Mi familia

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Jerónimo parece no querer escuchar más de mi historia, esta aterrorizado. Pero los horrores no llegaban hasta ahí, así que le sigo contando:

- Infortunadamente no todo para ahí. Al día siguiente de este horror, nos enteramos que mi cuñada estaba embarazada y ellos no lo sabían, pero lamentablemente había perdido al bebé tras caerse en medio de la golpiza que le daba mi hermano a Arthur. Ahora, no solo había perdido a mi sobrino, estaba a punto de perder a Arthur quien duró inconsciente varios días, mi padre infartado en la clínica y mi hermano preso sin saber que acababa de perder un hijo. ¿Crees que importaba como me sentía yo en medio de todo esto?

- Que fuerte, por favor dime que tu papá se recuperó, Arthur no murió y que tu hermano ya esta libre.

- Mi papá por fortuna se recuperó, su corazón quedó muy débil, no soportó el asombro pero sabía que debía seguir latiendo por mi hermano y por mi, aunque del problema raíz se enteró semanas después. Por otra parte Arthur tuvo lesiones bastante serias así que además de tardar en despertar, tardó también en recuperarse. En cuánto a mi hermano, dependía por una parte de que Arthur despertara y por otra de que no presentara cargos contra él, aunque por la gravedad de la lesiones, no bastaría con sus declaraciones. Pero lo peor para mi hermano Nicolas no fue la cárcel, mi cuñada lo dejó y lo aborreció culpándolo de la pérdida. Al final Arthur retiró cargos, mi hermano pasó 14 meses en prisión y durante ese tiempo el odio floreció en mi familia no solo hacia Arthur, sino hacia mi cuando se enteraron que ya yo sabía de las preferencias de Arthur y fingí ante todos, pues aseguraban que de no haber fingido nada, mi hermano nunca lo habría golpeado tratando de "defender mi honor" - se me entrecorta la voz. -

- Era la rabia lo que los hacia decir eso, tu estabas entre la espada y la pared.

- Pero nadie lo vio así, nadie se detuvo a pensar que estaba enfrentando la peor lucha estando en medio de todos.

- ¿Eso hace cuanto tiempo pasó?

- Hace 7 años ya, desde entonces mi hermano no me habla, me repudia al igual que mi madre. Sin embargo yo de masoquista cada cumpleaños vuelvo a su casa, respaldada por mi padre quien es el único que aún me tiende la mano.

- No puedo creer que tu familia después de tanto tiempo no haya pensado en lo difícil que fue para ti. Fue una decisión sobre tu relación que nunca pensaste fuera a desencadenar todo eso para tu familia.

- Destruí a mi familia. Mi hermano aún no supera haber perdido a un hijo y a su novia. Y desde entonces es un hombre promiscuo que vive fuera de control.

- Y ¿Arthur?

- Él se fue del país. Su familia como era de esperarse lo hizo sentir como algo completamente anormal, una deshonra para el apellido y lo rechazaron completamente. Así que se fue, y desde entonces no supe más de él.

- Y ¿tú? ¿Qué hay de ti después de toda esa locura? eres una mujer muy valiente.

- ¿Yo? Pues durante mucho tiempo soporté el deprecio, los insultos, mientras intentaba remediar algunas cosas, intenté mediar con mi cuñada, ayudar a mi hermano, estuve muy pendiente de la salud de mi padre, pero unos meses después de que saliera mi hermano de la cárcel, todo se volvió peor de lo que ya era, era invivible estar en casa de mis padres, así que por el bien de todos, decidí venirme a vivir a esta ciudad, un amigo de infancia me ayudó a conseguir trabajo y me consumí completamente en largas horas de trabajo o encerrada en este apartamento.

- Y desde entonces ¿no has estado con nadie más?

- Pues así venía siendo hasta hace más o menos un año, precisamente con ese amigo de infancia surgió algo de la manera más loca que puedas imaginar, pero no funcionó, fue algo fugaz y buscando superarlo me di la oportunidad con otra persona, pero tampoco funcionó, tuvo que irse a vivir a la capital y allí todo acabó.

- Es decir... duraste 6 años sin ninguna relación y te enredaste con el amigo que ya conocías desde que eran niños, ¿Por qué no darte la oportunidad con él mucho antes?

- Ah eso es otro historia, pero creo que con lo que te conté, ya es suficiente por hoy.

- Tienes razón. Supongo que quieres descansar.

- Si, supongo que tu también. Tengo un sofá que es todo tuyo si deseas.

- Mmm creo que mejor voy a casa. Ya es casi de mañana

Sonreímos, nos damos un cálido abrazo de despedida y él solo me dice:

- Espero que hayas hecho catarsis, adiós Shaddia.

- Adiós Jerónimo.

El elixir de Shaddia Cornett.Where stories live. Discover now