Anónimo.

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Otro día laboral en la capital y trato de concentrarme en ello, pero a mi celular no dejan de llegar mensajes de Bruno, insistiendo en que lo deje explicarme pero yo en definitiva no quiero escucharlo más; seguramente por muy absurdos que sonaran sus argumentos me lograría convencer.

He atendido todos mis compromisos del día, trato de dejar terminado un reporte para poder dedicarme a conocer un poco la ciudad, así que apago mi celular y me regalo ese tiempo para mí, en definitiva esto me hacía falta. Como era de esperarse los planes con Stev se cancelaron así que no le encontraba mucho sentido a más días en la capital, adelanto el vuelo y regreso a abrazar la soledad que me acompaña en mi habitación.  

Tras un caótico fin de semana, abrumada por la locura de los últimos días y las emociones revueltas, es hora de volver a la rutina. Al llegar a mi oficina, encuentro una nota sobre mi escritorio, no decía de quien, solo había dos palabras en ella "Te extrañé"

 Al llegar a mi oficina, encuentro una nota sobre mi escritorio, no decía de quien, solo había dos palabras en ella "Te extrañé"

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De inmediato pienso en el cinismo de Bruno, así que la rompí, encendí mi computador y noto que habían muchos correos, entre esos, uno de mi jefe convocando reunión para la evaluación de indicadores. ¡Como pude haberlo olvidado? Mensualmente toca presentar al comité esta información y yo no tenía nada organizado, eran ya las 8:15 am y la reunión empezaba en 45 minutos. Tomé mi informe del mes anterior y comencé a modificarlo con datos actualizados a la espera de que en esta ocasión no lo detallaran lo suficiente para darse cuenta que se trataba del mismo esquema, solo con los datos actualizados. Preparé una presentación bastante sencilla, pero con las estadísticas más relevantes, la guardo en mi memoria USB y corrí a la sala de juntas. Llegué 2 minutos tarde, lo que me costó mi posición en la ponencia.

"Adelante Shaddia, ya que estas de pie empieza con tu ponencia"

Exclamó la que en esta ocasión orientaba la reunión, Emily. Tras la aceptación de su propuesta por parte de mi jefe, no me quedó otra opción que iniciar la reunión. Aún un poco nerviosa, debo admitir con total modestia que soy buena en lo que hago, recibí solo halagos para molestia de Emily quien durante mi ponencia no dejó de mirarme con repulsión. Al salir de la sala de juntas, mi amigo Pedro me aborda y me felicita por mi ponencia, me afirma que fui la mejor y que seguramente el comité hará una buena observación frente a eso, algo incrédula le agradezco y lo abrazo. Él me corresponde con un abrazo fuerte mientras me dice "si, definitivamente te extrañé."

Sorprendida lo miré muda, él sonríe, y me invita a almorzar. Pedro suele tener detalles conmigo pero no lo tuve en mente al leer la nota, sólo pensé en el descarado de Bruno a quien por cierto no había visto.

Vuelvo a mi oficina y encuentro un chocolate, es de mi favoritos y solo sonrío asumiendo que nuevamente Pedro ha dejado su mensaje anónimo, ¿Tanto me extrañó?
Comienzo a comerlo al tiempo que me alivio por lo bien que me fue en la reunión a pesar de no tener preparado nada con anterioridad. Es bueno empezar la semana así, ¡ya era hora!

Durante el almuerzo me encuentro nuevamente a Pedro y lo abrazo esta vez agradeciéndole el chocolate, le pregunto como hizo para saber que eran mis favoritos y el solo me contesta
"Al parecer no soy solamente yo quien te deja mensajes anónimos en tu oficina."


El elixir de Shaddia Cornett.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن