A lo Grey.

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Diez minutos después siento que abren la puerta, Felipe ha llegado y se dirige a la habitación donde encuentra su cena servida tal cual le escribí.

Al entrar, deja caer su bolso en el piso y dice entre suspiros "que delicia..."

Ahí estoy yo, totalmente desnuda, acostada en mi cama, medio atada de manos a la cabecera de mi cama, con un poco de arequipe sobre mis pezones...
Con mucho afán, se desviste y mordiendo sus labios me empieza a acariciar sutilmente desde mis piernas hasta mi cintura, al llegar a mis senos y cuando creo que está a punto de quitarme el arequipe se levanta de la cama y comienza a buscar entre mi ropa, le pregunto que busca pero el solo ríe pícaramente, hasta que por fin da media vuelta y me muestra un pañuelo, lentamente se acerca a mi y me dice "te voy hacer sentir tanto placer que no quiero que los vecinos te escuchen."


Me coloca el pañuelo en la boca, esto es gracioso pero me excita

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Me coloca el pañuelo en la boca, esto es gracioso pero me excita. Estoy a la merced de Felipe y lo único que no se siente tan bien es no poderlo tocar; con su boca quita el arequipe de mis pezones y se siente fantástico. Cuando termina toma nuevamente el arequipe y me dice que quiere más, así que poco a poco lo esparce a lo largo de mi cuerpo, y la sola aplicación me pone la piel de gallina, acelera mi respiración y quisiera decirle que me haga suya ¡ya! Pero el prefiere dedicarse un rato más a las caricias y los besos, a quitarme con su lengua toda el arequipe que me ha aplicado. Mi cuerpo le grita a Felipe que estoy realmente muy excitada, que lo necesito dentro de mi, pero él aún no lo hace sino que prefiere estimular mi clítoris,  yo con mis piernas temblorosas le toco su miembro, luego trato de acercarlo a mi indicándole que quiero ¡ya! Estoy apunto de sacar mis manos de la cuerda que me ata a la cama y tomarlo a mi voluntad. Pero él, por fin toma una de mis piernas la estira hacia su pecho y teniendo la otra extendida sobre la cama, me penetra lentamente y yo disfruto cada movimiento.

El haberme cohibido a dominar o al menos a ser partícipe activa de lo que hicimos se dosifico en un gran placer, fue muy intenso, excitante, al mejor estilo de las cincuentas sombras de Grey.


El elixir de Shaddia Cornett.Where stories live. Discover now