one shorts de ZoroxRobin.

By Dair_Cipriano04

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ΒΏTe gusta la pareja tanto como a mi? Pues te invito a disfrutar de estos cortos de romance sobre ellos πŸ’œ Es... More

introduccion.
#01
#02
#03
#04
#05 Parte 1
#05 Parte 2
#06
#08
#09
#10
#11
#12
#13
#14
#15
#07
#16
#17
#18
#19
#20
#21
#22
#23
#24
#25
#26
#27
#28
#29 Parte 1
#30
#31
#32
#33
#34
#35
#36
#37
#38
#39
#40
#41
#42
#43
#44
#45
#46
#47
#48
#48 Parte Dos.
#49
#50
#49 Parte Dos
#51
#52
#53
#54
#54 Parte 2
#55
#56
#57
#57 Parte 2
#58
#59
#60
#61
#61 Parte 2
#62
#63
#64
#65
#66
#67
#68
#69
#70
#71
#72
#73 Parte 1
#73 Parte 2
#74
#75
#76
#77
#78
#79 Parte 1
#79 Parte 2
#80
#81
#82
#83
#84
#85
#85 Parte 2
#86
#87
#88
#89
#90
#91
#91 Parte 2
#92
#93
#93 Parte 2.
#94
#63 Parte 2
#95
#96
#97
#98
#99
#100
#101
#102
#103
#104
#105
#106 Parte 1
#106 Parte 2
#107
#107-B
#108
#109
#110
#111 Parte 1
#111 Parte 2
#112
#112 Parte 2
#113
#114
#115
#116
#117
#116 Parte 2
#117 Parte 2
#118
#119
#120 FINAL.

#29 Parte 2

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By Dair_Cipriano04

El desayuno se había vuelto algo incómodo, todos observaban a sus dos nakamas de pie, Robin los miraba muy preocupada y Zoro simplemente estaba de pie, intentando observar las reacciones de todos.

-¿Estas embarazada?- preguntó Franky entre lágrimas y una gran sonrisa.- ¡Estoy tan feliz por ti!- Dijo poniéndose de pie y corriendo a abrazarla.

Se escucharon muchos aplausos y gritos, Robin suspiro con alegría y acepto todos los abrazos que recibía, cuando Nami la abrazo, Bell se colgó de su cuello y se negó a regresar con su madre.

-¡Vamos a tener un nakama nuevo!- grito Luffy emocionado.-¿Oíste Bell?- pregunto a su hijo, que sonreía sentado en las piernas de Robin.-¡Tendras un amigo para jugar! Comenzó a aplaudir y Bell lo imito, Luffy estiro los brazos y sacó volando a su hijo, desestabilizando a Robin, Zoro se piso de pie rápidamente y la sostuvo para evitar que cayera.

-El problema es.-Dijo Zoro acomodándose mejor  y mirando a Robin.- Es que Robin está presentando unos problemas, su embarazo no es como el de Nami, es algo más riesgoso.

-¿Que tan riesgoso?- Preguntó Franky, aún llorando, pero ahora de preocupación.- ¡Dime y yo me encargo de que mi hermana  no nueva ni un solo dedo!-se puso de pie y levantó su mano, fingiendo hacer un pacto.

-Sólo un poco más de cuidado, no quisimos decirles por qué se presentaron algunas amenazas de aborto, pero al parecer está mejorando todo.- se sentó a un lado de Robin, por debajo de la mesa, como se había hecho costumbre, la tomó de la mano.- Sin dejar de lado que buscan a Bell también, pero sabemos que defenderlo jamás será un problema, todos podemos.

Todos asintieron y comenzaron a crear planes de acción para el "plan bebé"

****meses después****

Robin era obstinada, ella quería bajar a esa isla, quería que Zoro cumpliera la promesa de ir a elegir juntos la ropa de su bebé que estaba muy próximo a llegar, pero Zoro estaba cruzado de brazos y muy molesto.

-No puedes bajar, quedamos que a partir de los ocho meses te quedarías en el barco.- Dijo Zoro señalando su enorme vientre.- Tienes ocho meses y medio ¡Y has bajado conmigo a muchas islas!

-Claro que he bajado a muchas islas, por que tú me cuidas, ¿acaso no te crees capaz de cuidar de mi una vez más? ¡Hasta he salido con Sanji a las islas!- señaló a Zoro y luego al aire.- Me habías dejado bajar en cada isla sin problema, ¿por qué está es diferente?- preguntó molesta, Zoro se encogió de hombros.

-Es una isla grande.

-Significa que hay más tiendas de bebés que podemos visitar.- se cruzo de brazos y luego sonrio.- tu retoño me esta pateando, significa que esta de acuerdo conmigo.-acaricio su vientre y Zoro se acercó a sentir los movimientos.

-Te está pateando para que te calles, por que sabe que tengo razón yo.- se acerco más a Robin y la abrazó, estaban en la intimidad de su habitación, ahora la cama era un poco más grande y una cuna se encontraba adornando más el lugar.- Necesito que me entiendas, es muy difícil para mi no preocuparme, yo sé que podemos ir, que si hay problemas los vamos a resolver y que todo saldrá bien, pero es difícil... Vamos a ir, ¿si?-Robin asintió con una gran sonrisa.- pero no mucho tiempo, daremos una vuelta, veremos algunas tiendas y regresamos.

-Claro, estoy de acuerdo.- asintió tomando la mano de Zoro y colocándola justo en el lugar donde pateaba.

-Trata de cubrirte el rostro, los cazarecompenzas están siguiéndonos como locos, desde que salió a la luz el embarazo parecen no dejarnos en paz.

Robin asintió y se cambió rápidamente, varios pares de brazos extra la ayudaron a terminar rápidamente el proceso y sobre todo a ponerse zapatos.

Se mostró ante Zoro con un vestido holgado que escondía a la perfección las nuevas curvas de su cuerpo y le guiño un ojo.

Zoro suspiró negando lentamente. Al inicio no habían frecuentado mucho ninguna tienda, por que recién había salido a la luz la noticia de ellos juntos con una fotografía de ellos y Bell... Y en cuanto el embarazo se noto las fotos inundaron los periódicos y la recompensa por los bebés aumento, la recompensa de Robin aumento igual, la pedían viva y con los bebés.

Era muy riesgoso y Robin lo sabía, había sido paciente y evitando bajar a muchas islas durante casi todo el embarazo, pero ella quería bajar a esta isla y Zoro podía ser flexible y acompañarla.

-¡Ustedes dos!- dijo Nami entrando sin tocar la puerta, ambos miraron a la pelinaranja.- ¿Van a bajar al pueblo?-Robin asintió.

-Vamos a bajar.- Dijo zoro mirando a la morena con los ojos entrecerrados.- ¿Por qué?- Nami se encogió de hombros.

-Sólo quería saber.- la puerta se abrió un poco más y Bell entró dando pasos inestables, ya tenía un año y medio y apenas se soltaba a caminar solo, sonrió a todos en la habitación.

-¡Mamá!- grito con alegría hacia Nami y luego se acercó a Robin, abrazándola con fuerza y subiendo las manitas a su viente para acariciarlo.

-Estoy un poco celosa de que mi hijo ame estar con tu bebé ¡que aún no nace! Si es niña... Serán novios.-afirmo Nami con una gran sonrisa.- como sea, bajen temprano, por que cuando esta oscuro se pone peligroso.

Robin asintió y Nami salió de la habitación seguida de Bell, que corría tras su madre con pasitos tambaleantes, Zoro se cruzo de brazos.

-Si es niña... No va a tener novios.-Dijo firmemente mientras abría la puerta de la habitación y dejaba a Robin salir entre risas.

En cubierta todos se preparaban para bajar, la sorpresa inundó los rostros al ver a Robin lista y preparada para bajar, Sanji le tendió una pequeña bolsa con comida y le guiño un ojo, Robin agradeció.

-¿Vas a bajar a la isla?- preguntó Ussop mirándola muy preocupado, Robin asintió.

-Si, voy a bajar.- las miradas cayeron en Zoro, quien se encogió de hombros. - No lo vean a él, puedo bajar y caminar tranquilamente, el peligro ya pasó.

-Y estas a dos semanas de dar a luz.- Dijo Chopper corriendo hacia ella con pánico.- No estuve cuando Nami tuvo a Bell, quiero estar para ti cuando nazca tu bebé.- susurró mirándola con un poco de miedo.- Quiero que todo salga bien.

-Y todo saldrá bien.- le sonrió Robin.- Solo serán unas horas, regresaré y me acostare para jamás volver a salir del barco hasta después de que nazca, ¿si?-preguntó y el pequeño reno asintió.- Nos vemos en la tarde.

Robin bajo del barco con ayuda de Zoro y se perdieron de la vista de todos rápidamente, Chopper se veía muy preocupado por el hecho de dejarlos ir solos, Sanji discretamente bajaba para seguirlos y cuidar del bienestar de Robin y todos los demás corrían a disfrutar la isla.

****
El sonido de los gritos, agua corriendo por el suelo, la humedad en el ambiente y un profundo dolor en todo el cuerpo.

Zoro abrió los ojos de golpe y se encontró a él mismo en una habitación encerrado, miró las esposas que lo obligaban a tener las manos en la espalda y los barrotes que lo mantenían dentro de una pequeña celda, miró a su alrededor y entró en pánico ¿donde estaba Robin?

Se puso de pie rápidamente y las cadenas le impidieron ir muy lejos, un par de forcejeos y las cadenas se vencieron, miro hacia la pared la pequeña plataforma oxidada y negó lentamente, hizo fuerza y las cadenas se rompieron en un santiamén, liberando sus manos.

Miró las barras metálicas que lo separaban de sus katanas, que estaban sobre un escritorio vacío, puso una mano en cada barra y con un poco de dificultad y raspando por completo sus manos, pudo abrirlas.

¿Acaso era una broma de mal gusto o un sueño?

Fue fácil de salir, la cabeza le dolía a morir, llevó una mano a su cabello y descubrió sangre, su ropa estaba llena de sangre seca proveniente de su cabeza.

Tomó las katanas y con pasos silenciosos camino por los pasillos, no se veía mucha gente, y las pocas personas no lo tomaban en cuenta, su preocupación comenzó a crecer cuando intento recordar que era lo que estaba pasando o donde había estado antes y no lograba tener ningún recuerdo.

¿Que estaba haciendo en ese lugar? ¿Donde estaba anteriormente? Miro a todos lados y un hombre rubio corrió hacia él.

-Maldita sea, ¿donde estabas?- pregunto empujándolo.- Tienes una abertura enorme en la cabeza.- Dijo examinandolo.

-¿Quién eres?- preguntó desenvainando una de sus katanas, el rubio maldijo.

-¿No me recuerdas? ¡MALDITO SEAS, MARIMO!- El nombre de marino le hizo eco en la cabeza, sabía que significaba algo, pero no sabía que era.- Bien, ¡sígueme! Tenemos que salir de aquí.

Lo tomo de la camisa y lo comenzó a jalar, Zoro siguió los pasos del rubio y terminó desviandose.

Entro a una habitación, pequeña, había sangre en el suelo, una camilla de sábanas anteriormente blancas que ahora estaban empapadas en sangre, había una pequeña jaula en una esquina, sobre un charco de sangre descansaba el cuerpo de una mujer de cabello negro, Zoro dio pasos intentando reconocer el rostro, sabía que lo conocía, pero no sabía fe dónde.

-¡joder! ¡NO TE PIERDAS!-Grito el rubio jalandolo.- No la veas, debemos dejarla aquí.-Dijo arrastrándolo fuera de la habitación, Zoro no comprendía nada, pero sentía la necesidad de salvarla, hasta que desapareció en una lluvia de pétalos, Zoro abrió mucho los ojos  totalmente sorprendido.

Siguió al rubio con brusquedad y se topo de frente con la misma mujer, llevaba el cabello negro suelto y muy revuelto, a su paso dejaba una línea de sangre, llevaba una bata de hospital manchada y sábanas entre sus brazos.

-¡Robin!- grito el rubio, Zoro elevo la ceja y escucho un llanto, no comprendía quienes eran esas personas, no sabía dónde estaba ni por qué estaba ahí, pero ella se veía asustada.- Por fin te encuentro, ¿A donde te fuiste a perder? Debemos llegar al barco, Zoro esta un poco loco.

La morena miró a Zoro fijamente, tenía la respiración alterada y se acercó a él con pasos tambaleantes, pero él retrocedió.

-¿Quién eres?-preguntó dudoso.- ¿Estás bien? ¿Estás herida?- Robin llevo una mano a sus labios temblorosos.

-¿No sabes quien soy?- preguntó, zoro miró una lagrima correr por su mejilla y se escucho un quejido, bajo la mirada y se encontró con un pequeño bebé que apenas dejaba ver su rostro.- ¿Robin? ¿Recuerdas mi nombre?- susurró en voz baja, pero él negó.

-Lo resolvemos en el barco, Robin, estas perdiendo mucha sangre, tenemos que irnos.- el rubio los empujó a ambos un poco, pero la morena dio un par de pasos en falso, se veía cansada, con los ojos entrecerrados caminaba sosteniendo con fuerza al bebé.

Lograron salir del edificio con rapidez, afuera un grupo de personas corrían en su dirección, Zoro sintió algo de pánico, un esqueleto, un ciborg, un reno extraño y un hombre con una nariz enorme se dirigían hacia ellos, dio un par de pasos hacia atrás.

-¡ROBIN!- Grito una chica de cabello naranja que sostenía a un pequeño niño contra su pecho.- ¿Que te paso? ¿ZORO? ¡ESTAS BAÑADO EN SANGRE!

Al escuchar su nombre sintió un extraño vacío en el estómago ¿quienes eran ellos? ¿Por qué parecían conocerlo cuando él no los conocía?

Rodearon a la morena, quien tras unos segundos de charla cayó desvanecida al suelo, justo después de pasarle el bebé al rubio y cayendo en los brazos del enorme ciborg.

-¡ZORO! ¿Que paso? ¿Que le hicieron a Robin? ¿Por qué están así? ¡DEBÍAS CUIDARLA! ¿POR QUE NO LA LLEVASTE AL BARCO? Joder, ¿por qué me ves como idiota?- pregunto poniéndose frente a él.

-Joder, no sé quién eres, pero ya me estás dando dolor de cabeza.- respondió llevando una mano a su cabeza, el reno y el ciborg corrieron cargando a la mujer, seguidos de varios más, dejando solo a Zoro con el rubio y la pelinaranja.

-¿Cómo que no sabes quien soy?- pregunto ella mirando fijamente al peliverde.

-Ha perdido la memoria, tal vez por el golpe tan horrible que le han dado en la cabeza.-Dijo el rubio suspirando, el niño que ella llevaba entre sus brazos miraba a Zoro finamente mientras tenía una mano en su pequeña boca.

-¿No nos recuerdas?- preguntó y él negó rápidamente, el bebé estiro sus pequeñas manos hacia Zoro, pero la chica lo alejo.- Será mejor que lleguemos al barco rápido.

Zoro se dejo guiar por ambos, el rubio cargaba al bebé con mucha delicadeza y le echaba miradas de vez en cuando, Zoro miró la escena.

-¿Es tu hijo?- preguntó al rubio.- ¿Ella era tu esposa? - Sanji lo miró muy fijamente, Nami se detuvo totalmente asombrada.

-¿Robin? Pregunto la chica, Zoro asintió, ella miró al rubio y luego al peliverde.- ¿Realmente no recuerdas nada?.- él nego, ella suspiró lentamente y se acercó un poco a él, quien instintivamente llevó una mano a sus katanas.- Cálmate, necesitamos explicarte todo, pero tenemos que llegar al barco, ¿si? Tenemos que llevar al bebé.

Zoro asintió y los siguió sin problemas, nami lo vigilaba de vez en cuando para evitar que se perdiera, pero en ningún momento se desvío.

****
En el barco se encontraba toda la banda reunida, zoro estaba sentado justo en una esquina de la mesa del comedor, había varias cosas sobre la mesa, pero él no reconocía ninguna de ellas.

-¿Recuerdas esto?- preguntó Luffy señalando el cartel de recompenza del   peliverde, Zoro lo tomó entre sus manos sorprendido.

-¿Estoy siendo buscado?- preguntó mirando la recompenza.- ¡Pero si yo era cazarrecompenzas!- Luffy abrió mucho los ojos, Nami miró a ambos hombres.- koushirou debe estar muy preocupado.- Se puso de pie rápidamente, molestando a Chopper que estaba curando las heridas de su cabeza.

-¿Quién?- preguntó brook mirando confundo a Zoro, que se acercó a la puerta.

-El padre de kuina.-  Respondió Luffy, Zoro abrió la puerta de golpe y se topo  con Sanji, que lo señaló.

-Tú, ven.- lo jalo de la ropa y lo llevó lejos de todos, en dirección a la puerta de una habitación que Zoro desconocía por completo.- Ahí esta tu mujer y tu bebé.- Zoro abrió mucho los ojos.- Si, si, luego te pones al corriente, quiero que entres y que escuches lo que te va a decir.

Zoro entró dudoso, la mujer de cabello negro lo miró preocupada, parecía estar recién bañada, el cabello  húmedo había sido recogido en un moño, a su costado descansaba una cuna y los ojos azules de ella se fijaron en él.

-Hola.- susurró ella de forma temblorosa.- ¿Cómo estás?- Zoro dio un par de pasos hacia ella metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón, sintió algo en uno de ellos y lo sacó.

-¿Que somos?- preguntó mirando la caja pequeña color negro que había sacado, la examino.- Me han dicho afuera que eres mi mujer... Que ese es mi hijo.- señaló a la cuna y ella se puso de pie con dificultad.

-Es tu hija, es una niña muy hermosa.- Susurró en voz muy baja con una sonrisa muy tenue, pero muy genuina.

Camino hacia la cuna seguida de él, que jugaba con la caja entre sus dedos, ella levantó un poco la cabeza del bebé y le quito el pequeño gorro que tenía, revelando un poco de cabello verde, el bebé estaba vestido completamente de negro, incluso las sábanas de la cuna eran de un gris muy obscuro.

-No sé qué tanto recuerdes, pero teníamos una relación muy bonita, justo hoy habíamos tenido un conflicto, tú no querías que bajara a la isla y yo si.- Susurro poniéndole el gorro de nuevo en la cabeza al bebé, que se quejó.- pero accediste y bajamos, estuvimos en finas varias tiendas comprando cosas y luego te golpearon en la cabeza muy fuerte, me sorprende que no te haya pasado otra cosa.- Zoro llevo una mano a su cabeza, en donde las costuras lo recibieron.- nos separaron y el bebé comenzó su camino al mundo, yo logré esconderme creando una copia exacta.- se encogió de hombros.

Zoro escucho atentamente y por accidente tiro la cajita que tenía en sus manos, la cual rebotó en el suelo y se abrió, revelando un hermoso anillo, ambos se quedaron en silencio, Zoro la tomó rápidamente y la cerró, dejándola en su puño cerrado.

Robin miró la cajita y al tomarla, sus dedos rozaron con los de Zoro, quien sintió escalofríos recorrer su espalda ante el tacto, Robin lo miró esperanzada.

Zoro dejó la cajita a un lado y pidió a Robin sus manos, ella las extendió y Zoro volvió a sentir los escalofríos en su cuerpo, no recordaba muy bien quién era ella, pero recordaba el sentimiento que rodeaba su cuerpo cada que la tocaba.

-No sé quién eres.- susurró apretando sus manos.- Pero el maldito sentimiento que me haces sentir al tocar tus manos no puedo olvidarlo.- ella sonrió, se acercó un poco a él y lo abrazo, Zoro correspondió al abrazo rápidamente, el olor a flores de ella le estaba haciendo recordar varias cosas, cerró los ojos con fuerza inhalado su aroma.- Creo que esto necesitaba.

No la quería soltar, a su mente llegó un sentimiento abrumador de querer protegerla cada momento de su vida, aún no lograba recordar quién era o la relación que tenían, pero llegaba a él el sentimiento de amor y la necesidad de protección, recordó el perderse en sus hermosos ojos azules por horas y acariciar su piel suave y desnuda, pero no recordaba la relación que tenían.

El bebé comenzó a llorar y quejarse, ella hizo un intento de ponerse de pie, pero él se levantó y lo tomó con mucho cuidado, meciendolo un poco.

La puerta se abrió, el bebé que había visto anteriormente entró a la habitación con pasitos lentos seguido de tres personas, el rubio, la chica de cabello naranja y el chico del sombrero de paja.

-¿Bebé?- pregunto el niño, Zoro camino hacia Robin y se sentó a su lado.

-Él es Bell, nuestro sobrino.- señaló al bebé quien saludo sonriendo.- Es hijo de Luffy, nuestro capitán.- el chico de sombrero de paja sonrió.- y de Nami, la navegante.-la pelinaranja suspiro mirándolo y lo saludo.- Sanji es el cocinero del barco y podría decir que tu mejor amigo, aun cuando siempre pelean.

-Por qué eres un maldito idiota que no sabe tratar a una señorita.- Dijo el rubio llevando el cigarro a sus labios, sin encenderlo.

-¿Soy eso?- preguntó Zoro preocupado hacia Robin, quien comenzó a reír y negó lentamente poniendo una mano en su mejilla, Zoro suspiro cerrando los ojos con mucha paz.

-Claro que no, pero pelean muy constantemente.

Bell se acercó a Zoro y tocó sus rodillas buscando ver al bebé, Robin lo subió a sus piernas  y Bell contemplo al bebé con mucha alegría.

Poco a poco los demás integrantes de la banda se acercaron a la habitación y se sentaron en el suelo, todos con anécdotas para hacer recordar a Zoro, quien poco a poco recordó algunos detalles y se sentía más en calma, aunque seguía teniendo muchas lagunas.

****
-Entonces era un cazarrecompenzas... Y me estaban matando de hambre, entonces me obligaste a ser tu nakama.- Dijo y Luffy asintió con mucho entusiasmo.- Luego conocimos a ella. - Señaló a Nami, quien le guiño un ojo mientras Bell se acurrucaba dormido contra ella.

-Claro, lo mejor que les pudo haber pasado.-Zoro sonrió por lo bajo, Robin estaba acostada en la cama a un lado de él, Zoro no había querido soltarla desde que se había dado cuenta de lo que lo hacía sentir.

-Luego conocimos a Ussop, lo ayudamos y después fue al cocinero.- Sanji, quien tenía entre sus brazos a la pequeña bebé, asintió.- Luego Nami nos traicionó, a mi me hirieron de muerte y luego la rescatamos.- Nami sonrió un poco melancólica al recordarlo.- Te ayudamos, viniste con nosotros y luego te enfermaste y conocimos al doctor.- Chopper asintió, estaba justo al lado de él, curando las heridas y cambiando vendajes.- Y luego...

Se giro a ver a Robin, ella estaba atenta y le sonrió con una tierna mirada.

-Enemiga que terminó siendo nakama.- le guiño un ojo y Zoro apretó su agarre.

-Después conocimos a Franky y por último a Brook, ¿cierto?- todos asintieron, Brook estaba a un lado de Sanji, observando con bastante entusiasmo a la pequeña niña que descansaba con mucha tranquilidad.

-¿Que recuerdas?- Pregunto Franky.-¿Algo nuevo?

-Pocas cosas.- susurró en voz algo baja.- me duele la Cabeza.

-Creo que deberíamos dejarte dormir.-  Dijo Nami y Brook asintió.

-Tienen un bebé recién nacido y un Zoro renovado, tal vez mañana se sienta mejor.- Brook se puso de pie mientras hablaba.-Me voy y pido mañana convivir con mi pequeña sobrina primero que todos.

Salieron poco a poco de la habitación hasta dejarlos solos, Sanji puso a la bebé en la cuna y se despidió, ahora Zoro miró a Robin y elevo la cajita.

-Al parecer iba a pedirte matrimonio.- Susurro metiéndose en las sábanas, ella sonrió y asintió lentamente, pasó ambas manos por los hombros de él y lo abrazo.

-Estoy muy feliz de que estés vivo.- se acerco un poco más a él, aspirando su aroma con mucha paz.- Espero que pronto recuerdes todo.

Zoro la pegó más a su cuerpo y beso su frente mientras comenzaba a quedarse dormido.

****
Ruidos, sonidos de cosas cayendo, el llanto de un bebé, movimientos en la cama, zoro abrió los ojos de golpe, el recuerdo de un golpe en su cabeza y escuchar el grito desgarrador de Robin pidiendo por él le taladro hasta el fondo.

Veía todo obscuro, ¿dónde estaba Robin? ¿Donde estaba él? ¿Que estaba pasando? Sintió movimiento en el hombro y abrió los ojos.

-¿Estas bien?- preguntó Robin mirándolo, tenía entre sus brazos a la bebé, que se encontraba comiendo.- Estas teniendo una pesadilla.

Zoro miró a Robin fijamente por varios segundos, la tomó del rostro con ambas manos y la besó.

La beso una y otra vez, Robin sintió humedad en la mejilla y se encontró con lágrimas, separo a Zoro y las limpio con un par de brazos extra.

-Creo que jamás te olvidé.- Susurró él.- Jamás olvide el sentimiento que me haces tener cada que te toco.- Robin abrió mucho los ojos.- Recuerdo todo, recuerdo a Nami siendo una bruja siempre, a Luffy molestando a todo mundo Con Bell, Chopper durmiendo con nosotros, a ti... Y al bebé.

Robin lo miro con mucha esperanza, tomó la mano del peliverde pero la pequeña se separo de su pecho y comenzó a llorar.

-No te sientes si tienes hambre.- Susurró Robin colocándola nuevamente en su lugar, ella siguió comiendo.- ¿Ya recuerdas todo?

Zoro se quedó callado mirando fijamente a su hija, ella comía con calma y los ojitos cerrados, Zoro le quito el gorro y dejo a la vista su cabello verde, sonrió.

-Recuerdo decirte que no quería que bajaras a la isla... Y el golpe, recuerdo escucharte decir que eran inexpertos y no sabían de los poderes... Por eso fue muy fácil engañarlos.- Robin asintió.-Fingiste que te desangrabas...

-Y yo recuerdo un anillo muy bonito. - Susurró Robin mirando a la bebé dormirse poco a poco.

-Ah.-Zoro miró la caja en la mesita de noche y la tomó.- Mi idea era dártelo... Pero paso todo eso y jamas hubo tiempo...- abrió la pequeña caja.- Estoy recordando todo, pero no recuerdo aún que era lo que te iba a decir, ¿lo quieres ahorita o esperas a que me acuerde?- pregunto y Robin ya tenia la mano estirada y dispuesta a tomar el anillo.

-Acepto.

Zoro sonrió y le colocó el anillo en el dedo, Robin sonrió y un dolor de cabeza intenso hizo a zoro maldecir, Robin puso una mano en su hombro y la bebé por fin terminó de comer.

Robin acomodo su ropa y coloco a la bebé en su hombro, dispuesta a sacar sus gases, pero Zoro abrió un poco los ojos y estiro los brazos, Robin se la pasó con mucha delicadeza y le dio una breve indicación de cómo sacar los gases.

-Me reconforta tenerla aquí.-Susurró dando muy leves golpecitos en su espalda.- Y a ti también.- la miro y Robin estaba mirándolos con mucha ternura.- en los recuerdos lo primero que volvió fue el golpe, sentirme a mi mismo sin poder reaccionar y luego solamente tu voz, escuchaba gritos, llantos, escuchaba que se harían ricos y que a mi me habían roto la cabeza.- llevo una mano a las costuras pero la bebé se quejo, así que regreso a ella.

-¿Escuchabas, pero no podías moverte?- pregunto sorprendida y Zoro asintió.

-Escuché que las venderían juntas, que darían mucho dinero y serían ricos por que tenían a casi toda la familia, pero que tú perdías demasiada sangre y estabas por morir.- Robin se acercó más a él, la bebé comenzó a sacar gases.- entonces  uno de ellos dijo que éramos menos de lo que la gente decía.

Robin se abrazo a él con cuidado, acariciando la espalda de su hija.

-Y luego creo que me desmaye, perdí demasiada sangre, me desmaye creyendo que habías muerto.

-Pero no fue verdad, ellos creen que nos hicieron un gran trauma, pero realmente el bebé nació bien, Chopper me ayudó, no hubo problemas, solo por el lugar, pero todo fue muy bien.

Zoro la abrazo con mucha fuerza y la bebé comenzó a hacer pequeños ruiditos, Zoro la miró, parecía estar  sonriendo.

-¿Estás llorando?- pregunto Robin y zoro la miro muy enojado mientras lágrimas bajaban por sus mejillas.

-No, yo no lloro.-susurro limpiando sus lágrimas.- Es sudor... Y es que ella es tan hermosa.

Robin comenzó a reír por lo bajo y lo beso, la bebé se había dormido, pero ambos se negaron a pasarla a la cuna, durmió justo entre los dos, disfrutando el calor de sus padres.

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