La enfermería

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Me alegre al verlo, solo habían pasado unas dos horas y ni siquiera había pensado en el. Pero me alegraba de que estuviera bien, era un gran cambio el verlo así a como lo dejamos en el coliseo. Me acerque y salude a todos. Luego me di cuenta que los únicos despiertos eran Diaxe y Yaboth, el primero se encontraba haciendo flexiones al lado de su camilla mientras unos pobres Ent-Ubax intentaban restringir sus movimientos para que descansara.

Los tres profesores pasaron derecho sin siquiera  mirar como se encontraban sus alumnos. En ese momento no supe si era que no les importaban o lo que había pasado era algo muy leve; en fin, caminaron hasta una compuerta de vidrio que se encontraba al final de la habitación     ― Laxus, cuando termines de hacer visita ven a vernos― dijo la profesora Relat. Enseguida los tres entraron y la compuerta se cerró tras ellos.

― ¿Qué tienes? ¿Por qué te van a hacer experimentos? ― me pregunto Yaboth con mucha curiosidad al ver a los tres profesores entrar en la sala al otro lado de la compuerta de vidrio. Dude un momento y una sonrisa maliciosa se dibujo en sus labios ―Te van a partir en dos y te van a sacar la energía auxim. Luego, la van a examinar te la van a colocar adentro y te cerraran de nuevo.

Sentí un gran frio recorrer mi cuerpo, la cara de Yaboth no le daba seriedad a lo que decía pero la mención de la energía auxim me preocupo. No dure mucho tiempo preocupado, a los pocos segundos mi amigo de ojos morados estallo en carcajadas ― Mentiras, pero si te van a hacer un examen exhaustivo ¿Qué paso? ―

―Me dijeron que soy un Xilum ―

― Xilium… lium ― me corrigió con brillo en sus ojos. Enseguida se sentó erguido sobre su camilla.

― ¿Eres un Xilium? ― pregunto Diaxe interesado por la palabra que acabábamos de mencionar.

― ¿Qué? ¿Ahora si te cae bien el nuevo? ― interrumpió sarcásticamente Yaboth.

― Y ¿Cuánta energía manejas?

Se escucho una risa.

―No lo sabe, Laxus no tiene ni idea de lo que pasa en esta academia― sonrió el sarcástico héroe.

― ¡Silencio! ― grito Diaxe, agarrando a Yaboth del cuello. Me asuste, el movimiento fue rápido y brusco.

Yaboth sonrió y con su mano toco el brazo de su agresor. El brazo cayo como si de una cuerda se tratase, quedo colgando del enorme cuerpo de Diaxe moviéndose de atrás hacia adelante.

― Se te olvida que te deje ganar el combate, no abuses de tu suerte ― amenazo Yaboth enojado.

Sin pensarlo dos veces Diaxe le pego un puño en la cara a Yaboth con la mano que le acababa de quedar inmovilizada. El golpe fue brutal, hundió a Yaboth contra la pared y lo dejo inconsciente.  Enseguida con su brazo funcional se toco el otro brazo de manera secuencial y recupero la movilidad.

― ¿Qué cuanta energía manejas? ― alcanzo a gritar Diaxe antes de caer desmallado sobre el cuerpo de Yaboth.

Quede atónito ante lo que había sucedido y no me moví hasta que los Ent-Ubax los acomodaron en sus respectivas camillas. Mire a mi alrededor, cada Rekan levitaba como dormido sobre su héroe. Todo se encontraba tranquilo, si ignorábamos a Dinamo molestando a Shield.

Empecé a caminar lentamente. Pase por las camas de cada uno de los héroes: Yaboth, Diaxe, Zattos, Dalana, Sora, Corvinus, Trozard, Zhao, Eileen, Aenor y Nazli. Todos se veían descansando en paz, sus camillas de última tecnología mostraban hologramas con gráficos y representaciones de sus sistemas nervioso, sanguíneo, etc. Tenían tal complejidad que  me asombraba más mientras mas los examinaba.

Cuando llegue al final de la habitación, la compuerta de vidrio se abrió ante mí. Le di una última ojeada a las camillas y entre. El lugar al que estaba entrando era un poco mas oscuro, mi vista tardo en acostumbrarse lo que se demoro la compuerta en cerrarse de nuevo. Esta nueva habitación tenía 12 cámaras criogénicas de color metálico, de las cuales salían tubos hasta el techo donde se perdían entre la inmensidad de cables que salían de unas colosales maquinas del tamaño de una pared completa cada una. Esta era la única sala del lugar sin arboles ni plantas.

Mis profesores se encontraban en una de las enormes maquinas discutiendo sobre unos datos que sobresalían en una pantalla. Bueno, todos menos Gorko, este ya se había acomodado en una silla reclinable y se encontraba tomando la siesta de medio día. Hikes me vio y se me acerco. Me dirigió hacia una de las cámaras criogénicas y me pidió que le dijera a mis Rekan que me cambiaran el uniforme de la academia estándar por el de actividades acuáticas.

Le comente enseguida a Shield lo que me habían dicho y Dinamo de inmediato se ilumino y me ilumino. De pronto, me encontraba con ropas totalmente distintas. En simples palabras eran una camisa y una pantaloneta de un material especial que nunca antes había visto en mi vida. Apenas me cambie, Hikes apoyo su mano derecha en mi espalda y me empujo suavemente a la cámara criogénica.

―No te preocupes, no es una cámara criogénica. No se porque todos piensan eso la primera vez que las ven, así que si estas pensando eso no tienes nada de que preocuparte.

Hace algunos años estallo un gran escandalo de experimentos que combinaban magia y tecnología al mismo tiempo; Los cuales se llevaban acabo en cámaras criogénicas con aspecto similar a donde ahora me encontraba. Por esta razón ya nadie confiaba los beneficios de los tratamientos médicos que se llevaban acabo en estas cámaras.

La puerta se cerró mientras Hikes terminaba de hablar. Me dio un poco de claustrofobia apenas note el reducido espacio con el que contaba. Los vidrios de la cámara eran de color azul  y la imagen se veía distorsionada desde adentro. Examine la cámara y solo vi una rejilla en el piso y otra en el techo, la cual apenas la vi empezó a arrojar un liquido verde sobre mi. Pensé que este me ahogaría pero se detuvo apenas alcanzo la altura de mis rodillas.

Los segundos empezaron a pasar y los aguante con paciencia. Cuando estos se empezaron a volver minutos revise a ver si aun continuaban estando los profesores afuera, veía sombras pero la distorsión que causaba el vidrio no me dejaba detallar. Y cuando ya fueron horas las que me toco esperar me desespere, golpee el vidrio, grite por ayuda, llame a mis Rekans pero nada paso.

Cuando me di por vencido y ya se me habían dormido los pies en la posición más cómoda que había logrado encontrar, se abrió la compuerta. La profesora Relat se encontraba en frente con una toalla esperándome. Higor, su Rekan se encontraba con las manos quemadas, había estado sosteniendo a Dinamo y  Shield todo el tiempo. Apenas los soltó se lanzaron contra mi,  me tumbaron al suelo me empezaron a decir que habían intentado ayudarme todo este tiempo pero que no los habían dejado.

Fue entonces cuando note todas las miradas que recaían sobre mí, alrededor se encontraban todos los estudiantes, todos los profesores y varios seres supremamente extraños observándome. En silencio, analizando todos los movimientos que hacia.

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Felices 200 mil vistas, espero que les haya gustado el capítulo. Gracias por los votos y los comentarios. =D

Leyendas de héroesWhere stories live. Discover now