El profesor terminó la clase y a diferencia de las últimas veces, no salió rápidamente del salón. Se quedó mirándonos, con tristeza. Pasó su mirada sobre cada uno de nosotros y cuando sus ojos se encontraron con los míos lo supe, algo malo había ocurrido o estaba por ocurrir. Luego de unos incómodos segundos de silencio, el pobre anciano salió lentamente del salón. Sus pasos fueron pesados y sin decir una sola palabra desapareció por la puerta.
Nos encontrábamos mudos, ni siquiera Yaboth decía palabra alguna. Un sentimiento molesto rondaba a nuestro alrededor. Yo me sentía confundido y un poco desanimado por lo que acababa de suceder; por el contrario, todos los demás héroes se sentían impotentes de no poder ayudar al querido profesor.
El silencio no duro mucho, un fuerte golpe sonó y enseguida entró un hombre alto y extraño al salón. Tenía un traje formal característico de la nobleza, botines negros y guantes de cuero. Su pelo de color plateado se encontraba arreglado de forma extraña ya que tenia mechones apuntando en diferentes direcciones pero no le quitaba la majestuosidad a su hermosa cabellera plateada. Tenía algo que hipnotizaba, pero no me fije mucho, lo que enseguida me llamó la atención fue su mirada, sus ojos…
― ¡Yabo! ¿Cómo se encuentra mi bebe? ― Grito el extraño personaje.
― ¡Viejo! te presento a mi nuevo mejor amigo. Se llama Laxus, y es un héroe cobarde ― Respondió gritando Yaboth, mientras se paraba en su pupitre. Dinamo se burlo del comentario.
El hombre se quedó quieto, su cara se tornó pálida. No era la reacción que ninguno de nosotros se esperaba, empezaron a caer lágrimas de sus ojos de iris morado. Paso su brazo sobre su cara para secarse.
― Chicos, les pido que guardemos un minuto de silencio por nuestro querido profesor Jothan.
A todos a mi alrededor les impacto la noticia, empezaron a caer lágrimas, nos acababan de decir que el gran explorador de nuestros tiempos había fallecido.
Duramos dos minutos sin decir nada, bajé mi cabeza y traté de no hacer contacto con nadie. La verdad, yo solo conocí las noticias de sus hazañas, nunca lo vi en persona y se notaba que yo era el único. En verdad lo querían.
Jothan “pies ligeros” descubrió el monte de los Oráculos, la ciudad sumergida del lago Innan, la ciudadela subterránea de los no muertos y miles de asombrosos lugares, criaturas y artilugios; los cuales se creían leyendas o ni siquiera se conocían, como el gran tesoro del pirata Alcohoby.
― Perdonen mi sentimentalismo, pero como sabrán Jothan era mi mejor amigo.
― ¿Qué paso? ¿Cómo murió Jothan? ― Grito Yaboth.
Entonces noté que él había sido quien había recibido de peor forma tan mala noticia. No me costó mucho deducir que al ser el mejor amigo de su padre, Yaboth habría conocido al héroe de los pies ligeros desde que nació.
― Todavía nadie lo sabe con certeza, al parecer fue en los pantanos de Gorrack.
El salón quedo en silencio de nuevo.
― ¡Haber, suban esos ánimos! Acuérdense que un héroe solo mira el pasado para aprender, no para lamentarse. La misión de un héroe es mejorar el presente y guiar a un mejor futuro― Sonrió el robusto hombre.
Con esas y otras cuantas palabras logró que nos olvidáramos de la tragedia que había ocurrido y sin que nos diéramos cuenta empezó su clase de pensamiento militar. Nunca me había parecido tan interesante un tema, en este caso a diferencia de las fascinantes clases históricas de Galaces, esta era interactiva y estaba muy bien acompañada de tecnología holográfica. La cual nos permitía ver imágenes de lo que Bothor, el padre de Yaboth, nos explicaba…
La guerra tiene cinco factores que todo general debe conocer: primero, el método, que consiste en lograr que todos los subordinados tengan el mismo objetivo; el clima, el cual puede cambiar las condiciones de una batalla de un momento para otro; el terreno, que tiene que ser aprovechado óptimamente para obtener ventaja en combate; el liderazgo, lo esencial para lograr soldados leales, comprometidos, con temple y que harán lo que se les diga sin dudar; y por ultimo, la disciplina, ya que sin esta ningún cometido se logra de manera eficiente y eficaz. Estos cinco factores son los que determinan si se gana o se pierde, si se vive o se muero ―Jamás se les puede olvidar la importancia de contemplar estos factores antes de cualquier batalla.
― Antes de terminar quiero tener una pequeña charla con ustedes. Por cierto… Laxus, me llamo Bothor “El que piensa por tres” cualquier cosa que necesites no dudes en decirme.
―Chicos, quiero que me cuenten cuales son sus sueños, cual va a ser su objetivo cuando salgan de Lumen. Me asegurare de molestarlos hasta que los cumplan, si algo podemos aprender de Jothan es que fue mucho mas halla de su propio sueño, encontrar el látigo Anuba, lo cumplió y logro muchas mas cosas. Eso quiero que ustedes hagan, cumplan sus sueños y lleguen mucho más lejos.
Sus palabras hicieron que se me erizara la piel, sentía un montón de energía circular dentro de mi. Dinamo y Shield empezaron a moverse junto a los demás Rekan por toda la habitación, todos nos encontrábamos motivados.
Empezó hablando Diaxe ―Mi Objetivo es simple, voy a terminar con la gran conquista y eliminar la corrupción de Dustland. Nada más y nada menos― Apenas termino, su Rekan, Sieger, se posó sobre su hombro derecho y creció un poco.
Yaboth al ver esto corrió al frente del salón, se paró al lado de su papá y gritó ― ¡Yo voy a ser el primer ser en domesticar un Colosal! ― Todos sonrieron, no lo pude evitar. Los Colosales son seres absurdamente enormes que viven en eterno vuelo sobre las nubes o en las profundidades del océano. El sueño de Yaboth en pocas palabras sonaba absurdo. Sin embargo, Slayer su leal Rekan se posó sobre el y también creció.
Enseguida Zattos sacó un contenedor de vidrio con un líquido verde y dejó que la luz del sol que entraba por la ventana lo hiciera brillar ― Yo voy a coleccionar todos los venenos que existen en Tellurus― Su Rekan, Virus, se posó sobre él y creció.
Dalana se paro y llorando grito ― ¡Yo voy a descubrir Titantopia! (La tierra de los titanes), quería tener a Jothan como mentor…― su llanto corto lo que decía; entonces, su Rekan, Eye, se poso sobre ella y creció.
Sora se levantó, caminó hasta donde se encontraba Dalana y la abrazo. ― Mi sueño no es tan grande como el de los demás, pero lo quiero con todo mi corazón. Yo quiero…
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Bueno, aquí termina este capítulo ¿Cómo les pareció? Este fue un capítulo con mucho contenido que empieza a esbozar todo lo que se avecina.
Hago una pequeña mención a “El arte de la guerra” de Sun-Tzu, libro que recomiendo mucho y del cual saque algunos conceptos para este capítulo.
Como siempre, muchísimas gracias por sus votos y comentarios, me motiva mucho su apoyo. =)