Elegir la monotonía puede darle tanto simplicidad como paz a tu vida.
Pero amar, caer, levantarte, aprender, dudar, decidir... sentir, eso es vivir.
Acompaña a Shaddía a recorrer un camino lleno de vivencias impensables para una mujer que se escondi...
Ya en mi sofá no dejo de pensar en cada escena, me siento apenada, muy tonta, pero en parte aliviado porque al menos tengo claro todo lo que pasó con Felipe en su apartamento. Me sorprende la molestia en mis labios y más aún que él haya sentido lo mismo, eso fue literalmente desgastar los labios, creo que lo volvería a repetir sin dudarlo, pensé maliciosamente. A este punto no era capaz de describir mis sentimientos, pero lo que si tenía claro, era el tipo de relación que sostenía con Felipe, así que seguramente no volvería a pasar, sin mencionar que no volvería a tomar así.
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El sofá se vuelve mi plan predilecto para los fines de semanas por más de un mes, después de lo ocurrido, no dejamos de hablar pero se notaba cierta incomodidad entre los dos, así que hablábamos más por mensajes de texto que en persona, a pesar de vivir al lado uno del otro. Me perdí en la música y en las películas cómicas acompañada de mi soledad, no encontraba mejor plan que me desconectara de una realidad en la que no solo me encontraba huyendo de Bruno en el trabajo, sino también de Stev en las redes y ahora también de Felipe.
Hasta que llegó un día en el que me cansé de mi propia jaula y me dije no más, no pretendía quedarme un fin de semana más, encerrada, pensando en cosas tristes, cautiva en mi propio apartamento, necesitaba cambiar el ship, así que decidí colocarme ropa deportiva y salir a trotar.
Para mi sorpresa, a mi regreso Felipe iba saliendo de su apartamento algo afanado, nos saludamos y aunque para mi significaba un reencuentro después de lo sucedido, él solo me dijo "¿adivina quién quiere verme?"
Con sus manos y su cara me dijo lo excelente que se sentía y yo me alegré, le desee éxito y entré a mi apartamento. Pero en realidad no me había alegrado del todo, éramos amigos, las cosas estaban claras entre los dos, yo no sentía que Felipe me gustara, ni sentía algo especial por él, pero algo se removió en mí, supongo que a pesar de los trago aquel día, no me beso con cualquiera y apenas hace un mes habíamos estado casi juntos, suena loco lo sé, pero no sé cómo explicar lo que sentí, lo cierto es que Felipe había logrado desviar de cierto modo mi atención hacia Bruno, de quien estaba decidida a alejarme completamente.
Entre otras cosas para que esto fuera efectivo, debería cambiar de trabajo, ¿tienes alguna oferta para mí?
