La llamada del adiós

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Me ha llegado un mensaje de texto de mi prima Ligia, me place poder hablar con ella nuevamente después de tantos años, así que leo su mensaje con mucha emoción:

"Querida ¿Qué colonia usas? o ¿Qué embrujo le echaste el Doctorcito más lindo de acá?, me ha preguntado por ti varias veces"

Asumo que habla de Jerónimo, sin embargo finjo no saber de quien me habla y ella me responde:

"El Dr Fernández! Muchos dicen que es homosexual porque no es como los demás Drs que pretenden a todas las enfermeras, de hecho son las enfermeras las que lo pretenden a él y con ninguna ha caído, o eso creemos."

Al parecer eso de que todos son iguales no es tan del todo cierto, pero no estoy para un rollo más, suficiente he hecho últimamente así que me exijo un tiempo para mi sola y no le doy larga al tema. Le pregunto si podemos almorzar juntas, pero me dice que mejor nos veamos en la noche. No puedo beber alcohol, pero acepto su idea y espero la noche para hablar largo y tendido.

Mientras transcurre mi jornada laboral Estefan se acerca a mi y me felicita por mi supuesto embarazo, me causa mucha gracia y le pregunto de donde sacó esa información, me dice que todos lo comentan y me empieza a preocupar. Más tarde Emily, pasa por mi oficina y me pide unos documentos con mucha consideración, dándome a entender que también piensa que estoy embarazada. Esto deja de ser gracioso y empieza a ponerse incómodo, inclusive empiezo a sentir que todos me miran raro. Realmente no le presté tanta atención a este asunto cuando Pedro y George me lo preguntaron, pero no quiero que de repente empiecen a llegar pañales a mi puesto.

Así que después de un buen tiempo sin verlo de frente, busco a Bruno, a él es el único a quien le he dicho algo sobre un embarazo. Con esto también pretendo ponerme a prueba, pues después de todo lo que pasó con Felipe debería haberlo superado ya.
Llegando casi a su oficina lo veo salir de ella y mi mundo se congela, no puedo creer lo nerviosa que me he puesto, había olvidado lo guapo que era, así que sin que él lo note, doy media vuelta y me voy de allí. No soy capaz. Creo que necesitaré mucha moral para hacer esto, así que me dirijo donde mi fiel amigo Pedro, hacemos bromas al respecto, y como no está de acuerdo en que yo vaya a confrontar a Bruno, me sugiere que permita que las personas piensen que estoy embarazada y me habla de los beneficios: me cederán el asiento, me darán detalles, me cuidaran. Mientras reímos de sus locuras entra una llamada de un número desconocido, respondo sin imaginar que se trataba de Felipe, apenas respondo me pide que por favor no le cuelgue y me habla agitado:

- En tu cabeza estarán pasando quien sabe que cosas locas, pero me gustaría poder explicártelas- No tienes nada que explicarme - replico-  siempre supe que no habías dejado de quererla- Así como tu tampoco a Bruno - me refuta- De Bruno yo me alejé...

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- En tu cabeza estarán pasando quien sabe que cosas locas, pero me gustaría poder explicártelas

- No tienes nada que explicarme - replico- siempre supe que no habías dejado de quererla

- Así como tu tampoco a Bruno - me refuta

- De Bruno yo me alejé completamente, nunca te mentí. Pero tu a mi si, antes del viaje me dijiste que ya no hablabas con ella, sin embargo ya te habías despedido de ella y ahora ¡hasta vive contigo!

- Las cosas no son así Shaddia, por favor escúchame

- Felipe ahórrate tus explicaciones ¿si? No tienes porque dármelas, tú y yo solo somos muy buenos amigos

- ¿Eso somos? ¿solo amigos? - me cuestiona Felipe en tono molesto

- ¿Cuándo fuimos algo diferente?

- Tu sabes bien los sentimientos que habían de por medio.

- Insuficientes para hacerte quedar e insuficientes para hacerme ir contigo. ¿Qué mérito tienen?

Él se queda callado por varios segundos y continúa: 

- Estas hablando con rabia. Tu tono lo dice.

- Tengo rabia si, pero no por ti. Si no porque en la empresa todos creen que estoy embarazada.

- ¿Estas saliendo con alguien?

- Con nadie.

- ¿Y George?

- No salgo con él, inclusive he dejado de verlo en el Bar, ya no voy.

- Quizá haya utilizado esa información para alejar a tus pretendientes.

- Eso es absurdo Felipe. En todo caso ya no importa, así como tampoco me importa lo que hagas con tu vida, adiós Felipe, se feliz.

Le cuelgo y observo a Pedro como detenidamente escuchó toda mi conversación. No sabe que decirme y realmente no espero que me diga nada, así que vuelvo a mi oficina a terminar mi jornada. Al parecer si necesitaré un par de cócteles. Que sean los últimos. 

Estoy apunto de salir y llamo a Ligia para acordar el punto de encuentro, le menciono el bar donde siempre voy pero ella me pide que mejor llegue a uno más cercano a su trabajo pues aún no termina su turno. Tomo la dirección y voy al sitio.

Al llegar, noto que es un sitio más propicio para la rumba, pensaba más en un lugar discreto, más propicio para hablar con mi prima pero al parecer ella se desestresa de otras formas. La espero alrededor de 20 minutos y mi sorpresa es tal, cuando la veo entrar junto a su compañero el Dr fernandez. 

¡Ay Ligia!

El elixir de Shaddia Cornett.Where stories live. Discover now