Una ducha caliente.

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No pude dormir toda la noche, lo mire y lo observé como si detallando su cara fuera a encontrar la respuesta a mis interrogantes. Me cuestiono sobre lo acelerada que fui al decidir iniciar con él una aventura, porque nunca me permití darme tiempo de conocernos más y a lo mejor construir algo formal, pero recuerdo todo lo vivido con él y no me arrepiento de nada.
Yo no quería incumplir el acuerdo de no enamorarnos, pero me emocionaba saber que por fin Felipe había decidido dejarla ir de su vida, esperaba sinceramente que lo lograra y estar yo ahí a su lado.

Ya es otro día y yo me he levantado a preparar desayuno, Felipe definitivamente tomó mucho y aún no despierta. Me dirijo a la cama y lo miro una vez más, como si no me hubiese alcanzado toda la noche para mirarlo lo suficiente. Lo miro de pies a cabeza, me encanta ese hombre, pero por primera vez no lo estoy mirando con ojos de deseo y me aturde estar sintiendo cosas por él, así que antes de estar pensando cosas absurdas me acerco y con un beso en la mejilla lo despierto, ya son más de las 9 de la mañana, el me sonríe y me extiende su brazo como para yo ayudarle a levantarse, se la doy pero el me hala hacía él y yo caigo sobre su cuerpo, mi corazón late rápido mientras me dice "hemos pasado la noche en mi apartamento y no hicimos absolutamente nada, hoy debemos desquitarnos..."
Si tuviera pene se me hubiese levantado por la forma como hizo ese comentario, me esperaba un día muy agitado al parecer, pero debía hacer un par de diligencias así que no tenía mucho tiempo, debía aprovecharse de inmediato, así que empiezo a besarlo apasionadamente y de repente un mareo fuerte me desestabiliza, él lo nota y me hace sentarme sobre la cama, yo cierro mis ojos esperando que se pase el malestar y él va por un vaso con agua, le digo que iré a tomar una ducha a mi apartamento pero me dice que no me dejará ir así, que me bañe en su apartamento y eso hago. Entro a la ducha y me quedo bajo el agua un par de minutos, el mareo cede, debió ser la falta de sueño...

Felipe entra al baño a ver como sigo y me dice en tono sensual 
"estaba pensando en que como te sentías mal, a lo mejor necesitabas ayuda..."

Yo sonrío sutilmente y le respondo
"Llegas oportunamente, la verdad siento un par de molestias y me gustaría que me ayudaras con ellas"

Felipe se quita la poca ropa que lleva consigo, entra a la ducha y me pregunta
"¿En donde sientes molestias?, me muero por ayudarte"

Yo le señaló mi cuello y le digo que me duele, el me empieza a besar y yo le pregunto si intentará aliviarme donde me duele con su boca, él me afirma diciéndome que es muy efectiva, entonces le digo que también me duelen los senos, así que su boca se traslada hasta allí y me encanta ver como saborea mis pezones, después de un par de minutos le digo que me duele más en otra parte y le señalo mi entrepierna, el se agacha y me dice "Se nota que te duele mucho aquí"  y empieza a hacerme eso que tanto me encanta, estaba muy mojada y no precisamente por la ducha que tomaba, mientras tanto él entre mis piernas hacia maravillas, era sensacional.

De repente Felipe dice un poco agitado "por tu expresión de dolor creo que no es suficiente con mis besos, creo que deberé inyectarla"

y yo loca de placer le digo "¡inyéctamela ya!"

Felipe me penetra una y otra vez, esta es la ducha más deliciosa que he tomado en mi vida y no quiero que acabe.

Felipe me penetra una y otra vez, esta es la ducha más deliciosa que he tomado en mi vida y no quiero que acabe

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El elixir de Shaddia Cornett.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora