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El frío comenzaba a sentirse un poco más desde finales de octubre, y los escaparates en las tiendas estaban adornados con pequeños muñecos y adornos alusivos a la temporada de Halloween, que aunque no era un festejo tradicional del país, las costumbres americanas siempre terminaban por colarse en todos lados.
Y era por eso que JongIn estaba observándose al espejo en esos momentos, se veía un poco extraño, pero estaba satisfecho con el traje que había elegido para ese año. Lo cierto es que tenía bastante tiempo sin disfrazarse, simplemente acompañaba a JiSoo y a JongSoo a pedir dulces por las calles contiguas a la suya.
Pero ese año habían tomado la decisión junto con KyungSoo de hacer algo en familia, así que se observó al espejo mientras parpadeaba y se acomodaba la corbata nuevamente hasta quedar satisfecho con ella, su camisa de manga larga blanca se ajustaba con perfección a sus brazos trabajados y al saco a la medida que había sacado del fondo del armario.
Se revisó el pantalón de vestir y por último, se paseó los dedos ligeros por el bigote falso que estaba pegado en la parte superior de sus labios. Sonrió satisfecho cuando se observó los cabellos bien peinados hacia uno de los costados, con mucha goma en ellos para que no se movieran, y suspiró porque se veía guapo y no podía evitarlo.
Fue en ese momento que KyungSoo salió del baño, con su traje hecho a la medida, de esos que a JongIn le gustaba quitarle para que nadie pudiera ver el tesoro que tenía su marido por cuerpo, porque esos pantalones no le dejaban mucho a la imaginación en ese bonito trasero que él se deleitaba observando por ratos.
Hasta que KyungSoo le daba un manotazo para que dejara de ser tan bobo, y le decía que le acomodara el corbatín de color esmeralda que había elegido para la ocasión. Y JongIn no sabía cómo parpadear, porque su esposo era tan guapo que podía suspirar frente a él toda la noche si le era posible.
ㅡ No deberías ir de Drácula, ni siquiera de vampiro, Jagi. ㅡ murmuró el dentista enfurruñado, haciendo un puchero para llamar su atención, cosa que resultó casi al instante.
ㅡ ¿Ah no? ... ㅡ preguntó KyungSoo con interés, arqueando una de sus pobladas cejas mientras lo observaba negar una y otra vez.
ㅡ No, si yo soy JongIn alias Homero Addams, tú debías ir de Morticio. ㅡ JongIn le dedicó una bonita sonrisa provocariva y le besó los labios, inclinándose lo necesario para hacerlo, respirando sobre ellos con la lentitud necesaria para hacerlo enloquecer un poquito.
Fue un roce ligero, pero KyungSoo sintió plenamente el revoloteo de las mariposas en su estómago, y sonrió por ello, porque lo había tomado desprevenido y se había sentido como las primeras veces en que JongIn le había robado un beso.
ㅡ ¿Así que debería ponerme un vestido y una peluca? ㅡ Prosiguió KyungSoo echándose a reír cuando JongIn lo hizo a su vez, contra sus labios aun, sin poder resistirse.
ㅡ Bueno Jagi, te verías muy sensual... no creo que te dejaría salir así de la habitación.
KyungSoo rodó los ojos y con las mejillas sonrojadas se alejó de su marido que ya estaba echándole las manos a la cintura, y se giró hacia el espejo para colocarse sus colmillos en la base de los dientes.
ㅡ Mejor dime lo guapo que me veo... ㅡ prosiguió KyungSoo, levantando el cuello mientras esperaba.
Y JongIn no se hizo del rogar, por el contrario, lo abrazó por la cintura y se acomodó a su espalda, recargando su mentón sobre su hombro mientras dejaba pequeños rastros de besos en su mejilla derecha.
ㅡ Te ves guapísimo, eres el hombre más guapo del que he estado enamorado.
ㅡ ¡Oh! Vaya... ㅡ KyungSoo abrió bien sus ojos grandes y después con un ligero movimiento pensaba zafarse del agarre del moreno, que sonrió contra su oído y lo apretó más contra sí mismo.
ㅡ Bueno, eres prácticamente del único hombre del que he estado verdaderamente enamorado, así que no seas celoso, por favor.
ㅡ Está bien... te lo dejaré pasar hoy JongIn Addams.
Ambos sonrieron con complicidad ante el espejo cuando JiSoo tocó la puerta abierta de su cuarto, haciéndolos despegarse un poco para atenderla. Su pequeña estaba ya completamente arreglada, y se veía tan preciosa que JongIn no podía creer lo que veía.
Un vestido largo de color negro adornaba su bonita silueta, con sus largos cabellos castaños oscuros cayendo sobre sus hombros, tan largos que casi llegaban hasta su espalda. KyungSoo se había encargado de maquillarla un poco, lo suficiente como para que los labios se le vieran rojos y carnosos y sus ojos de chocolate resaltaran.
ㅡ Papi... estoy lista. ㅡ murmuró con aires de grandeza, como se suponía debía sentirse.
Y JongIn suspiró profundamente porque ahora tenía a su amada Morticia, así que estiró la mano para que tomara la suya le besó el dorso con dulzura, llenando de besos todo su brazo hasta el hombro en un par de segundos, tal y como en esa película de la familia Addams que habían visto no hacía muchos días.
JiSoo se echó a reír y se dejó hacer por su padre, con sus mejillas morenitas maquilladas para hacerla lucir espléndida, y lo tomó del brazo para caminar a su lado como la esposa del gran JongIn Addams.
ㅡ Papi Soo, te ves guapísimo ㅡ exclamó con asombro JiSoo, dejando a su padre JongIn por unos segundos para ir detrás de KyungSoo y plantarle un beso en la mejilla, dejándole huella de sus labios sobre la misma.
KyungSoo le besó la frente y le dijo en un susurro que era la mujer más bella del planeta, haciendo que sus mejillas morenitas se arrebolaran con tan solo escucharlo.
Fue entonces cuando JongSoo hizo entrada triunfal, con su trajecito y su corbatita, con los cabellos bien peinados hacia un lado y sus colmillitos sobresaliendo de sus labios.
ㅡ Mira a mi pequeño vampiro, ven con papi... ㅡ murmuró KyungSoo quien se acomodó la larga capa a sus espaldas.
El pequeño corrió hacia él y lo abrazó, mientras KyungSoo lo llenaba de besitos por toda la carita y le acomodaba la capa para que no se le cayera.
Estaban listos, JongIn sentía mucha felicidad en esos momentos, porque los cuatro se veían guapísimos y aunque no eran la familia Addams completa, eran una familia monstruosa bastante feliz.
ㅡ ¡Ja! Ya quiero ver la cara de Kim JongDae cuando nos vea... ㅡ exclamó JongIn mientras tomaba la mano de su hija y comenzaban a salir por el pasillo.
Y KyungSoo rodó los ojos, porque la amistad de JongIn con JongDae se había vuelto un poco competitiva, y ya se imaginaba que la noche se iba a poner más que interesante, cuando los otros Kim aparecieran, se comportarían como los bebés que eran, y seguramente hasta competirían por ver quien recolectaba más dulces de los dos.
KyungSoo se echó a reír de solo imaginarlo, porque sabía que seguro algo así pasaría, eso y que JongIn tendría otro ataque de celos cuando HyungSik, que se había estirado mucho ese año, aparciera para robarle la atención de su querida hija, puesto que eran tan amigos, que casi siempre se juntaban a repartirse los dulces que recolectaban.
Esa sin duda sería una noche bastante interesante, y apenas comenzaba.
ㅡ Vamonos bebé, que tu padre seguro nos deja.
JongSoo asintió con una sonrisa en esos cachetitos albinos, y KyungSoo se agachó a acomodarle los colmillitos, porque MinSeok le había dicho que los vistieran iguales, que se vistieran ambos de vampiros y sus pequeñines también.
Así que serían los cuatro vampiros al ataque de los Addams, Godzilla y el príncipe encantador.
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Notas:
¡Hola!
Tenía planeado este capítulo para el día 31, pero como les comenté, no tuve chance de escribirlo ;w; así que se los traigo un poco atrasado. Espero que les guste.
En el siguiente capítulo la historia avanzará un poquito más y a partir de ahí las cosas se pondrán un poco interesantes - según yo- así que espero que les guste ♥
¡Muchas gracias por todo el amor y los bellos comentarios! Los quiero muchísimo ;w; son lectores asombrosos.
Besos posholatosos
🌠Ary.