Para este momento ya no había rastro alguno de la luz solar, solo las antorchas repartidas entre las ruinas a nuestro alrededor iluminaban con el siniestro fuego de color verde. Podía ver armaduras de estudiantes, profesores y demás guerreros iluminar con tenuidad el campo de batalla. Se escuchaba el bullicio, el pánico en los civiles, políticos o adinerados que lograron conseguir cupos para la ceremonia más importante y exclusiva de todo Tellurus. La gente se empezaba a agrupar entre los arcos gigantes de los portales que los habían traído hasta este lugar. Las fuerzas militares de cada una de las naciones intentaban mantener su posición ante el creciente número de clones. El frio, las explosiones, los gritos y temblores acariciaban mis sentidos. La voz de Aura sonaba como un timbre en mi cabeza pidiendo ayuda. Todos los elegidos presentes se encontraban intentando detener a la organización más peligrosa y maligna de la historia. No sabía el objetivo de Bimalen y lo más probable era que no pudiera detener a ninguno de los enemigos a los que nos enfrentábamos, pero después de tantos acontecimientos alrededor del poder dentro de mí. Presentí que la balanza de esta batalla se hallaba entre mis manos.
Cerrando con fuerza los puños, voltee con lentitud a ver a quien de seguro intentaría eliminarnos. Alcé mi vista, y vi a una mujer cuya hermosura la hacía resplandecer aún más. Su piel era naranja, al igual que sus cabellos que a medida que se extendían se difuminaban en fuego. Su rostro era simétrico, con facciones delicadas, sus ojos eran verdes fluorescentes y todo su cuerpo, de apariencia humana y femenina, se encontraba descubierto. Razón por la cual, cometí el grave error de sonrojarme y voltear la cabeza.
ꟷMuere!!! ꟷ grito la mujer lanzando un enorme y veloz orbe de fuego hacia mí.
ꟷLaxusꟷ dijo Sora intentando advertirme.
Mi compañera levanto una pared de tierra que fue atravesada por el proyectil con gran facilidad. Enseguida sentí un fuerte golpe en mi costado. Zattos me había lanzado una esfera de aire, impacto que me lanzo hacia donde se encontraban unas de las ruinas.
El orbe de Lady Queen golpeo el suelo como si se tratara de una pelota de goma, que, al rebotar un metro, exploto convirtiéndose en magma. Escuche los gritos de varios estudiantes y clones, el poderoso ataque no había discriminado.
Me levante adolorido de entre los escombros que deje al impactar la antiquísima pared. Y vi con horror la expresión de dolor en la cara de Zattos, al extender su mano derecha para lanzar la esfera de aire que me salvo, se vio dentro de la zona de impacto del ataque de la elemental de fuego. El magma cayó hasta la mitad de su antebrazo. Mi amigo se encontraba de rodillas intentando suprimir el inmenso dolor que sufría en esos momentos.
ꟷ Estas distraídoꟷ grito Shield, formando un escudo del tamaño de mi tórax con sus dos brazos.
Mi Rekan alcanzo a reaccionar ante el segundo ataque de la elemental de fuego. Una llamarada dirigida hacia mí. En ese momento, pensé en cuál sería la mejor reacción. Y al recordar lo que hizo Hawk con Orchid, supe que para evitar víctimas colaterales, si esa mujer quería matarme, entonces debía de alejarme de la zona en donde se encontraban los demás.
Baje mi visor, el anillo de viento empezó a emitir una leve corriente de aire que me comenzó a cortar con suavidad. Las dudas se amontonaban en mi cabeza, pero este no era el momento para dudar.
ꟷSora, la voy a alejar tanto como pueda, ayuda a Zattos y apenas puedas envía ayudaꟷ le grite intentando hacer que mi voz sonara más fuerte que las abrazantes llamas de Lady Queen.
En ese momento la vi a los ojos, me sonrió con preocupación y asintió con la cabeza. Esa era la señal que necesitaba. Absorbí toda la energía que pude, agarré a Shield por una de las ranuras que tenía en el cuello y Dinamo salto sobre mi hombro. Sin perder más tiempo salte con todo el impulso que pude, aprovechando la energía que alcance a recolectar. Sali disparado como una bala y en pleno aire mis dos Rekan se transformaron en sus versiones originales: esferas de energía, pues de esta manera podrían volar con facilidad.
Cuando llegue al punto más alto que el impulso inicial me permitió, sin mirar atrás, utilice toda la experiencia de las pocas clases de vuelo que pude aprender para volar hacia la zona vacía más cercana.
ꟷ Nos va a alcanzarꟷ dijo Shield convirtiéndose en un robot de nuevo, evitando que una enorme masa de magma me alcanzara.
El líquido ardiente cubrió a Shield quien a los pocos segundos exploto, esparciendo el peligroso fluido por los aires. Ahora caería sobre la multitud.
Me voltee y sin pensarlo dos veces lance la estela de viento más amplia que pude. Enseguida con toda la habilidad y energía dentro de mí, desvié el magma hacia donde me dirigía y donde seguro no le caería a nadie. Este pequeño acto, en el que intenté salvar a quienes se encontraban sobre mí, me costó la concentración que mantenía para volar; sin embargo, apenas empecé a descender en caída libre, Dinamo se volvió a convertir en un fénix bebe y disparo una fuerte honda de energía hacia la dirección opuesta de donde nos dirigíamos. Luego, sin haber recibido señal alguna de mi Rekan, solo por intuición y entendimiento mutuo me agarré de él. Enseguida, salimos lanzados hacia las colinas que se encontraban en total oscuridad, sin antorchas, civiles, estudiantes, ni profesores.
Segundos antes de caer materialice varias capas de armaduras sobre mí y abrace a Dinamo entre mis brazos. El impacto fue brutal, solté todo el aire que llevaba dentro para luego inhalar una enorme cantidad del humo que se había formado con nuestra caída.
ꟷEres tan cobarde como dijo Orchidꟷ dijo la mujer apenas llego, levitando sobre mí.
Fue entonces, cuando intenté pensar tan rápido como contestarle para mantenerla hablando, que lanzó de nuevo su orbe de fuego. Solo pude mirar con impotencia como se aproximaba a gran velocidad el proyectil. No había forma de escapar, nos encontrábamos atrapados en el cráter que formamos al caer. Dinamo disparo el rayo más fuerte que pudo con la energía que le quedaba, solo logrando liberar un poco del magma dentro del orbe. Apenas Dinamo se quedó sin energía, levanté el domo de roca más grueso que pude sobre nosotros. Pero fue inútil, pude ver con horrosr como el domo se tornaba entre amarillo y naranja, el ardiente liquido estaba derritiendo la roca ¿acaso eso era posible?
Una gota del néctar de fuego atravesó el domo y cayó sobre mi hombro derecho, haciéndome gritar del dolor. Reaccione ante el inminente peligro cubriendo mi rostro con mis brazos. En ese momento resplandeció una luz naranja en donde me encontraba con Dinamo. Solté un gemido de miedo, no me quería morir, no ahora que ya me había decidido a ser un héroe, que había hecho amigos, cuando por fin había encontrado un propósito, y peor aún, cuando todavía tenía que salvar a mi hermana. No podía irme sin arrancar a esa maldita Corpse del cuerpo de mi hermana.
Fue cuando me encontré embriagado de los sentimientos que me pedían que viviera que noté que no me estaba quemando y el domo había sido destruido. Mire por entre mis dedos, intentando identificar que sucedía arriba de mi en la enceguecedora luz que nos cubría.
Y solo pude sonreír con alivio, al ver, que arriba de nosotros se encontraba el hada de fuego con apariencia elfica. Este hueco no sería mi tumba, era momento de contraatacar.
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