Leyendas de héroes

¿Por qué me toca la Siseadora?

― Por favor...síguenos contándonos lo fuerte que es tu grandioso líder.

Nazli señalo con ironía al Iltek de color cobrizo. La criatura robótica se encontraba inconsciente debajo de mí, me encontraba boca abajo.

Intente respirar pero no pude; el dolor del golpe era muy fuerte, y a eso se le sumaba que me sentía ahogado...

― ¡Humana insolente! ―soltó humo por su hocico el Minotauro que estaba frente a ella.

Vomité sangre, sin aun poder aspirar un poco de aire.

 ―Sigue... enserio sigue... ― la heroína sonrió.

―Aun esta nuestro escuadrón de elite...

De pronto, la capa de las doce doncellas, que Jayce me dio en la peor noche de mi vida, se materializo sobre mí como una cobija. Mi cuerpo me volvió a pedir aire, pero no podía hacer nada, me empezaba a desvanecer...

― Tenemos una Siseadora de Natal. Nos aseguraron que un héroe en entrenamiento no podría con ella...

Se escucho una enorme explosión que hizo temblar todo el lugar, unos pocos escombros cayeron alrededor nuestro. Dinamo acababa de llegar a su límite...

― Y con nosotros tres es más que suficiente― termino el Minotauro señalando a sus otros dos compañeros. Un Azum mucho más grande que el que enfrente y una Bellca que irradiaba una gran cantidad de energía mágica.

De entre el hueco que deje, apareció el Azum que me derroto, una pequeña nube de polvo lo acompañaba. Me señalo, unos pequeños destellos eléctricos lo rodearon y callo de cara al suelo...

― ¡Al-Ghun! ― grito el Azum más grande.

Zhao estallo en carcajadas ― ¿Ese es su equipo de elite? ― pregunto saltando hacia mí, aprovechando la oportunidad.

Y antes de que Zhao lograra tocar el suelo: sonó una estruendosa explosión, una enorme serpiente de color morado, parecida a una cobra, aplasto las casas de la otra manzana (cuatro casas).

― ¿Y esa es la Siseadora no? ― pregunto Zhao aterrizando a mi lado.

Una enorme nube de polvo nos cubrió, y con la misma velocidad con la que apareció, una fuerte brisa se la llevo. Los tres líderes se enfurecieron y atacaron al tiempo a Nazli...

― Se supone que me tocaría la manzana más fácil ―se quejo Zattos, desviando el ataque mágico de la Bellca, agarrando con su mano izquierda la enorme hacha del Minotauro y aprisionando el gigantesco puño del Azum contra el suelo, con su mano derecha.

― Tu escogiste ― le respondió Nazli esquivando un segundo ataque de la Bellca.

Zhao creo una bola de energía en su mano derecha y una de agua en la izquierda; con la primera golpeo a Shield y con la segunda me golpeo a mí. De pronto me sentí bien y trague una desesperada bocanada de aire...

― Pero ustedes saben que no soy bueno percibiendo esencias, es trampa que se aprovechen de mi ― renegó Zattos con fastidio, mientras esquivaba el gancho izquierdo del Azum y lanzaba hacia atrás el hacha que el Minotauro soltó por impotencia. 

―No somos adivinos, ¿Cómo piensas que sabríamos que querías lo más fácil? ― le respondió Nazli sonriendo.

La heroína se apoyó en el hombro izquierdo del delgado y alto héroe de ojos verdes, le dio una patada en la garganta al Minotauro, que ahora atacaba con una espada corta, con su otro pie golpeo en la mandíbula al Azum, apoyo su otro brazo en el hombro derecho, se impulso, dio una voltereta y noqueo a la sorprendida Bellca que se encontraba una distancia prudente.

Zattos se enfureció.

―Creo que todos me conocen lo suficientemente bien, ni Charlie hace que me esfuerce ― gritó señalándola con su dedo índice, para mostrar su enojo.

― ¿Si quieres peleamos? O mejor podemos tener una larga discusión para perdonarnos mutuamente ¿Qué prefieres? ― pregunto Nazli sacudiéndose el polvo.

Zattos sonrió incomodo al ver que ambas opciones requerirían de esfuerzo.

―No es para tanto... ― se sobo la cabeza ―solo encárguense de los demás bandidos mientras descan... cuido a Laxuz.

Mi respiración era agitada,  y sentía la adrenalina en mi cuerpo, nunca antes había estado tan emocionado. Acción que me hacia sentir supremamente confundido...

Nazli y Zhao se encargaron de los bandidos restantes, mientras Zattos se recostaba a mi lado. Yo deje que mis emociones se equilibraran y le pedí a Shield que se relajara.

Al cabo de una hora Nazli y Zhao se sentaron junto a nosotros a descansar.

― ¿Alguien se ha preguntado donde están los aldeanos? ― pregunto Zattos en un gran bostezo.

― ¡Los aldeanos! ― gritamos Nazli, Zhao y yo al tiempo.

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Perdón, perdón, perdón....

Nunca pensé que los dioses del internet me apuñalarían por la espalda.