Lado Oscuro

1 0 0
                                    


Siento una larga tarde, con un poco de nauseas llamo a Felipe, me dice que tiene un problema en el trabajo, que llegará más tarde, pero que por favor lo espere que tiene algo importante para contarme. Yo quizá también tenga algo importante que contarle, así que de camino al apartamento paso por una droguería y compro una prueba de embarazo, pero mi cobardía no me dejaba hacerla si Felipe no está aquí. Así que cociné algo mientras esperaba a Felipe, de seguro llegaría muy cansado; cuando el llegó me cargó con mucha felicidad, no parecía estar agotado, le pregunto como le fue y me empieza a contar sobre un problema que hubo y como logró resolverlo, y a media historia, de repente el mismo se interrumpe y me pregunta sobre como me siento pues mi cara parecía de cuidados intensivos, yo me levanto de mi silla y me dirijo hacía él, me siento sobre sus piernas, le acaricio el cabello, le doy un beso en la boca, y le pregunto delicadamente

-¿Que pensarías si te digo que estoy embarazada?

- ¿QUE? - se levanta bruscamente de la silla logrando desequilibrarme un poco, abro mucho mis ojos ante su reacción y le pregunto si ¿tan malo es? a lo que él me responde:

-Malo, malo, muy malo, Shaddia ¿sabes lo que significaría eso? ¡Estamos muy jóvenes! yo no estoy buscando un hijo en estos momentos, no es posible, además tu te estás cuidando o ¿te dejaste de tomar las pastillas? Sería muy irresponsable de tu parte Shaddia.

-No te preocupes que no me las he dejado de tomar pero es una posibilidad, siempre hay un riesgo...- Le contesto en un tono molesto y él refuta

-Un riesgo que no puedo correr en estos momentos, Shaddia me ascendieron, en un par de semanas me trasladan a la capital, este momento lo estaba esperando hace mucho tiempo y no voy a permitir que nada lo arruine, ni siquiera un bebé.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Dicen que todos tenemos un lado oscuro y el de Felipe lo acababa de conocer, se expresaba tan déspotamente como si tratara de lo peor en el mundo, y como si fuera responsabilidad solo mía, que mi corazón se hizo pedacitos en ese instante. De igual forma le aclaro que era solo una pregunta hipotética y de inmediato el tema dejó de importarle, y continuó hablando de su alegría. En el fondo me alegraba su logro, él era un excelente profesional, se lo merecía, pero esa noticia no era la mejor para mi en esos momentos, de ser cierto un embarazo.

Después de un rato, empezó a besarme y yo le dije que aún me sentía indispuesta que me disculpara. Así que solo dormimos hasta el día siguiente.

El elixir de Shaddia Cornett.Where stories live. Discover now