Rumores

0 0 0
                                    


De vuelta a la oficina voy en silencio, me siento un poco molesta, como recriminando que Ligia quiera que yo acepte lo que no es así. Ella lo nota y antes de bajarme del auto me dice:

- Shaddia, yo no te voy a obligar a que aceptes cosas que no quieras, es tu vida, a lo mejor me equivoco pero estoy casi segura que no, y no tienes que convencerme porque es algo muy tuyo y que agradezco me hayas compartido. Pero si te lo digo, es porque tu tienes un corazón tan noble que ni aun intentando ser una chica de mundo puedes dejar de ser tan buena. Lo que tu viviste con Arthur y tu familia, no fue nada fácil, es apenas normal que tengas miedo de sentir esas cosas tan tristes nuevamente, pero por favor, no des pasos hacia atrás, solo piénsalo, analízalo. Yo te prometo no tocarte más el tema y estar más disponible para vernos.

Me extiende los brazos para darle un abrazo y yo le sonrío y le respondo el abrazo. Entiendo su intención y aunque quiero refutarle, tomaré su palabra y me lo guardaré para mi. Me despido y vuelvo a la oficina.

Me es inevitable no pensar en lo que me ha dicho Ligia, pero termino respondiéndome que incluso lo he dejado de querer como un amigo, por haber jugado conmigo así, como si no quisiera verlo más nunca. Tocan a mi puerta y permito el ingreso, cuando veo a Bruno de pie. Por un momento pienso que es mi mente jugándome una mala pasada pero si era él.

- Me puedes regalar 2 minutos

Para su sorpresa accedo - si, pasa. Yo necesitaba hablar contigo - suspiro llenándome de fuerzas  

- Supongo que ya te han llegado los rumores

- ¿De que estoy embarazada? si ¿o hay algo más que deba enterarme?

- no, es de eso precisamente que necesito hablarte

- así que vienes a reconocerme que fuiste tu quien inició con toda esta ridiculez

- ¡no! yo no Shaddia, pero si ha sido por mi culpa

- ¡Por supuesto que es tu culpa! eres el único a quien le había dicho. No dejas de hacerme daño

- Por favor Shaddia, no hables así, nunca ha sido mi intención lastimarte

- Pues lo has hecho Bruno, y mucho. Solo necesito que así como iniciaste esto, lo acabes, necesito al menos tranquilidad en eso - de repente empiezo a sentir el dolor y trato de disimularlo

- Si fuera por mi pararía con esto antes de que me lo pidieras, pero se trata de Anabell

- ¿Que? le contaste y es ella la de todo este show del embarazo

- No solo eso, está fuera de control, hablando estupideces

- ¿ que estupideces? 

- Cosas estúpidas Shaddia, nada cierto. Pero quiero que tengas la tranquilidad de que me encargaré de todo esto

- ¿tranquilidad? me dijiste que solo habían rumores de mi embarazo y ahora resulta que hay más ¿Cómo quieres que este tranquila si siquiera se que locuras está hablando?

- Es que son tonterías Shaddia, dice que tu quisiste cuidarla en su embarazo como si no supieras que había perdido el bebé

Me enmudezco - ¿entonces si perdió el bebé?

Bruno baja la cabeza y comienza a caminar de un lado a otro

- Veras, todo esto ha sido muy confuso, yo no se que creer, Anabell está loca, obsesionada, y se que me busqué esto, pero se me salió de las manos y no quiero dañarte más.

- Bruno háblame claro porque no estoy entendiendo nada

- Es muy largo para hablar, no se si podamos hablar fuera de ..

- No Bruno - lo interrumpo -  no pienso estar en un lugar a solas contigo, dime lo que me venias a decir, resuelve lo que tengas que resolver y listo - Nuevamente siento un puntazo de dolor en mi abdomen el cual sigo intentando disimular.

- Anabell está apunto de terminar sus prácticas, se irá y acabaran los rumores. Pero me citaron para mañana desde la oficina de recursos humanos y creo que tiene que ver con todo esto

¿George? me digo mentalmente, se me acelera el corazón y se intensifica el dolor al punto que me retuerzo. Bruno se acerca de inmediato a auxiliarme y solo recuerdo apretar su mano antes de perder el conocimiento



El elixir de Shaddia Cornett.Where stories live. Discover now