.
.
.
✨
JongIn se mantenía ocupado observando todo a su alrededor, estaba mordiéndose el labio inferior porque se sentía nervioso; había estado acompañando a JongDae desde hacía un par de horas para reconfortarlo, porque aunque él no sabía lo que significaba esperar a que su bebé naciera porque en su oportunidad en la que iba a presenciarlo todo se desmayó... se imaginaba todo lo que su amigo sentía en ese instante.
Si KyungSoo hubiera estado en lugar de MinSeok, seguro que JongIn ya hubiera terminado con el hospital entero de los nervios.
Para su buena fortuna no era así, al menos no todavía. No le habían dicho a nadie que estaban poniéndose serios para poder traer otro bebé al mundo y que habían estado haciendo el amor de manera más constante para ello; JongIn se sentía ansioso, pero también sumamente complacido de tener el cuerpo de su marido a su disposición, y es que aunque así hubiera sido siempre, ahora pasaba que si le ponía ojitos de osezno indefenso y le recordaba bajito al oído que se dejara por su futuro bebé, KyungSoo accedía a sus planes malvados con más facilidad.
Pero un par de meses habían pasado y aún no había noticia alguna de que pudiera estar preñado, por lo que se habían dicho que estaba bien de esa manera y que no iban a presionarse demasiado; lo que tuviera que venir, vendría.
Ver a JongDae con ese gesto casi imperceptible de preocupación que los demás no eran capaces de ver, lo hacía darle unas palmaditas en la espalda de vez en cuando, para reiterarle que estaba a su lado y que lo apoyaba.
Pero cuando finalmente salieron a anunciar que habían trasladado a MinSeok a una habitación junto con su bebé; JongDae literalmente saltó de su asiento y con una de las sonrisas más grandes que JongIn le había conocido, se echó a andar apresurado detrás de la enfermera.
Y JongIn se imaginó miles de escenas, el encuentro con su familia y rememoró la manera en la que él había visto a KyungSoo después de haber recuperado el conocimiento, hacía ya casi nueve años. Suspiró y sintió una mano sobre la rodilla, KyungSoo estaba palmeando su pierna con suavidad, con una sonrisa diminuta y sencilla que lo hacía sentir en casa.
JongIn se recargó sobre su hombro para descansar un momento de la tensión mental que había estado pasando y KyungSoo le pasó el brazo por los hombros para reconfortarlo.
ㅡ Jagi... eres inigualable. ㅡ murmuró JongIn con su dulce tono de voz que conservaba sólo para él.
ㅡ ¿Por qué lo soy? ㅡ preguntó KyungSoo con curiosidad.
ㅡ Porque fuiste capaz de tener a mi hija y te enfrentaste a todo con fuerza, y a pesar de ello estás dispuesto a volver a hacerlo.
JongIn respiró profundamente y KyungSoo acomodó su cabeza contra la suya, sintiéndose plenamente amado por su marido.
ㅡ Se suponía que yo tenía que sostener tu mano hasta el final. Y no estuve...
ㅡ Estuviste aquí ㅡ KyungSoo se llevó la mano al pecho, directo a su corazón que palpitaba con tranquilidad. Le tomó de la mano después y entrelazó sus dedos con suavidad.
KyungSoo amaba el contraste de su tono de piel contra el de JongIn, era algo que pese a que pasara el tiempo y los años marcaran sus pieles de a poco, definitivamente no menguaba.
JongIn asintió en silencio y sonrío cuando finalmente JongDae salió a decirles que podían pasar a la habitación para saludar a su nuevo miembro de la familia y a su esposo que esperaba paciente para verlos.
JiSoo se había quedado en casa de sus abuelos con HyungSik, quien había renegado hasta el final porque quería conocer ya a su hermanito. Y es que su papi Dae le había dicho que sería un niño precioso que jugaría con él todo el tiempo y a HyungSik le agradaba la idea de tener un poco de compañía.
Su amistad con JiSoo por supuesto que prevalecía, la pequeña le había horneado unas deliciosas galletitas con chispas de chocolate para disculparse y él las había aceptado porque eran sus favoritas, y le había dicho que estaba bien si quería casarse con JiSung y no con él; pero que podían seguir siendo amigos.
JiSoo había preferido no decir nada y simplemente asentir, con el corazoncito latiéndole apresurado porque la había perdonado, HyungSik era una especie de mejor amigo para ella, casi como un hermanito al que quería mucho, quería protegerlo y quererlo siempre.
Así que se quedaron los dos en casa de su abuela TaeYeon, porque su abuelito JongHyun les había prometido cantarles unas canciones y a HyungSik le gustaba cantar; JiSoo decía que tenía una voz muy bonita y él siempre decía que era porque su papi Dae cantaba maravilloso, como los ángeles del cielo.
Así que KyungSoo y JongIn, despreocupados porque los dos pequeños que estaban en buenas manos, acudieron al hospital y se habían mantenido con JongDae y ahora estaban observando a ambos padres con una sonrisa espectacular en el rostro.
Las mejillas gorditas de MinSeok estaban sonrosadas, haciéndolo lucir adorable a pesar del cansancio y las ojeras que también mostraba. Estaba acomodado sobre mullidas almohadas que JongDae a cada rato se aseguraba de que se quedaran en su lugar, mientras que los invitaba a acercarse un poco más, para que pudieran apreciar un poco más de cerca el motivo de su felicidad.
Era un niño esplendoroso, KyungSoo creía que no había palabras para describirlo en ese momento, sus mejillas estaban rojitas y gorditas, mientras que estaba todo envuelto en su ropita y las mantitas que lo cubrían.
MinSeok le indicó que se acercara un poco más y el bajito así lo hizo, sintiendo el pecho subir y bajar constantemente de la alegría de poder observar a sus mejores amigos con un bebé más; se notaba a leguas que JongDae estaba por saltar otra vez de la felicidad.
Pero no fue sino hasta que MinSeok le dijo que cargara un poco a su hijo que se tranquilizó, porque como todos los padres, le daba miedo que su pedacito de cristal fuese a romperse si lo abrazaban mal.
ㅡ ¿Cómo se llama? ㅡ preguntó JongIn una vez más mientras le sonreía como bobo al bebé en brazos de JongDae, pese a que ya le habían repetido el nombre un montón de veces.
ㅡ JongSuk... ㅡ respondió MinSeok con una sonrisa placentera en sus bonitos labios delgados.
ㅡ Al final ganaste la batalla ㅡ KyungSoo se echó a reír, recordando cómo su mejor amigo le había contado que él y JongDae peleaban por el nombre futuro del bebé.
JongSuk era un niño sano y encantador, y los cuatro Kim estaban rebosantes de alegría en ese momento, tanto que no podían con ella en sus corazones.
✨
.
.
.
Notas:
Amo a Lee JongSuk y he estado viendo un drama suyo, no pude contenerme :'v
Espero que les haya gustado la actualización, en serio me siento súper feliz cuando leo sus comentarios bellos ;W; sus muestras de afecto a esta pobre autora y a la historia, a estas dos familias.
Gracias por todo, son unos amores con pies~
Nos vemos en el siguiente.
Besos posholatosos
🌠Ary.