La noticia.

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Cuando abro la puerta, Bruno se sorprende, como si no esperara que le fuera a abrir.

Le indico que pase pero no le brindo asiento, no espero que se quede a decir verdad, pero él solo se sienta y me dice que tenemos que hablar, así que iniciamos una no muy buena conversación:

-No se que haces aquí, ya todo está dicho - Le digo.

No, no todo, sabes bien que aún hay mucho por hablar..

- ¡No! - lo interrumpo – Nada de lo que digas cambiará lo mucho que me has lastimado. Cuando debíamos hablar lo único que hiciste fue actuar como si no hubiera pasado nada, ahora ¿Qué pretendes?

- Pretendo remediarlo, aunque se que ahora menos podre hacerlo. Entiendo que no quieras escucharme... pero aún cuando tengas todos los motivos, tengo derecho a hablar, y quisiera  explicarte todo, pero tranquila, que no vine a eso –Agacha la cabeza - Debes saber algo...

Me quedo en silencio, pero al ver que no dice nada, le replico:
- ¿Ahora que hiciste?, ¿Qué es lo que debo saber?, anda dime, estoy muy ocupada, debo ... –Ahora es él quien me interrumpe.

- Me molesté al ver llegar a Anabell y no a ti, quería pedirte perdón por todo, aunque después no quisieras saber más nada de mí, no sabes cuánto necesitaba esa última conversación entre tú y yo, pero decidiste hacer lo que hiciste y allá apareció ella... Fue tanta fue mi molestia que se lo dije a la misma Anabell, le conté todo lo que me estaba pasando, reclamándole porque por ella es que tú y yo nos estábamos juntos...

No fue por ella, ¡FUE POR TI! - Le grito, pero él continúa

- Le dije que yo estaba enamorado de ti, que nunca debí acceder a nada con ella, que quería y le pedía a gritos que se desapareciera de mi vida, que me dejara en paz, que yo solo pensaba en recuperarte, se lo repetí una y otra vez, le dije tantas cosas, decepcionado, triste y lleno de ira, delante de todos en el restaurante, Dios santo, fui tan duro con ella, como si ella me hubiese obligado a hacer lo que hicimos, le hablé fuerte y solo te mencionaba a ti, en lo mucho que sufría por tu distancia, ella consternada, solo me miraba, con los ojos algo brillantes, pero no me importaba, yo sólo pensé en las noches que estuve con ella y que pude haber evitado de no haberme emborrachado, yo no la quería a ella, siempre te he querido a ti, pero no justifica todo lo que le dije (suspira)     

- Le dije que yo estaba enamorado de ti, que nunca debí acceder a nada con ella, que quería y le pedía a gritos que se desapareciera de mi vida, que me dejara en paz, que yo solo pensaba en recuperarte, se lo repetí una y otra vez, le dije tantas ...

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Un silencio se apodera de nuestra conversación, yo no se que decir y en parte me siento terrible con Anabelll, Bruno rompe el silencio

- Ella solo me dejó hablar, cuando me callé, solo se levantó de la mesa y me dijo algo que me dejó atónito, me volvió loco en cuestión de segundos, no comimos, ni agua pude tomar del nudo que tenía en mi garganta, no fui a trabajar en la tarde, solo empecé a caminar sin rumbo, sabes qué significa eso para mí, mi fin, perderte completamente, se que tu no aceptarías algo así..

Dejo de entender de que habla, presiento que se trata de algo no muy agradable pero no tengo idea de que pueda ser, veo salir sus lágrimas, pero me mantengo fuerte evitando caer ante una posible farsa. El continúa diciendo:

- No puedo con esto Shaddia, mi amor, en serio no puedo, suena duro pero yo no deseo hijos con ella...

¿HIJOS!? ¿He escuchado bien?

No puedo hablar, y si pudiera no sé qué decirle... mi corazón está en shock, pienso en Anabell, pienso en todo y nada a la vez. Estoy en blanco, solo lo miro decir una y otra vez que me perdió, que lo perdonara y yo solo me decido a abrirle la puerta indicándole que se fuera de mi apartamento, el me pide que lo perdone pero yo no puedo mencionar palabra alguna. Le señalo la puerta para que se vaya, ya me había dicho lo que debía decirme así que seguir con esa conversación no tenía sentido.

Tras salir de mi apartamento, mis lágrimas salen sin contención, no puedo evitarlas, siento un gran dolor en mi pecho, le escribo a Stev para enterarlo de que ya había terminado con la visita pero que no estaba en condiciones para una llamada, sin embargo él insiste, así que me llama, me desahogo con él y me duermo oyendo su voz.

El elixir de Shaddia Cornett.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt