Visores

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Los Enanos, la raza hermana de los Humanos, es conocida por su avaricia e ingenio; son ávidos arqueólogos, ingenieros y mineros; miden en promedio 85 centímetros; están aficionados con lucir grandes barbas repletas de nudos y adornos; y su capacidad mágica es media, mientras su capacidad tecnológica alta, al igual que los humanos.

Los Enanos de la academia Lumen son conocidos como Bhaluirs. Su campo E.B.C.E consiste en las gemas de poder,   por lo que su principal misión es encontrarlas, protegerlas y evitar que sean utilizadas para el mal. Existen 7 gemas del poder, su magia es enorme y aumenta entre mas gemas se junten. Cada gema es entregada a un señor Enano de algún territorio, quienes juran protegerla con su vida y por lo general terminan usándolas para potenciar sus minas.

La regla de oro es: siempre tiene que haber un Bhaluir en el territorio donde se encuentren las gemas. Por lo que, si las 7 gemas están en distintos territorios, tiene que haber por lo menos un Bhaluir en cada uno de esos territorios. Y no solo eso, pues luego de agotada la magia de las gemas; estas se evaporan y en algún lugar de las profundidades de Tellurus aparece otra.  Y encontrar la nueva gema de poder también es tarea de los Bhaluir, ya que estos las pueden sentir.

Un fuerte dolor en mis muñecas me devolvió a la realidad, la pantalla holográfica se desvaneció al tiempo que empezaba a brotar sangre de los brazaletes. Sora se había levantado y se encontraba hablando con Relat y Hikes. Yaboth, en cambio estaba con los ojos bien abiertos mirándome.

― A veces te pierdes en el horizonte ¿en que piensas? ―preguntó colocando su cara frente a la mía.

< ¿En que no pienso? > respondí en mi mente.

― ¿Te duele? ― señaló los brazaletes.

Los miré, el dolor era fuerte pero seguía calmado.

― Un poco… ― respondí sorprendido.

― ¿Y ahora? ― volvió a preguntar, pero esta vez tocando mi mano derecha con su dedo índice.

― ¡aagh! ― grité, me tambalee y me sentí débil. Por poco pierdo el conocimiento pero Yaboth quito su dedo antes de que eso pasara.

― ¡Hombre cerdo!, Laxus ya casi tiene la tolerancia al dolor al nivel de un héroe.

― Cuantas veces tengo que decirte que no me llames así ― respondió Hikes molesto por su comentario, pues su cara se había tornado en la de un cerdo pocos segundos atrás.

― Pero lo digo con cariño ― se defendió Yaboth, levantándose y colocando sus manos atrás.

―Yaboth, no me des una escusa para sacarte de aquí. ― interfirió la profesora Relat al ver que el estado de animo du esposo empezaba a cambiar.

Hikes se acercó a donde me encontraba, se agachó y me quitó con suavidad ambos brazaletes. Al comienzo solo vi sangre, pero lo que me sorprendía era lo calmado que me encontraba, dolía pero no tanto.

El extraño profesor, ahora con cuerpo de Iltek y cabeza de humano, limpio mis heridas. Al desaparecer la sangre, quedaron visibles varias marcas alrededor de mis muñecas; y sin más, de pronto desaparecieron.

― Ahora controlar tu poder será más fácil. ― sonrió Hikes.

―Tu interferencia en los juegos de Genus me hizo saber dos cosas: primero, que aunque tus dos Rekan son capaces de absorber y liberar energía, Shield es mas hábil para absorber; mientras que Dinamo es mejor liberándola. Y segundo, tus emociones están muy ligadas a tus Rekan.

Relat paro de hablar, le entrego algo a Sora y se dirigió a donde me encontraba.

― La intervención de tus Rekan en los juegos fue tu culpa, deseaste poder ayudar a tus amigos e inconscientemente esos dos materializaron tu deseo ― afirmó apuntando a mis Rekan.

Ambos miramos a Higor, quien agarraba con fuerza a Dinamo y a Shield. El primero se encontraba intentando escapar mientras que Shield se mantenía calmado.

― Y lógicamente, por tu falta de habilidad, todo termino en desastre.

―Y los humanos llegaron por primera vez a la quinta fase ― interrumpió Yaboth.

Relat no se molesto en mirarlo, con un chasquido de sus dedos el elocuente estudiante desapareció del lugar.

― Te implantamos conductores mágicos en ambas muñecas para que se te facilite controlar tus poderes.

―Tu mano izquierda para Shield y la derecha para Dinamo― agrego Hikes.

― Sora, pásame los visores.

La estudiante se los paso sin decir nada.

―Ahora, este aparato es para que puedas ver las diferentes clases de energía.

Observe los visores, los lentes eran enormes y oscuros. Estaban hechos de algún material metálico y caucho, ambos de color gris. 

Los recibí con mis manos aun débiles,  y me lo coloque de inmediato. Escuche el movimiento de algunos mecanismos y pronto note que el visor se adapto al tamaño de mi cara a la perfección. Apenas me los puse pude ver los diferentes tipos de energía.

Veía en el interior de Relat, Hikes y Sora la energía Vita; la energía Scientia, de color azul, emanando de cada uno, me sorprendió la gran cantidad que emanaba de Relat; pude ver también la energía Magicae, de color rosado, que en forma de pequeñas burbujas los rodeaba. Esta vez me sorprendí al ver a Hikes completamente rodeado de centenares de burbujas; y por ultimo, pude observar la energía Momen, de color amarillo y apariencia eléctrica, apareciendo con cada movimiento que hacían.

― A medida que pase el tiempo te acostumbraras a ver las cuatro energías a la vez― se recogió el cabello y prosiguió.

 ― Al comienzo pensé que ver la energía Vita no seria necesario pero meditándolo bien concluí que lo mejor seria utilizar tu potencial al máximo.

Luego de las palabras de Relat intente quitarme el visor, que aflojo con suavidad y facilidad pero solo me dejo moverlo hasta la frente.

― Por cierto, lo diseñamos para que no lo puedas perder. Vete acostumbrando a utilizarlo de ahora en adelante, por el resto de tu vida.

Me sorprendí tanto que abrí la boca, no podían obligarme a usar eso todo el tiempo. Sin embargo, antes de poder decir algo Hikes hablo.

―Quejas y reclamos después de visitar a sus amigos, ya deben de estar en la enfermería ― exclamó Hikes empujándonos a Sora y a mí afuera del laboratorio. Pues se había dado cuenta que a Sora tampoco le había gustado la idea de obligarme a usar los visores todo el tiempo.

La puerta se cerró detrás de nosotros con fuerza. Sora resopló con enfado y me agarró de la mano; empezamos a caminar.

― Quieren que nos distraigamos y se nos olvide. Después de visitar a Trozard y Diaxe me asegurare de reclamarles. Son profesores pero no pueden hacer lo que se les antoje.

― ¡Dejen salir a mis Rekan! ― grité volviéndome a la puerta. Acto seguido aparecieron las dos bolitas azules.

― Bueno, vamos a la enfermería. Nos deben estar esperando. ― Dijo Sora agarrando mi mano y empezando a caminar por los inmensos pasillos del lugar.

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Hola, gracias por votar y comentar.

El concurso de dibujo terminara al tiempo que el otro concurso que pronto les comunicare de que trata.

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