Prueba blanca FIN

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Diaxe se encontraba cubierto de heridas, sangre y mugre. En el breve momento en que nuestras miradas se cruzaron sonrió levemente. Pero enseguida aparecieron dos humanoides de báculo detrás de él, a los cuales elimino con total facilidad; sin embargo, los humanoides no desaparecieron sino se sumaron a los cientos de cuerpos debajo del héroe de pelo rubio.

Apenas termino empezó a bajar la montaña de cuerpos, se encontraba cojo y su armadura estaba envuelta en rasguños, grietas y hundidos. Su arma característica, el enorme tubo que terminaba en ambos extremos en hachas de doble filo, se encontraba en las mismas condiciones que su armadura.

Debido a su cojera tardo bastante en bajar la montaña que había creado y mientras lo hacia Eileen cayó víctima de un gorila alado que la cogió por sorpresa, y al mismo tiempo un humanoide de báculo apoyo su pie sobre mí. Hasta entonces había estado de rodillas intentando hacer algo con la energía que absorbía, y el humanoide no dudo en someterme contra en suelo y golpearme con toda su fuerza en el costado, escupí sangre y casi pierdo el conocimiento.

Para cuando Diaxe termino llego hasta el suelo blanco del lugar, un humanoide que nunca antes habíamos visto apareció detrás de Sora y Aenor, la criatura era de aproximadamente un metro y poseía cuatro tentáculos parecidos a los de un pulpo, pero de proporciones mucho más grandes.

El nuevo humanoide agarro a Sora de su pierna izquierda y con muchísimo impulso la lanzo contra un humanoide de báculo que la remato contra el suelo, solo pude escuchar una especie de chillido ahogado. En ese momento pude ver como se abrían los ojos de Aenor, sentí su miedo y desesperación al ver como la rodeaban toda clase de humanoides.

— ¡Concéntrate Aenor! — grito Diaxe quien ya empezaba a correr hacia donde nos encontrábamos.

Aenor reacciono y empezó a dirigirse hacia donde se encontraba Diaxe, limitando sus ataques a solamente los necesarios. Y cuando se encontraban a pocos metros, varios de los nuevos humanoides agarraron a la heroína de sus piernas.

Solo pude ver un destello y el viento que se desprendió del movimiento tan rápido que se dio. Aenor cayó al suelo al mismo tiempo que las partes de los tentáculos de los humanoides blancos. Diaxe había corrido hasta allí y cortado los tentáculos, tan rápido que no me pude dar cuenta hasta que ya había sucedido.

— Levántate— le ofreció su mano el exhausto héroe.

Aenor aspiro y exhalo un momento y agarro la mano de Diaxe y se levantó. Se encontraban rodeados de criaturas y todos los demás héroes nos encontrábamos inconscientes o inhabilitados para ayudar.

— ¡Háblenme los que aún están conscientes! — Grito Diaxe, desmaterializando su arma y armadura; para luego volver a materializarlas como nuevas. Eileen realizó la misma maniobra y se dispuso a cubrir la espalda del héroe recién llegado.

Se escucharon dos voces, la de Corvinus y la mía. Todos los demás se encontraban inconscientes o no podían hablar, lo que me sorprendió de sobremanera ya que esperaba que solo tres o cuatro de nosotros no pudieran continuar.

Dos segundos después de haber respondido Diaxe se lanzó hacia donde me encontraba, a tal velocidad que a Eileen le costó seguirlo y cubrirlo al mismo tiempo. Un poderoso golpe denoto que ya habían llegado, el humanoide de báculo que aún mantenía su pie sobre mí, cayó arrodillado frente a Diaxe.

— ¡Esto va para todos ustedes!

Grito el héroe de ojos azules haciendo una hélice con su arma.

— ¡No toquen a mis amigos!

Y partió en dos al humanoide de báculo.

— Aenor ayúdalo a que pelee de nuevo, yo los cubro.

Leyendas de héroesWhere stories live. Discover now