Visitando a los heridos

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Caminamos hasta llegar al ascensor del rascacielos, en donde se encontraba el laboratorio de Relat y Hikes, entramos y bajamos a los niveles subterráneos; ahí, empezamos a atravesar un enorme pasillo en el que empezaban a aparecer extrañas puertas con caras talladas en estas. Todas tenían caras diferentes y los materiales de cada puerta variaban tanto como sus decoraciones. Al pasar por el pasillo me inundo una extraña sensación que me pedía que abriera cada una de las puertas, y a medida que aparecían mas a los largo del pasillo y la iluminación se hacia mas tenue, la necesidad de tener que abrir una puerta crecía aun más.

Y cuando me sentía a punto de ceder ante la urgencia de abrir las puertas ― Aguanta un poco más, ya casi llegamos.

Me interrumpio Sora acelerando el paso; despues de unos minutos llegamos otro extremo del pasillo en donde subimos a un nuevo ascensor y nos dirigimos a uno de los niveles superiores ― No quería hacerte pasar por aquí pero es mas rápido ― dijo aun molesta por lo que había sucedido con los profesores.

Luego de subir varios niveles y de sentirme incomodo cuando entraban y salían distintos seres, que por culpa de los juegos de Genus no paraban de mirarme de reojo; haciendo que mi sonrisa apareciera, llegamos al piso de la enfermería. Cuando se abrió la puerta nos encontramos con el paisaje natural y tecnológico de esta, se podía oler el polen y la fragancia de las distintas plantas.

Pasamos por entre las distintas clases de Ents, por lugares que no conocía, ya que esta vez habíamos entrado por otro lado. Llegamos a una zona que se me hizo más familiar y pronto noté que era el lugar donde los había visto a todos desmallados por culpa de mi accidente con Gorko.

En la habitación había doce camas blancas, en las del centro se encontraban Diaxe y Trozard vendados en prácticamente cada parte de sus cuerpos. Al lado de Trozard se encontraba sentado Zhao que intentaba parecer serio pero no paraba de sonreír por los comentarios de su amigo. Dalana y Corvinus se encontraban entre las dos camas, Dalana estaba sentada en la cama de Trozard mientras que Corvinus se encontraba con las manos en la nuca molestando a los dos pacientes.

Eileen y Aenor se encontraban también en el medio, sentadas en un pequeño sillón ubicado al nivel de las cabeceras. Aunque ninguna ponía atención a lo que hablaban los demás, se encontraban absortas en sus pantallas holográficas. Nazli se encontraba en la camilla frente a Trozard, estaba acostada y se notaba aburrida pero mataba el tiempo admirando una extraña daga Pharon.

Caminamos a donde se encontraban pero justamente cuando ingresamos escuchamos un grito de lamento que no provenía ni de Diaxe ni de Trozard. Me alarme y casi me caigo pero Shield me ayudo a mantener el equilibrio.

― Casi aplastan mi caracol ― dijo una voz calmada y adormilada.

La reconocí de inmediato, Zattos se encontraba tirado en el suelo a la entrada de la habitación y por estar viendo a los demás estudiantes no me percate de su presencia. Al parecer casi piso a su caracol, pero afortunadamente lo alcanzó a correr con su mano y termine pisándolo.

Me disculpe bastante apenado pero Zattos simplemente me sonrió y continuo admirando su caracol, que avanzaba lento pero seguro una de las baldosas de la habitación.

Apenas termine de disculparme por segunda vez, escuche una voz.

―Laxus ― gritó Trozard, a lo que luego empezó a toser por sus heridas.

Yo lo saludé con timidez desde la entrada.

― ¡Camina! ― me gritó Yaboth apareciendo a mi lado ― tranquilo que no quieren vengarse de todas las heridas que les causaste ― me susurró luego.

Enseguida me empezó a empujar a donde se encontraban los demás.

― ¡Laxus! ― me llamó Diaxe, señalando su pecho y quitándose algunos vendajes ― un tridente de Drathon en la batalla final de los juegos de Genus.

Tenía tres cicatrices perfectamente circulares: la primera, en la parte superior del esternón; la segunda,  entre las costillas; y la tercera, entre sus pronunciados abdominales. Me mostraba sus heridas como si de trofeos se trataran, repitiendo una y otra vez “tridente de Drathon” y “batalla final de los juegos de Genus”.

Me alegre por sus ánimos, pero a la vez me sentí con culpa, al ver que se encontraba en muy mal estado, aunque aparentará lo contrario.

Trozard por su lado, hacia comentarios chistosos y de vez en cuando se empezaba a retorcer de dolor; obviamente, mirando de reojo a Nazli para ver su reacción. Al comienzo la heroína dirigía su vista hacia él, pero luego de otras cinco actuaciones empezó a ignorarlo; lo que hizo que estalláramos en carcajadas junto Trozard cuando se cansó de fingir.

Empezamos a hablar sobre todo lo que había sucedido en los juegos, la pelea con el Bio-Berserker que casi nos elimina a todos, el Pharon que se convirtió en piedra, la escena en el tercer piso y la explosión en la que abrí un hueco enorme en el laberinto. Luego Diaxe empezó a alardear sobre como había luchado contra el Drathon y el Pharon cuando los atacaron de improvisto. Todos asentimos entre risas pues en las pantallas había sido evidente que le habían dado una paliza.

― No se te olvide que yo elimine al ultimo Pharon de un solo golpe ― le reclamó Trozard burlándose de Diaxe.

― Pero fue todo gracias a mi plan.

― ¿El plan que nunca me comunicaste? ― estallaron todos en risas, no pude evitar unirme pues el orgullo de Diaxe parecía una enfermedad incurable.

―Hablando de Pharons… ― interrumpió Yaboth.

― ¿Sabían que mientras peleaban con el primer Pharon, Laxus se estaba dando besitos con una Vhighoul?

Las miradas de todos se clavaron en mí; querían respuestas y la verdad ni siquiera nos habíamos besado…, ahí.

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Leyendas de héroesWhere stories live. Discover now