Elegir la monotonía puede darle tanto simplicidad como paz a tu vida.
Pero amar, caer, levantarte, aprender, dudar, decidir... sentir, eso es vivir.
Acompaña a Shaddía a recorrer un camino lleno de vivencias impensables para una mujer que se escondi...
Al perder de vista a Margarita lo suelto y le pregunto que pretendía con eso. El se toma de una vez un trago que tenía en la mano y yo no se que decirle, solo lo miro y doy media vuelta, el toma mi brazo y me pide disculpas, me explica que se trató de un impulso porque decidió dejarla ir de una vez y por todas.
Yo quedo atónita, no esperaba eso como decisión. Pensé que el querría seguir luchando por su eterna enamorada, a quien por lo que pude darme cuenta hoy, Felipe no le era indiferente. De repente me toma el rostro y me besa, yo creo que Margarita está cerca y por eso lo hizo, así que sigo el beso y cuando me suelta, le pregunto si ya se fue, él me dice que me besó porque quiso pero yo no le creo. Era obvio que estaba perturbado con tan solo la idea de verla nuevamente después de un tiempo y que me presentó como su novia con la única intención de despertar en ella algo, por ende todo lo que hiciera esa noche giraba en torno a ella, cuando pretendía refutarle apareció Bill y no pudimos seguir hablando.
A casi media noche, muchos invitados comenzaron a marcharse, quedaban con el cumplimentado solo los amigos más allegados dentro de los cuales estaba Felipe pero también su enamorada eterna. La conversación se hizo más cercana entre todos ya acomodados en una sola mesa, era insoportable la mirada de Margarita sobre mi, no me sentía nada cómoda y Felipe no colaboraba con sus constantes muestras de afecto hacia mi sin parecer novios ante sus amigos pero tampoco amigos ante ella. Me levanto para ir al baño, necesitaba respirar tranquila por un momento, entro a un cubículo y al salir ella estaba allí. Margarita se veía en el espejo y se muestra sorprendida de verme allí, yo le sonrío y mientras me lavo las manos sostenemos una corta conversación
-"¿Puedo hacerte una pregunta? " -Pregunta ella. Yo asiento con la cabeza -"¿De verdad quieres a Felipe? "
No entiendo a que viene su pregunta, la miro y le contesto tímidamente -"claro que si, ¿Por qué la pregunta?"
-"No me respondas como de protocolo se hace" - refuta- "no eres el tipo de chicas que le gusta a Felipe, no lo tomes a mal pero ni lucen."
Que le sucede a esta idiota, me da ganas de arrancarle su larga cabellera rubia, pero tengo otro estilo, así que le respondo:
-"Tienes razón, Felipe y yo no lucimos superficialmente, él es más de atraerle las chicas ficticias - la miro de pies a cabeza -, pero a mi me encanta romper paradigmas y muestra de eso es que a pesar de no lucir, en la cama encajamos a la perfección y si supieras lo bien que me encaja te vas para atrás... "
No puedo evitar reír mientras doy media vuelta y salgo del baño, espero haberle contestado su pregunta. Al llegar a la mesa, el cumplimentado me pregunta hace cuánto éramos novios Felipe y yo. Me quedo perpleja ante la pregunta y lo miro como pidiéndole ayuda para responder, y él ya algo tomado me dice
"Amor no me quieren creer que apenas llevamos 5 meses, ellos creen que en mi cumpleaños ya estábamos juntos."
Yo sonrío sin entender a que juega Felipe, me le acerco al oído y le digo que consideraba prudente irnos ya, pues al parecer estaba muy tomado, como siempre, me pide 30 minutos; transcurridos ya, nos fuimos a su apartamento.
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Felipe está bastante tomado, va casi dormido, yo le quitó la ropa y lo ayudo a acostarse en su cama, le doy un beso en la mejilla y me dispongo a irme a mi apartamento, pero él me toma de la mano y me pide que no lo deje solo. Esto me parece un deja vu pero con sus protagonistas invertidos. Me enternece, me acuesto con él y lo abrazo.
