***Universo alternativo***
La campana anunció el fin de las clases, cientos de estudiantes salían de sus salones para poder ir a sus casas, algunos se quedaban a clases extra o se preparaban para salir a divertirse, era viernes en la noche, así que algunos se juntaban para salir a pasear juntos.
Robin caminó por los pasillos con unos cuantos libros entre sus manos, buscaba a su amiga Nami con la mirada, habían quedado de verse en un viejo árbol en el patio delantero, pero aún así la buscaba por que solía quedarse platicando con sus amigos en los pasillos.
Logró salir del edificio y miró a lo lejos el árbol, bajo este de encontraba Nami con un par de chicos, Robin sonrió hacia su amiga y aceleró el paso.
Entre los cientos de personas que caminaban por el enorme patio logró divisar una cabellera verde caminando con rapidez, sonrió un poco hacia él y un par de chicas se pusieron a su lado.
-¿Sigues con tu extraño crush por el badboy?- preguntó una de ellas.- ¿Si sabes todo lo que se dice de él? ¿Sabes que es un muerto de hambre? - pregunto haciendo un gesto de desagrado en su rostro.
-Dicen que vive en la casa hogar por que es demasiado desastroso y malhumorado para todas las familias, ninguna familia lo soporta.- se encogió de hombros a otra chica.
-¿Acaso les pregunte?- dijo Robin elevando su ceja.- He oído cosas peores de ustedes, sin embargo soy amable y no lo distribuyo entre todo el mundo.
Les dio una pequeña sonrisa y siguió su camino hacia Nami, quien logró que el apurado peli verde se detuviera y saludara a todos los que estaban bajo ese árbol y después siguió su camino.
Robin llegó sonriendo y saludando con la mano a todos los presentes.
-¡Robin! ¡Hola! ¿Como va tu viernes?- pregunto sanji, un rubio encantador que amaba adular a cualquier chica que veía en su camino.
-Muy bien sanji, gracias por preguntar.- le sonrió y se dirigió a los demás chicos.- ¿que tal chicos?
Ahí se encontraban varios chicos más, todos sonrieron hacia la morena, algunos la abrazaron.
-Muy bien, estamos preparando todo para la pijamada.- dijo ussop bastante emocionado.
-¡Está noche será SUPER!- hablo Franky con una enorme sonrisa, Robin asintió.
-¡y habrá mucha comida! - siguió luffy bastante emocionado por la idea.
-¿alguno de ustedes tiene en mente dormir?- pregunto Robin sonriendo.
-claro que no, ¡no vamos a dormir!- dijo con una gran sonrisa Nami.- Hoy inician las vacaciones de verano y vamos a disfrutarlas, por cierto, ¿vendrás conmigo saliendo? Iré a comprar algunas cosas.
Robin asintió.
-Si, solo debo pasar a mi casa a dejar esto y tomar mi maleta para el fin.- Nami asintió.
Habían acordado entre todos viajar a bellísimo apartamento con vista al mar para poder celebrar el inicio de las vacaciones de verano y festejar que este sería su último año de preparatoria.
-Entonces nos vemos en mi casa a las tres, llegamos allá como a las cinco o cinco y media.- dijo Nami recordando las cosas a todos.- Recuerden a zoro llegar temprano por favor, es el único que tiene licencia.
-Nosotros iremos a su casa y de ahí con ustedes, por que sabrá conducir muy bien, pero no sabe de direcciones.- hablo sanji sonriendo.
-No se preocupen, llegaremos a tiempo.- sonrió luffy mientras se despedía.- nos iremos de una vez para comprar mucha comida.
Nami asintió y todos se despidieron, Robin miró a Nami, quien le dio una enorme sonrisa.
-No me dijiste que él iba a ir.- dijo Robin mientras ambas comenzaban a caminar en dirección a casa de Nami.
-¿De quien crees que es la casa?- preguntó Nami sonriendo.
-¡Me dijiste que la habías conseguido!- dijo Robin abriendo mucho los ojos.
-Si, la conseguí con él.- dijo sonriendo.- si tan solo le hablaras más, sabrías que todo lo que dicen de él es una gran bola de mentiras.
-Jamás he creído en todo lo que dicen de él.- se encogió de hombros Robin.- Siempre he sabido que es un buen chico.- Nami dio una enorme sonrisa.
-Y por que babeas cada vez que lo ves.- se encogió de hombros Nami, Robin rodo los ojos. - Realmente deberías hablarle, es un buen chico.
-Podré hacerlo este fin.- sonrió Robin un poco dudosa, no sabía si tendria valor para hacerlo, había una persona en el mundo que la ponía nerviosa, y era él.
Al llegar a la casa de nami, las recibió su madre, bellemere, con un delicioso estofado en salsa de mandarina que ambas amaban.
-Buenas tardes bellemere.- sonrió Robin hacia la mujer, quien le dio un enorme abrazo y una gran sonrisa.
-¡Hola Robin! ¿Que tal tu madre?- le pregunto caminando a la cocina.- Nojiko no ha regresado, creo que vendrá para cenar, vengan, vamos a sentarnos.
Saludo a su hija y las tres caminaron a la cocina.
-Muy bien, gracias, de hecho debe estar trabajando a esta hora, sale en un rato más.- bellemere asintió mientras se sentaban a comer.
-¿como va a estar su rutina hoy, chicas?- pregunto bellemere sirviendo su plato.
Nami le paso un plato a Robin con bastante comida y sirvió uno para ella.
-Iremos a comprar unas cosas que hacen falta, luego iremos a casa de Robin por sus cosas y los chicos vendrán por nosotras aquí.- dijo Nami haciendo grandes ademanes.
-¿Alcanzarás a ver a tu mamá antes de irte?- preguntó bellemere hacia Robin.- Te daré un poco de estofado para ella, queremos juntarnos este fin aprovechando.- les sonrio a ambas.
-Si, ella llega como en una hora a la casa, alcanzaré a despedirme, y muchas gracias, a mi mamá le encanta su estofado.
Siguieron comiendo entre platicas y risas, lavaron los platos y las chicas comenzaron a terminar todo lo que les quedaba pendiente por hacer antes de irse.
Unas cuantas horas después ambas se encontraban esperando a que los chicos llegaran, ambas iban vestidas bastante cómodas para el viaje.
-Parece que han llegado.- dijo nami mirando por la ventana una gran camioneta negra con vidrios polarizados.
Robin miró por la ventana algo curiosa, y se sorprendió.
-¿Esa camioneta la rentaron?- pregunto curiosa al verlos bajar del coche.
-No, es de él.- dijo nami encogiendose de hombros.- Bueno, de su papá.- dijo mientras Caminaba hacia la puerta y la abría.- Bienvenidos.- les guiño un ojo.
Zoro asintió con la cabeza hacia ella, sanji entró sonriendo y abrazando a ambas chicas, seguido de luffy.
Robin miró a zoro, llevaba un pantalón verde y unas botas militares junto a una camisa blanca y una camisa grande con estampado militar, tenía el cabello desordenado.
-Las ayudamos con las cosas.- Dijo Sanji acercándose y mirando las enormes maletas de nami.
Zoro camino y tomó sin problema la maleta de Robin junto a su mochila, ella le dio una pequeña sonrisa.
-Gracias.- él asintió y le guiño un ojo dándole una pequeña sonrisa de medio lado.
Las maletas se acomodaron en la parte trasera de la camioneta y comenzaron a subir todos, zoro iba manejando con sanji de copiloto.
Había dos hileras más, luffy y Robin iban sentados en los primeros asientos y nami se había adueñado del asiento trasero ya que era un gran asiento largo y no dos individuales, su cabeza iba recargada en las piernas de ussop y sus piernas sobre las de Franky.
Nami se había acostado y puesto a dormir de inmediato, luffy había comenzado a comer papas mientras platicaba con los chicos.
Sanji conectó su teléfono al auto y puso algo de música a un nivel bastante agradable.
-Cuéntanos un poco más de ti, Robin.- hablo ussop desde atrás.- Eres la única a la que casi no conocemos.
Robin se giro hacia el sonriendo y cuando volvió su vista al frente miró a zoro observándola por el retrovisor, pero retiro la vista de inmediato y volvió a fijarla al camino.
-No tengo mucho que contar.- se encogió de hombros.- ¿que les gustaría saber de mi?
Miro a sanji, dar un par de manotazos hacia zoro y girarse hacia ella con una enorme sonrisa mientras mordía un chocolate.
-¿Eres soltera?- le guiño un ojo.- Es algo que a todos nos interesa saber, ¿verdad, zoro?- recibió un golpe en la cabeza por parte del peliverde.
-Soltera.- sonrió levantando sus manos.- ¿es algo que todos debemos decir en voz alta? ¿O por qué es tan aclamado conocer eso?
-¡Super soltero!- grito Franky levantado su brazo.
-Yo no estoy disponible.- dijo ussop sonriendo.- Tengo una bonita relación.
-Soltero.- hablo luffy sonriendo.- En una relación con la comida.- le guiño un ojo a Robin.
-Soltero.- dijo sanji sonriendo y codeo a zoro, quien se encogió de hombros.
-Soltero.- dijo sin despegar la mirada del frente.
Siguieron hablando de muchas cosas durante el viaje, hasta que llegaron a una pequeña estación de gasolina para pasar al baño y descansar un poco las piernas.
Nami fue al baño mientras los chicos entraban a la tienda, parados fuera del carro quedaron Robin, sanji y zoro.
Sanji encendió un cigarrillo y comenzó a fumar mientras se estiraba un poco.
-Robin, ¿Crees que podría cambiarte de lugar? Quiero dormir un poco antes de llegar, queda una hora más o menos.
Ella asintió lentamente mientras veía a Nami llegar hacia ella con un contenedor con varios cafés y una bolsa.
-Traje café para nosotros y barritas energéticas, solo nos queda una hora.- sonrió entregando café a sanji, Robin y zoro.
-Y deberíamos irnos ya, para no atrasar más todo el viaje.- dijo zoro.- Esperemos a los demás en el carro.
Sanji abrió la puerta de copiloto e invito a Robin a subir, ella le sonrió con agradecimiento y subió a la camioneta.
Se puso el cinturón de seguridad y le dio un sorbo al café.
Zoro subió en su lugar y la miró por un momento, Robin le dio una gran sonrisa.
-Supongo que todos van a dormir.- dijo zoro señalando hacía atrás, se habían acomodado y reclinado asientos.
-Queremos llegar descansados a la playa.- dijo luffy acomodando un viejo sombrero de paja sobre su cabeza.
Los chicos terminaron de subir al auto y siguieron el camino, Robin miró el, camino con más atención.
-¡voy a grabar una historia para Instagram!- dijo nami emocionada mientras sacaba su teléfono.
Zoro rodo sus ojos y se ajusto mejor al asiento, Nami grabo la escena, pues el atardecer se estaba poniendo y se veía realmente hermoso, el cielo se teñía de colores naranja y amarillos con toques de rosa.
-Los voy a etiquetar a todos.- sonrió mientras tecleaba en su teléfono.- Robin, ¿puedes poner música?- le pregunto a su amiga, Robin busco su teléfono en sus bolsillos y maldijo en voz baja.
-No lo tengo.- susurro.- ¡Demonios! Espero no haberlo olvidado en casa.- miro a Nami preocupada, ella mordió su dedo, preocupada también.
-Ten.- zoro extendió un teléfono hacia Robin.- Puedes marcar desde el mio, esta desbloqueado.
Sanji y mami abrieron mucho los ojos y se miraron fijamente, sabían que zoro jamás prestaba su teléfono a nadie, ni bloqueado ni desbloqueado, solamente a personas de mucha confianza, como ella, sanji o luffy.
-Gracias.- sonrió Robin mientras lo tomaba y marcaba a su teléfono, que poco después comenzó a sonar en la parte trasera de la camioneta.
-¡Lo escucho atrás!- dijo Nami sonriendo.
Robin colgó la llamada y extendió el teléfono hacia zoro, quien le dio una rápida mirada y volvió a ver a la carretera.
-Puedes usarlo para música.- le dijo señalando el teléfono.
-Gracias.- volvió a decir Robin.- Eres muy amable.-lo miro sonreír de lado y ella sonrió de regreso.
Colocó una canción de Alec benjamín en el teléfono conectado al auto y la música los envolvió en lo que restaba del camino.
Cuando llegaron al lugar, Robin quedó asombrado con lo bello y enorme del lugar, una puerta negra metálica se abrió y un hombre uniformado los detuvo, zoro bajo la ventana y saludo al hombre.
-Sólo nosotros.- dijo señalando a todos en el auto.- Vamos a quedarnos unos días.
El hombre asintió mientras los dejaba pasar, y saludaba a todos con un leve movimiento de mano.
Zoro estacionó el auto y de inmediato comenzaron a bajar todos, estirándose y bajando las maletas.
Robin tomó su mochila y la echo en su hombro, iba a tomar su maleta pero la mano de zoro se adelanto y la tomó, llevaba en su otra mano una maleta negra.
-Te ayudo, los otros estan estancados con todas las cosas de Nami.- se encogio de hombros.- ¿puedes cerrar la cajuela?- ella asintió mientras hacía lo que le pidió.- Gracias.
Le señaló con la mirada la entrada y ella camino a su lado, todos ya habían corrido hacia adentro de la casa con entusiasmo.
Cuando pasaron a la sala, zoro se quedó en la puerta viendo como su padre estaba parado saludando a todos, y luego miró a Robin con una pequeña sonrisa cómplice.
Robin quedó un poco asombrada al ver al hombre, era un hombre alto, muy alto y delgado, con ojos rasgados de color miel y un tipo de barba bastante peculiar, llevaba una gran cruz colgando del cuello.
Sabía de él por qué era un gran empresario y fabricante, venían armas de gran calidad y se especializaban en katanas y mantenían grandes academias de entrenamiento, sabía que tenía un hijo, pero no sabía que ese hijo era zoro.
-Buenas tardes.- susurro Robin un poco apenada, hombre sonrió y se acercó a ella extendiendo su mano, Robin la tomó y recibió el apretón.
-Bienvenida, siéntete en casa.- dio un par de pasos hacia la salida.- Ya quería conocerte, he oído mucho de ti.- saludo a todos con la mano.- Me voy chicos, cuídense, vendré a darles unas vueltas durante el fin.
Todos se despidieron de él, Robin giro lentamente la cabeza hacia zoro, quien tenía las mejillas sonrojadas y se veía bastante enojado.
-Lo voy a matar.- susurro en voz baja, aunque no lo suficiente como para que Robin no escuchara, ella recibió la mirada sonrojada de zoro y le dio una pequeña sonrisa.
Todos se encontraban en silencio observando la escena, nami cubría su boca con su mano para evitar reír enfrente de todos.
-¡Bueno! ¡Bueno!- grito zoro elevando sus manos con las maletas.- ¿Como vamos a dormir aquí? Hay tres habitaciones y una es de mi padre, quedan dos, también podemos dormir todos en la sala o en el cuarto de televisión.
-Me gusta más el cuarto de televisión.- Dijo Nami encogiendose de hombros.- Siento que hay más espacio para todos.
-Concuerdo.- Dijo luffy asintiendo, ¡Y hay un enorme refrigerador!- sanji sonrió.
-La cocina te va a gustar.- dijo zoro señalando con la cabeza hacia la izquierda.- Es como un paraíso para ti.
Sanji sonrió mientras Caminaba hacia allá, dejando su maleta en el suelo junto a un sofá.
-Vamos al cuarto de TV, para que podamos instalarnos y luego bajar a la playa.- dijo zoro caminando con calma con ambas maletas en sus manos, se agacho y tomó la maleta de sanji y camino por el pasillo junto con todos.
-¿Por qué todo está marcado con flechas?- preguntó Robin mientras veía en las paredes y en el suelo flechas señalando los lugares.
-Me pierdo muy fácilmente.- dijo zoro encogiendose de hombros.- Mihawk lo puso para que pudiera orientarme y no perderme camino al baño.
Llegaron a una gran puerta y Nami se encargo de abrirla, relevando una enorme televisión en la pared, con bocinas a los costados y un sofá enorme abarcando casi toda la habitación.
Había unos estantes enormes con películas en un costado y del otro había un refrigerador.
-Es increíble.- susurró Robin mirando toda la habitación, era algo que solo había visto en películas.
Ella no vivía mal, tenía lo que necesitaba y no le faltaba nada, su madre era una importante arqueóloga, sin embargo vivían en una casa cómoda y pequeña sin grandes lujos como esa habitación.
Cuando se dio cuenta, todos habían abandonado la habitación y se encontraba sola con zoro, quien estaba acomodando más maletas en unos, pequeños departamentos vacíos de un mueble.
Dejó solo un par de maletas en el suelo por que eran muy grandes, Robin se quedó sin saber muy bien qué hacer.
-¿Por qué no huiste con todos a la playa?- preguntó zoro mientras se daba la vuelta y la miraba cruzando sus brazos.
-No lo sé, no me di cuenta cuando salieron. - se encogió de hombros y zoro le dio una pequeña, muy pequeña sonrisa.
-Vamos, es por aquí.- le señaló la puerta y caminaron por el pasillo hacia la parte trasera de la casa, en donde unas enormes puertas corredizas de cristal abiertas los recibieron.
-Parece que ellos están disfrutando.- Dijo Sanji llegando con ambos mientras limpiaba sus manos con un trapo de cocina.- Excelente cocina, si me dan permiso, esta noche puedo preparar pizza y algo rico.
Zoro asintió lentamente mientras cruzaba sus brazos, miró a sanji extender su mano hacia Robin.
-Ven, vamos a la playa con los demás.- Robin sonrió aceptando el gesto y caminando con él.
Sanji se giró hacia zoro con una sonrisa burlona y le sacó la lengua, zoro rodo sus ojos y camino tras ellos, cerrando la puerta.
Llegaron junto a todos, luffy corría junto a ussop y Franky, Nami paseaba por la orilla del agua sonriendo y sintiendo el agua en sus pies descalzos.
Zoro miró a todos interactuar y cuando iba a sentarse, escucho una voz.
-¡Zoro! ¿Eres tu?- la voz infantil que escucho a sus espaldas lo hizo girarse con asombro, sonrió abiertamente y corrió hacia el pequeño que corrían hacia el.
-¡Chopper! ¡Tenía mucho sin verte!- grito caminando hacia el y abrazándolo con fuerza.
Todos miraron la escena con ternura, zoro abrazaba al pequeño con fuerza mientras lo levantaba del suelo.
-¿Por qué no habías venido?- preguntó el pequeño mirándolo.- Te extrañaba mucho.
-sabes que estoy estudiando afuera.- le dijo revolviendo su cabello castaño.- Pero vine el fin de semana con unos amigos.- señaló hacia atrás, todos saludaron, no todos lo conocían, pero chopper era totalmente adorable.
Chopper bajo de los brazos de zoro y camino con un poco de miedo hacia todos, se acercó a Robin, quien construía un pequeño castillo de arena, sonrió hacia el pequeño y lo invito a sentarse.
Zoro miró la escena con un poco asustado, chopper tenía un extraño lunar en la nariz de color azul que solía asustar a los niños, pero Robin le daba bonitas sonrisas mientras dejaba que la ayudara a construir el castillo.
***
La noche había llegado, el cielo nocturno cubría todo con una obscuridad relajante, todos se encontraban sentados en el patio rodeando una fogata, contaban historias y tomaban, comiendo pizza preparada por sanji.
Robin se encontraba en una silla, con un pequeño chopper durmiendo sobre su pecho y sobre ellos, una camisa con estampado militar, zoro estaba en el otro extremo, frente a ella.
Todos estaban riendo mientras escuchaban las absurdas historias de ussop, contando como había derrotado a cientos de malhechores que querían robar su casa.
La fiesta se extendió hasta la madrugada, todos habían caído dormidos a excepción de dos personas.
Robin, que se encontraba disfrutando la primera cerveza de la noche mientras mecía a un muy dormido chopper contra su pecho.
Y zoro, que llevaba un poco más de una botella acabada y Caminaba hacia ella como si no hubiera bebido ni una sola gota de alcohol, echo un par de palos al fuego y se sentó al lado de Robin.
-Has oído todo eso que dicen de mi, ¿cierto?- preguntó dándole un trago a su cerveza, Robin lo miró y asintió lentamente.- ¿Por eso jamás te has acercado?
Robin lo miro un poco sorprendida, pero sonrió.
-Jamás he creído todas esas cosas, no me gustan los chismes.- se encogió de hombros.- Pero tienes reputación de Badboy.
-¡Demonios! Eso no lo sabía, no soy un maldito Badboy.- pasó una mano por su cabello.- Algunas cosas son ciertas, ¿quieres conocer la verdad de los chismes? Aprovecha que estoy ebrio.
Robin sonrió y asintió.
-Cuéntame.- susurro un poco asombrada por la forma en la que buscaba abrirse con ella.
-Si vengo de esos lugares.- se encogió de hombros.- Viví casi toda mi vida en una maldita casa hogar, y me escapaba por que me gustaba entrenar, y un día llegué a un campo de entrenamiento.- sonrió dándole un trago más a su cerveza.- Rete al más fuerte de ahí, que resultó ser una niña un par de años mayor que yo, ¡y me venció! Una y otra y otra vez... Pasaron años y entrene hasta morir para vencerla.
-¿yo lograste?- preguntó Robin bastante intrigada por la historia.
-No.- dijo mirándola.- Y jamás podré... Ella falleció hace como ocho años.- se encogió de hombros.- yo tenía diez años y había quedado solo, otra vez, y luego llegó Mihawk, resulta que estuve entrenando clandestinamente en una de sus academias.- sonrió un poco apenado.- Y me dijo que tenía potencial y me ofreció un lugar, tenía diez años, mi única y mejor amiga acababa de fallecer y yo no quería nada, pero me adoptó y me ayudo a continuar entrenando.- Robin maldijo sintiendo un pequeño nudo en el estómago que iba creciendo.- Y Crecí, gane competencia tras competencia, comencé a enseñar en la academia, pero los lujos y estas cosas no son cosas que me gusta presumir, y todos dicen que vivo ahí y que muero de hambre por que después de clases hago trabajo voluntario ahí, en la casa hogar.- dio un enorme trago a su cerveza, terminando con el contenido. - Y a chopper lo conocí ahí, era un niño temeroso, sus padres lo habían rechazado por el lunar de su nariz, estaba aislado, le daba terror la gente por que casi todo mundo se sentía incómodo o se burlaban de él.
Robin apretó con fuerza a chopper contra su pecho, el pequeño se acomodo mejor contra ella.
-¿Como demonios es posible que alguien sea tan malo con un niño?- susurro Robin, zoro se encogió de hombros.
-Suele tenerle miedo a la gente, me dio un poco de miedo verlo acercarse a ti, no te tuvo miedo, simplemente fue y jugo contigo como si te conociera de toda la vida.- la miró fijamente.- Me preocupa, fue adoptado por un doctor que vive a un lado de la casa.
Robin sonrió mientras acariciaba el cabello de chopper y le daba un muy pequeño beso en la frente.
-Es un niño adorable y hermoso, jamás iba a rechazarlo por una simple marca.- se encogió de hombros.- De niña sufrí una enfermedad mi extraña que me hizo tener extremidades extra, crecían de vez en cuando iniciando con verrugas y terminaba siendo casi como extremidades.- señaló un par de marcas en sus brazos.- Tengo varias cicatrices de las operaciones para quitármelas, pero dejaron de salir.
Zoro tomó el brazo de Robin y observo las pequeñas marcas distribuidas en todo su brazo.
-De niña no pude ir a las escuelas, me decían que era un demonio, tuve que estudiar en casa hasta la secundaria.- sonrió hacía zoro pasando un mechón de cabello tras su oreja.- Él es un niño tierno y hermoso, no me molesta ni me incomoda.
Zoro sonrió devolviendole su brazo, a lo lejos un par de hombres se acercaron e interrumpieron a ambos.
-Vengo por chopper.- dijo el primer hombre, algo mayor, venía vestido con una bata blanca y una pijama de hospital, sonrió hacia zoro y salido a Robin con la mano.
-Adelante, cenó con nosotros y estuvo en la playa un rato.- dijo zoro poniéndose de pie y timando al pequeño entre sus Brazos.- Mañana aquí estaremos por si se le ofrece.
-Muchas gracias, mañana descanso de guardia.- le guiño un ojo.- Buenas noches señorita.
-Buenas noches, descanse.- se despidió Robin y bostezo, zoro cruzo sus brazos.
-Son como las dos de la mañana.- dijo zoro.- Creo que deberíamos despertarlos, yo le quiero bañar.- Robin asintió y se puso de pie.
-También yo, estoy toda llena de arena. - dijo limpiando un poco sus piernas.- ¿Como los despertamos?- preguntó acercándose a Nami y moviendo su hombro.
-Con violencia.- Dijo sonriendo mientras le daba un par de golpes a sanji en las piernas.- Despierta, es hora de meternos a la casa.
Sanji abrió un poco los ojos y se estiro, luffy se despertó de golpe y busco con su mirada algo de comer.
-Yo llevo a Nami.- Dijo Sanji poniéndose de pie y caminando hacia ella.- Para que no despierte.
-¿Y tampoco se va a bañar?- pregunto zoro elevando su ceja.- Estamos todos llenos de arena y olor a humo.- lanzó hacia ussop una botella vacía, y despertó gritando.
Franky se despertó por los gritos y estaban ahora todos despiertos.
-Lo siento, yo iba a dejarlos aquí, ella me convenció de despertarlo.- Se giro hacia Robin guiñandole un ojo y ella sonrió.
Apagaron la fogata y todos, llenos de energía tras la pequeña siesta, fueron hacia adentro, tomando turnos para bañarse e irse acomodando en el enorme salón de televisión, el gran sofá se transformó en una enorme cama con capacidad para todos.
-¿Que película vamos a ver?- pregunto Nami mientras se acomodaba en el sofá entre sanji y Robin, quien estaba al lado de luffy.
-¡Una animada!- dijo luffy gritando y elevando sus brazos.- ¿verdad?- preguntó hacia Robin, ella dio una gran sonrisa mientras trenzaba su cabello.
-¿Han visto la de Ana y Bruno?- preguntó elevando su ceja.
Zoro entró a la habitación con el cabello aún húmedo, se dejó caer en el único lugar vacío, a un lado de luffy.
-¿De que trata?- preguntó zoro.
-Es una película mexicana sobre una niña... Y aventuras con amigos imaginarios.- sonrió hacia todos.- Es muy buena.
-¡Pongamos eso!- dijo luffy moviéndose hacia abajo, acomodándose en los pies de todos.
Pusieron la película, una comedia animada mexicana acerca de una niña y sus aventuras con ciertos amigos imaginarios, película que resultó ser un poco más aterradora de lo que parecía.
A media película algunos ya habían caído rendidos del sueño, otros tambaleaban a punto de dormir, zoro había caído dormido casi desde el inicio de la película y se acurrucó contra una almohada en la orilla del gran sofá.
Robin se encontraba bastante concentrada en la película y en los distintos personajes, era una película bastante buena que a ella le fascinaba.
Luffy acomodo la cabeza en las piernas de Robin, abrazándose a ella, Nami se había acurrucado contra ella y sanji contra Nami, Robin sonrió mirando a Franky abrazar a ussop con fuerza.
Robin apago la televisión al terminar la película y se acomodó para dormir, un poco apretada ya que todos parecían querer abrazarla.
****
Al despertar en la mañana todos se encontraban abrazados unos contra otros en el enorme sofá, a excepción de zoro.
Se había levantado hacia un par de horas y salió huyendo antes de que alguien viera que había abrazado una almohada toda la noche por que tenía miedo de terminar abrazando a alguno de ellos.
Unos minutos después era Robin quien había despertado, camino con cuidado y pues descalzos hacia la cocina en donde lograba escuchar ruidos, encontró a zoro sentado en la barra de la cocina desayunando junto a un hombre alto, de cabello afro negro.
-Buenos días.- Sonrió Robin hacia los dos hombres, miró a zoro cerrar sus ojos y pasar una mano por ella.
El hombre de afro se puso de pie y se acomodó el moño de su viejo saco antes de acercarse.
-Buenos días bella señorita, es usted muy bella, ¿Sería tan amable de enseñarme sus bragas?- Robin frunció el ceño bastante confundida y cruzo sus brazos, zoro se acercó rápido y puso una mano sobre el hombro del hombre.
-Él es brook, un gran amigo, es un gran músico.- Sonrió señalando al hombre.- le encanta recordar la época de cuando las chicas le lanzaban su ropa interior.- Con sus ojos hizo algunas señas hacia ella, quien sonrió un poco apenada.
-Mucho gusto.- Sonrió Robin hacia él.- Suena a que tiene muchas anécdotas que contar.
El hombre asintió mientras la invitaba a acompañarlos hacia la barra, en donde zoro le sirvió un plato y comenzaron a desayunar todos, escuchando las anécdotas que brook les comentaba de sus años de gloria con la banda que había formado.
-Entonces, ¿Ella es la chica de la que habías hablado con Mihawk? La chica que te gustaba- Preguntó brook hacia zoro, quien se atragantó con el pan.
Robin giro su mirada hacia zoro, quien tenía una mano en su cuello intentando pasar la comida.
-Quiero suponer que si, se ve que es una buena chica.- Interrumpió Mihawk llegando a la cocina, llevaba un traje bastante elegante y saludo a Robin con un movimiento de mano.
Robin les dio una diminuta sonrisa antes de levantarse y caminar hacia la parte trasera de la casa, directo hacia la puerta de vidrio dispuesta a salir y tomar aire.
-Joder, deberían dejar de ser tan imprudentes.- Dijo zoro levantándose de la barra y caminando en su dirección.
-Para el otro lado, hijo.- susurro Mihawk señalando el lado contrario hacia donde se dirigía zoro.
Zoro corrigió su camino con un enorme sonrojo en las mejillas y camino tras Robin.
La encontró mirando hacia la playa y recargada en la pequeña reja que los dividía de la arena libre de la playa.
-Lo siento.- Susurro zoro llegando hacia ella.- Suelen ser muy imprudentes a veces y llegan a apenarme un poco.
Robin se giró hacia él, tenía un gran sonrojo en las mejillas y una pequeña sonrisa en su rostro.
-¿Que tanto de todo es cierto?- preguntó un poco curiosa Robin, zoro miró hacia otro lado.
-Creo que todo.- Se encogió de hombros poniéndose a su lado.- Simplemente que no sé cómo expresarlo o decirlo.
Robin le sonrió.
-¿Y crees que ayude si te digo que todo es correspondido?- le preguntó mientras pasaba un mechón de cabello tras su oreja.
-Tal vez ayude, ¿lo es?- susurro dando un paso hacia ella, tomando el mismo mechón de Cabello que ella había ocultado tras su oreja.
-Totalmente lo es, desde hace mucho tiempo.- susurro Robin mirando como se acercaba un paso más hacia ella.- Solo que mi madre no está aquí para destapar mis sentimientos.
Zoro se detuvo y la miro con ojos entrecerrados.
-No fue mi culpa.- le dijo poniendo un dedo sobre la frente de Robin.- No saben cuando callarse.- susurro pasando el dedo de su frente a su mejilla.- Y yo no sé cómo comenzar.
Robin sonrió y dio el último paso hacia el, sellando sus labios con los suyos y pensando en todo el tiempo que había dejado pasar por miedo.
Y sin imaginar que todo eso era correspondido...