A la espera

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A lo lejos empiezo a escuchar personas hablando, pero no logro entender lo que dicen. Poco a poco se van haciendo claras las palabras y descifro que una de esas voces es de Bruno. Abro los ojos y estoy en una clínica, la enfermera nota que ya he reaccionado y me examina un poco y sale a buscar al Doctor, mientras que Bruno muy emocionado comienza a preguntarme como me siento.

Tengo la boca seca, me siento muy débil así que respondo a sus preguntas con monosílabas. El me explica que me he desmayado en la oficina y tuvo que traerme de urgencias a la clinica, que se ha tenido que hacer pasar por mi esposo para autorizar unos exámenes que consideraban importante hacérmelos pues además del desmayo estaba muy inflamada en el área abdominal.

En ese instante solo lo miro mientras habla agitadamente, tratando de contextualizarme con lo que pasaba y se siente lindo su protección. El Doctor llega al cuarto y me hace unas preguntas de rutina, me examina y me explica los exámenes que ha ordenado para mi. Como me nota tan débil, le da unas indicaciones a la enfermera y me dice que en un par de horas entregaran los resultados y si sale todo bien y me encuentro menos débil podré irme a casa.

Siento mucho sueño, así que mientras Bruno trata de alentarme quedo dormida una vez. Tras un poco más de media hora de descanso, vuelvo a despertar ya con más aliento y llamo a Bruno que está perdido en el celular.

- Shaddia te veo mejor semblante, ¿Cómo te sientes?

- Ya no siento que se me quiere explotar el estomago - sonrío

- No han parado de preguntarme por ti, todos en la empresa estaban muy preocupados

- ¿Por mi o por el bebé? - rio sarcásticamente 

- ¿Por qué me mentiste Shaddia? 

Solo le desvío la mirada muy apenada

- No te estoy reclamando - continua Bruno - pero no había necesidad, con eso no se juega, si quería que me alejara no tenías porque inventar eso

- Te había dicho muchas veces que no y seguiste aprovechándote de mi

- Yo no me he aprovechado de ti Shaddia, me ves como un mounstro porque no me has querido escuchar, porque no me creíste cuando te hablé de mis sentimientos, y se que no es el momento para hablar de esto, pero por favor, al menos no hoy, no digas más que me he aprovechado de ti.

Inunda un silencio en la habitación

- De igual forma, no te juzgo. Ese día que me dijiste de tu embarazo quizá yo te llevé a eso, tu solo has sufrido las consecuencias de mis malas decisiones. Por fortuna, no hubo daño a una criatura inocente y tu estas bien, estas aquí conmigo.

Ma toma de la mano y siento una paz que tanto he anhelado. Lo escucho relatarme como me sacó de la oficina, quienes se dieron cuenta de lo sucedido y después de un eterno rato entra el Doctor que ya tenía mis resultados.


El elixir de Shaddia Cornett.On viuen les histories. Descobreix ara