El elixir de Shaddia Cornett.

Confesión y propuesta

Después de casi brincar de la emoción, Felipe al fin detiene su celebración y me dice:

-Bueno, si no es un embarazo hay que averiguar entonces que te está causando las náuseas, recuerda que hace días te dio mareo...

-Felipe, no intentes mostrarte pendiente de mi ahora ¿si? No finjas, se bien que para ti soy solo tu amiga, una compañera sexual ..

-Porque tu mataste otra posibilidad - me interrumpe Felipe...

-¿Que?

-Shaddia, yo deje a Margarita a un lado por ti, ¡te presenté como mi novia!

-¡Estabas borracho!

-¡Pero lo hice! ¿No te dio a entender nada todo eso? Eres una mujer maravillosa, más allá de lo bien que nos entendemos en el sexo me gustas tú, tu forma de ser, lo bien que me siento a tu lado ¿de verdad no notas nada de eso? pero aquella noche que te esperaba con tantas ansias porque sentía que había un tema de conversación pendiente, una conversación que aprovecharía para hablarte de mis sentimientos,  tu te empeñaste a demostrarme que tus sentimientos por Bruno seguían ahí y que por más cosas que vivamos, cada vez que aparezca él o siquiera alguien relacionado a él, te desestabilizará, le darás más importancia a que él esté o no con Anabell, a lo que él haga y yo no podría con eso, así que esa misma noche le escribí a mi supervisor para que me postulara para la vacante a la que ya antes había dicho que no porque quería estar aquí contigo y pues ya sabes cual fue el resultado. Tu me hablas que te sientes solo como mi compañera sexual, pues así me siento desde ese día.

-Yo ya no siento nada por Bruno

-¿A quien quieres engañar? Ni te lo puedo mencionar porque tu cara cambia de inmediato. Tomé mi decisión de desligarme de Margarita, te lo dije con la esperanza de que entendieras el porqué

-¡Estabas ebrio Felipe!

-¡Los ebrios siempre dicen la verdad! ¿No has escuchado eso?

Yo no puedo creer lo que me está diciendo así que le cuestiono porque no me había dicho antes y el me habla del acuerdo. ¡Por Dios! La misma estúpida razón nos calló a ambos...

-¿En que momento hicimos ese acuerdo? - le pregunto

- En un momento en el que ambos pensábamos solo en placer... no nos reprochemos eso, ninguno estaba preparado para enamorarse, no esperábamos entendernos tan bien

- ¿Y decirnos todo esto justo ahora que te debes marchar...?

- Puedes irte conmigo Shaddia.

Es una oferta tentadora, pero a decir verdad el sin sabor de como reaccionó ante un posible bebé me deja algo desconcertada, aún somos jóvenes, pero que tanto querrá esperar para formar una familia. Yo tengo un trabajo estable acá, no se que tan buena idea sea.

Le digo que lo pensaré y con picardía me dice "¿Puedo hacer algo para ayudarte a pensar a mi favor? " Me pregunta y me empieza a besar; por muy molesta que esté con él, ¿Cómo poderme resistir a este caramelo delicioso?