El comienzo de todo.

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Es un día bastante caluroso, estresante como de costumbre, inmersa en mi oficina, envuelta en papeles y pendientes que parecen nunca acabar. Para variar, mi jefe me ha pedido un informe de ultima hora, ¡urgente! de toda la producción del último semestre. No es algo difícil para mi, pero me siento agotada, casi gritándole a la vida que estoy aburrida de lo mismo todos los días, sin saber que muy pronto todo cambiaria. 

Me encuentro consolidando información para hacer unos cuántos gráficos, cuando de pronto tocan a la puerta de mi oficina y es mi gran amigo Bruno. Le sonrío y le hago señas de que puede entrar, lo cual hace de inmediato y en silencio, cierra la puerta misteriosamente, se acerca a mi escritorio y en voz baja, muy cerca a mi oído me dice "levántate", yo apunto de preguntarle para qué, miro su cara de picardía y sin pensarlo, como si me hipnotizara con su voz, lo hago sin replicar. Echa a un lado mi silla y con un movimiento rápido pero delicado me inclina sobre la mesa. Esto es sorpresivo para mi, pero no sé qué me pasa con él, no puedo oponer resistencia, mi corazón se acelera a un nivel impensado.

Casi sin darme cuenta, baja mi pantalón y quedo expuesta a su merced. Mi corazón cada vez se acelera más, estoy muy excitada, debo admitir que casi había olvidado este tipo de sensaciones. Acto seguido me quita la ropa interior con su boca, me abre las piernas y me comienza a practicar sexo oral...

¡Que placer!

Intento no hacer sonido alguno para que nadie note lo que ocurre en mi oficina. Bruno se coloca en pie, se baja el pantalón, saca su miembro y empieza a moverse a un ritmo que me enloquece. ¡Esto es definitivamente una locura! pero no quiero que se detenga. 

Tras varios minutos, siento como llega dentro de mi... mientras yo me encuentro perdida entre el placer y el shock de lo que acaba de pasar.

 mientras yo me encuentro perdida entre el placer y el shock de lo que acaba de pasar

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Me reincorporo, me subo el pantalón, él se sube el suyo, me siento de nuevo en mi silla intentando recuperar el aire, lo miro como queriendo hablarle pero él sonrojado, sin mencionar palabra solo sale de mi oficina, solo me regala una mirada pícara antes de cerrar la puerta y se marcha sin decir nada.

El elixir de Shaddia Cornett.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora