Historia 104

10.7K 565 57
                                    

La lluvia de ceniza y fuego infundio magia e inteligencia en casi todos los seres vivos de Tellurus. La primera raza en mostrar las consecuencias de esto fueron los Titanes, que tomaron como hogar las profundidades de la tierra. Ahí adentro, creando sus majestuosas y colosales ciudades; dieron también forma a las montañas, volcanes y demás accidentes geográficos que en un principio no existían.

En la superficie pronto les siguieron varias especies inmortales (no mueren a causa del tiempo pero no son indestructibles) de los que se resaltaron los Dragones, los primeros señores del cielo; y las especies mortales, como los Drathons, una variante evolutiva de los Dragones, no propiamente sus descendientes, que demostraron su superioridad en la tierra; y los Tritones, la especie hermana de los Quinoid, quienes dominaron los mares.

Durante esta primera era también nacieron las comunidades de Elfos y Vampiros en las profundidades de los bosques; las tribus de los Gigantes, los Trolls, los Aicel y los Iltek; y con estos muchas otras razas empezaron a colonizar el joven planeta.

Los problemas y las disputas no tardaron en estallar, pues tan vasto planeta quedaba pequeño con la cantidad de especies que empezaban a prosperar. A la falta de territorios, se le sumaban las contadas zonas de caza, recolección de alimentos y/o energía mágica; aunque no todos tenían las mismas necesidades alimenticias muchas de estas necesitaban ser suplidas en las mismas zonas.

Las contadas fuentes de agua potable y la imposibilidad de comunicarse los unos con los otros, hacia de la convivencia entre las 60 primeras especies que prosperaron un conflicto constante; bañado en sangre y resentimiento.

Esta primera mitad de la era del inicio, finalizo con la llegada de las especies tardías; razas que a pesar evolucionar a un ritmo menor, lograron sobrevivir en medio de las batallas de sus vecinos. Estas razas parecían una plaga: Humanos, Enanos, Quinoids, entre otras; se reproducían tan rápido como ratones, trabajaban como hormigas y aun siendo tan débiles como moscas lograron inundar Tellurus con su presencia.

El cambio definitivo, que salvo a la mayoría de estas especies de la extinción fue la relativa importancia que empezaron a tener las tribus nómadas Unumentu. Estas criaturas no estaban interesadas en territorios, comida o agua; pues vivían (y aun viven) principalmente de fotosíntesis, al igual que las plantas. Su mayor anheló era conseguir objetos brillantes, pues para ellos estos objetos representaban amuletos de buena suerte.

Estos se dieron cuenta que las demás especies les ofrecerían estos objetos a cambio de tierras, agua y ayuda en la guerra. Pronto los Unumentu se tornaron en los primeros comerciantes y mercenarios de la historia; y a su vez, se volvieron el primer elemento que todas las demás especies tenían en común.

No paso mucho tiempo para que estos aprendieran más de un dialecto; cualidad que despertó el interés de varias razas, pues ahora podrían saber sobre sus rivales e incluso negociar con estos. Los Drathons y los Pharons fueron los que más recurrieron a los servicios de estos y con el pasar del tiempo, ya no cualquier objeto brillante podía comprar las habilidades y objetos más valiosos de los Unumentu; el oro empezó a tomar peso y se convirtió en el principal elemento de trueque.

En ese periodo de tiempo, las colonias de Enanos empezaron a prosperar, pues su habilidad para extraer el cada vez más preciado metal empezó a ser requerida alrededor del mundo. Esta increíble demanda, que hoy en día continua, moldeo la sociedad y la cultura de los Enanos; quienes generaron gran adicción por encontrar y acaparar toda clase de piedras preciosas. Pues su posesión representaba poder y distinción.

Pronto, ya no solo los Unumentu podían hablar varias lenguas y dialectos; varias razas empezaban a ser bilingües o incluso manejaban más de un dialecto gracias a las nuevas alianzas que nacían. De esta manera, algunos idiomas empezaban a imponerse sobre otros.

Fue el Gran Emperador Drathon Ulhnaikumon quien conquisto todos los territorios sobre la tierra, terminando con las ya medianas guerras entre especies. Su inteligencia y su sabiduría sobrepasaban la de cualquier ser mortal o inmortal; sometió a quienes tenía que someter, acogió a quienes querían ser acogidos y genero alianzas tanto con Tritones como con Dragones.

Tenía un consejo basto, en el que por lo menos había dos individuos de cada raza; y gracias a conocer sus culturas y comportamientos, logró crear un imperio en donde todo era prosperidad. Su mayor preocupación no era la muerte, no le temía, era fiel creyente de su religión.

El Ragknarismo, la religión impuesta por Ulhnaikumon, predicaba que existía un solo Dios; más grande, inteligente, sabio, amoroso, justo, colérico y fuerte que cualquier otro dios. No desmentía a los demás dioses de las otras religiones; pero los tachaba de meras creaciones de su dios, simples esbirros que al estar cerca del Dios supremo, podían ser confundidos como dioses. Pues su grandeza era tan inmensa que podía crear seres tan poderosos para servirle.

Su principal preocupación era el futuro de su imperio, pues Dios le había dado todo sobre Tellurus a cambio de su fertilidad. Por más esposas y concubinas que tuviera, no podía engendrar un solo sucesor. Recibió tratamientos científicos y mágicos sin obtener resultado alguno, e incluso varios de sus oficiales y generales lo intentaron engañar con sus mujeres, intentando inmiscuir su propia descendencia como si fuera del emperador; pero Ulhnaikumon poseía tal inteligencia y sabiduría que descubrió con facilidad tan bajas estratagemas.

El gran temor del emperador era que al morir todo lo que había construido y conseguido se desquebrajara en cuestión de unas pocas décadas. Era lo mas lógico, las diferencias entre las distintas especies aflorarían y ante cualquier problema empezarían pequeñas disputas que escalarían con rapidez. Y al no haber un gobernante capaz de poner orden, todo desaparecería. Y solamente su descendencia seria capaz de evitar que ocurriera algo como eso.

Desesperado consulto a su consejo. Poseía palacios enormes en cada uno de los continentes; riquezas y objetos extraños por montones; un ejército inigualable, armas y artefactos que consiguieron de la raza mítica Ulmay; y con su propia ciencia y magia habían logrado superar a estos. Y sin embargo, no encontraba la forma de mantener a su pueblo unido, de nada serviría haberse esforzado tanto durante tantos siglos.

Y fue en un sueño bastante simple, ya en los años de su vejes, en el que encontró la respuesta. Crearía una lengua común, para que todos en su imperio pudieran entenderse y así resolver sus problemas sin tener que recurrir al conflicto.

Las criaturas del aire no le interesaban, y pronto las del mar serian conquistadas por sus generales. El nuevo idioma se llamaría Terram, porque seria el lazo que uniría a todas las criaturas de tierra firme, sus hijos. Dios no le permitía tener un solo hijo, pues le había dado millones.

———————————————————————————————————————————————————

He aquí la prueba de que no me aguante hasta el siguiente viernes. Shame on me

Quería darles una sorpresa pero ya que, la próxima semana comenzara el siguiente arco.

Concurso especial: Vayan pensando en la forma que tomaran los Rekan de cada uno de los héroes.

Nota importante: No digan nada sobre los Rekan todavía, la participación comenzara en el capítulo "La prueba blanca"; no contaran suposiciones hechas en otros capítulos así estas estén acertadas.

Leyendas de héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora