al cielo.- Si no lo haces tú, la terminaré invitando yo.
Zoro termino de beberse la botella y la dejo sobre la mesa.
-Mi problema es que me pongo idiota cuando estoy cerca de ella.- Acepto la cerveza que Sanji le tendió.- No puedo hablar bien y luego aparece el asqueroso sonrojo que parece darle mucha risa.- negó lentamente abriendo la cerveza.
-¡Por qué le gustas!- grito un poco exasperado.- Ella se ríe tanto contigo por que también siente atracción por ti.- zoro negó.
La puerta se abrió y Nami se dejó ver, Zoro maldijo cerrando los ojos, la pelinaranja sonrió llegando y sentándose justo al lado del peliverde.
-Al parecer se les olvidó que estamos en un barco, que es fácil escuchar si alguien pasa por el pasillo.- Susurró revolviendo el cabello del peliverde, quien gruñó.- Pero estoy de acuerdo con Sanji, Robin está un poco loquita por ti, Zoro.- Nami se señaló a ella misma.- A mi me lo ha contado directamente, necesitar invitarla a una cita, tiene algo de conflicto por la diferencia de edad.
-Eso no es importante.- gruñó Zoro y Nami asintió lentamente.
-Claro que no, pero ella así lo ve.- le dio un par de golpes en la frente.- Tienes que hacerlo, o no llegarán a nada, de hecho estamos por ponernos a doblar ropa, deberías aprovechar.- se puso de pie y camino a la puerta.- Por qué si no eres tú, puede llegar alguien más.- se encogió de hombros y salió de la cocina.
Zoro suspiro maldiciendo por lo bajo, Sanji se encogió de hombros y luego señaló la puerta.
-Solo ve y dile que quieres que te acompañe a la próxima isla, ni siquiera tienes que mencionar la palabra cita, puedes decirle que te gustaría que fueran juntos y solamente eso.- El rubio le dio un trago a su bebida y luego señaló a Zoro.- Por qué lo que dijo Nami es cierto, puede llegar alguien más.
Zoro terminó de golpe su cerveza y se puso de pie, el rubio lo siguió y ambos caminaron hacia cubierta, en donde las dos chicas se encontraban charlando despreocupadamente mientras doblaban ropa.
Zoro maldijo al ver a Robin, el sol le pegaba de frente, iluminando su rostro y haciendo su piel brillar, sonreía con mucha alegría junto a Nami mientras doblaban algunas prendas y las separaban en distintas montañas.
Zoro dio un par de pasos atrás sintiendo el sonrojo abrirse paso en su rostro, pero Sanji lo empujó hacia ellas, Zoro volvió a retroceder y se dio una pequeña pelea hasta que Sanji dio un pequeño salto y lo empujó con mucha fuerza.
Zoro dio pasos tambaleantes y terminó sentándose a un lado de Robin, incluso llegó a empujarla un poco y sus cabezas chocaron, pues la morena hacia volteado a ver la pequeña pelea, miró a Zoro y le sonrió.
El sonrojo era evidente en su rostro, miró hacia atrás en donde Sanji lo veía cruzado de brazos y luego hacia Nami, quien doblaba ropa mirándolo de reojo.
-Hola.- Susurró llevando una mano a su nuca.
-Hola.-le respondió ella con una pequeña sonrisa.- ¿Sucede algo?
-¿Planeas algo para la próxima isla?- pregunto un poco dudoso, Nami cubrió su rostro con sus manos para no reír.
-Si, Bajar a la isla.- respondió Nami abrazando a Robin.- Me va a acompañar por que tendré una cita y no quiero ir sola.- Robin la miró alzando la ceja, ella le guiño un ojo.- Y, claro que Robin podrá interactuar con el guapo amigo de mi cita.
Zoro entrecerro los ojos hacia la pelinaranja, ella le dio una enorme sonrisa antes de ponerse de pie y cargar una cesta llena de ropa para desaparecer por el pasillo.
-Supongo que en plan es cuidar a Nami.- susurro ella encogiendose de hombros.- ¿Por qué?- Zoro puso ambas manos en sus rodillas.
-Por nada.- Se puso de pie y la morena suspiró pasando un mechón de cabello tras su oreja.- Ya no te distraígo más.- dio un par de pasos y ella lo detuvo sosteniendo su mano.
-Hoy tengo guardia.- sonrió por lo bajo.- Podrías acompañarme y podemos beber algo.- Zoro le regreso la sonrisa un poco apenado y asintió.- entonces nos vemos.
Se despidieron y Zoro corrió un poco apresurado a la cocina, Sanji lo siguió apresurado, cuando llegó y cerró la puerta detrás de él, Zoro estaba apurado abriendo una cerveza.
-Me ha dicho que nos viéramos hoy en su guardia para beber algo.- susurro algo paniqueado, Sanji sonrió.
-¿Y si mejor hacemos que todo sea diferente?- preguntó y Zoro elevo la ceja frunciendo el ceño.- Algo más romántico.
Zoro bufó, pero asintió.
-¿Como que?- pregunto, Sanji se encogió de hombros y luego tomó asiento.- Solo sé que Nami es una bruja y que no quiero que se entere.
****
Zoro miró la escena muy nervioso, era algo demasiado romántico que jamás se le hubiera ocurrido a él.
Había una manta en el suelo, un par de botellas de vino, copas y pequeños snacks y un par de velas, todas improvisadas de las velas del barco, por lo que había de todos tamaños y colores.
Zoro miró nervioso el lugar, Sanji encendió un cigarro y miró a su compañero.
-Deberías irte a cambiar, por que no tarda para que venga.- Dijo el rubio y Zoro asintió corriendo hacia el baño.
Cuando salió dispuesto a ir a su habitacion, con solamente una toalla rodeando su cintura, se encontró con Robin, ella le dio una linda sonrisa, llevaba una pijama adorable y pantuflas.
-¿listo?- preguntó y Zoro asintió.- Me voy a cepillar los dientes y voy a la torre.
-Claro, solo me cambio y voy para allá.
-Ropa cómoda ante todo.- Robin le guiño un ojo.- yo estaré en pijama.
Zoro asintió y corrió a su habitacion, Sanji le había colocado ropa elegida estrategicamente, incluso un perfume, pero Zoro la dejo de lado y opto por una pijama que Chopper le había regalado hacia varios meses.
Se intento peinar un poco, pero no era algo fácil de hacer, así que opto por dejarlo desordenado como siempre y solamente se puso un poco del perfume.
Salió y Robin iba caminando por cubierta, él la siguió rápidamente y le tocó el hombro.
-Tengo una idea diferente para la guardia.- Susurró y Robin lo miró fijamente, le sonrió y lo miró extender la mano hacia ella.- ¿Vienes?
Acepto la mano que le entendió y caminaron hacia la parte delantera del barco, se lograban ver la luz tenue de las velas en el lugar y Robin comenzó a sonreír más fuerte.
Era algo sumamente sencillo y nada muy elaborado, pero Robin parecía encantada con el pequeño lugar.
-Sanji me ayudó, creo que...
-Me encanta.- Susurro acercándose y mirando todo, las botellas, las copas, los snacks, las velas, todo estaba maravilloso.
Zoro sonrió por lo bajo y la invito a sentarse, acomodándose junto a ella y sirviendo unas copas para disfrutar de la noche, las olas y la compañía de la morena.
Mientras ellos se perdían en su momento, Sanji observa todo con un cigarro entre sus labios, una botella en su mano y una sonrisa de orgullo.
-Así que eres un cupido.- Susurró Nami sentándose a su lado, él la miró y sonrió con galantería.
-Por supuesto que si, ¿quieres que nos haga una cena romántica?- pregunto señalando la cocina.- me encantaría cocinar para ti.
Nami sonrió.
-Me gustaría.- susurró aceptando la mano que Sanji le tendió y caminando juntos a la cocina.
Esa noche el ambiente se relajo, las sonrisas crecieron y una Paz se respiro por todos lados, esa noche fue el inicio de muchas más noches tranquilas.