Leyendas de héroes

¡Bienvenido a la enfermería!

Todos los profesores aparecieron de cuclillas ante mí, de inmediato. El profesor Hikes coloco su dedo índice sobre mi frente y dijo ―Hay un nuevo recuerdo en su cabeza, pero es de poca utilidad.

 ―No importa, cualquier información nos es útil― Interrumpió Gorko.

―Solo los vio cazando un valle Ent, lo noquearon a los pocos segundos― respondió Hikes.

―Pero tiene que haber algo útil en sus recuerdos― insistió.

― ¿Por qué sigue vivo? ― interrumpió la profesora Relat agarrando mi quijada.

Volteo mi cabeza suavemente y paso sus dedos por mi cicatriz ― Investiga su marca antes y después de su encuentro con los Ulmay ― ordeno la profesora dando por concluida la conversación. Se levanto y siguió su camino.

―Voy a exprimirle el jugo a este niño ― agrego Gorko, mientras se paraba y empezaba a caminar también.

― ¿Te encuentras bien? ― me pregunto Hikes ayudándome a parar. Le respondí que si y me levante, no me sentía mal y  estaba cansado de todas las miradas de lastima que había recibido desde mi llegada.

Seguimos el camino por el corredor. Dinamo y Shield estuvieron comentando todas las imágenes por las que pasábamos. Entonces, llegamos a una enorme puerta metálica con símbolos florales incrustados en sus extremos. La puerta se abrió en dos y un gas blanco salió de esta, ingresamos de inmediato. El gas no me dejaba ver pero me fui acostumbrando a medida que caminaba. Cuando mi vista se acentuó pude ver el increíble lugar en el que me encontraba.

Parecía un laboratorio de última tecnología y un jardín al mismo tiempo. Había Ultrices y Ents de todos los tipos con vestimentas o marcas blancas caminando de un lugar a otro.  Podía ver puertas y pasillos interconectados; cámaras criogénicas cubiertas de maleza; arboles frutales, medicinales y mágicos regados por las salas del lugar. También había computadores, hologramas y maquinas medicinales de todos los tipos. Todo el lugar olía a hierbas aromáticas y a medicamentos, un poco molesto e hipnotizador al mismo tiempo.

Caminamos un buen tiempo entre plantas, maquinas y pacientes del lugar hasta que llegamos a una gran habitación de baldosas blancas con 12 camillas.

― ¡Bienvenido a la enfermería! ― Grito Yaboth desde una de las camillas del fondo.