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Cuando KyungSoo llegó esa noche era un poco tarde, le había agarrado la lluvia en el tráfico, lo que había hecho que se retrasara un poco más. Así que cuando finalmente estacionó el auto en la cochera, suspiró aliviado de estar en casa.
Había tenido un día especialmente pesado como desde que había regresado a trabajar, el ponerse al corriente con todo lo que había acontecido en casi un año de ausencia, más aparte tener que atender los pendientes y todos los contratiempos de los proyectos actuales que iban surgiendo conforme se atendían lo hacía sentir especialmente activo, pero a la vez un poco frustrado.
Suspiró y se llevó la mano hacia la frente, aprovechando para quitarse las gafas de pasta gruesa que llevaba y acariciarse los párpados con las yemas de los dedos. Estaba cansado y quería llegar a dormir. Pero por supuesto que eso no era posible en ese momento.
KyungSoo sonrió cuando finalmente se decidió a abrir la puerta del coche y se bajó del mismo, arrastrando el maletín entre sus manos mientras que cerraba la puerta con un caderazo. Se cercioró de poner la alarma con el diminuto control remoto entre sus manos y comenzó a caminar hasta la puerta.
Fue recibido por la calidez de su hogar, sin importar que la lluvia enfriara un poco el clima afuera, las luces estaban encendidas y había un batidero sobre el comedor, porque JongIn seguramente había llegado con hambre y no había podido esperarlo, o quizá porque le había estado dando de comer a JiSoo.
Se aproximó a una mesita donde solían poner los juegos de llaves y también dejó el maletín. Deshaciéndose de todo el trabajo por ese día, o por lo que restaba de él. Se encaminó hacia la mesa y observó unos botecitos de papilla vacíos junto a un vasito entrenador lleno de agua y unas cuantas cáscaras de plátano.
KyungSoo sonrió con resignación y se encomendó a recoger el batidero, alcanzando los vasos y todos los trastes a la vista para después recoger la basura con tranquilidad. Su estómago no rugía como otras veces, así que una vez que hubo terminado de limpiar apropiadamente la cocina, se aproximó al refrigerador para sacar el bote de leche y servirse un vaso para calmar la poca hambre que tenía.
ㅡ ¡Argh! JiSoo por favor...
KyungSoo escuchó la voz de JongIn quejarse en lo que debía ser el cuarto del bebé y sonrió, contando hasta tres antes de que su marido volviera a quejarse sonoramente.
ㅡ ¡No se vale JiSoo! Las princesas no le echan pums a los papis. ㅡ KyungSoo casi podía imaginarlo ahí, sentado sobre el sillón largo con la niña recostada sobre unas mantas, sacándole el pañal sucio para cambiarla o quizá arropándola después de bañarla. ㅡ ¡Fuchi!
El bajito se aproximó al fregadero y lavó su vaso, dejándolo escurriendo sobre el escurridor, encaminándose después por el pasillo fuera de la cocina, directo hacia los cuartos, desanudándose la corbata para sentirse un poquito más en casa.
ㅡ ¿De dónde sacan tanta popó los bebés? ㅡ JongIn prosiguió con su cantaleta y el bajito lo observó desde el marco de la puerta, donde se recargó para disfrutar de la vista. ㅡ No importa mi amor, eres la princesa de papá y no importa lo feo que huelas... papi siempre está ahí para bañarte.
El moreno afirmó solemnemente mientras con sus varoniles manos secaba apropiadamente las piernitas regordetas de la pequeña, que tenía los ojos abiertos y bien brillosos para su padre, con una encantadora sonrisa mientras sus manitas se ondeaban en el aire para llamar su atención.
JongIn se enfocó en levantarle las piernitas para pasar un pañal bajo sus pompitas y suspiró, llevándose el dorso de la diestra hasta su frente para secarse las gotas de sudor que eran la clara muestra de su trabajo duro.
JongIn había pasado por JiSoo a casa de YooNa ese día, había llegado a casa y le había dado de cenar, la había bañado y ahora estaba por ponerle su pijama para que estuviese lista para dormir. Sonrió con sus esponjosos labios gruesos y se meneó un poco como si bailara al ritmo de una melodía imaginaria, KyungSoo lo escuchó tararear un poco antes de que se inclinara retorciéndose como un gusano sobre la bebé hasta hacer que sus narices se tocaran y propinarle un besito sobre la frente.
JongIn río sonoramente y terminó de ponerle el talco para que no se rozara, le abrochó el pañal con cuidado y comenzó a vestirla, KyungSoo se aclaró la garganta para ser notado y el moreno se giró en una fracción de segundo para observarlo con los ojos destellando amor.
ㅡ Jagi... al fin llegaste ㅡ JongIn hizo un puchero para su marido quien terminó de meterse en la habitación, avanzando decisivamente hasta sus dos personas especiales.
ㅡ Tengo rato observando, JongIn... podría ser un maleante y tu ni enterado. ㅡ KyungSoo negó lentamente mientras lo reprendía con la mirada.
Pero JongIn ignoró olímpicamente las palabras de KyungSoo, estirando los labios para él, para que se terminara de aproximar, así que lo hizo, KyungSoo lo besó gentil sobre los labios, recibiendo una descarga de energía en todo su cuerpo como cada que JongIn lo besaba.
El bajito sonrió y se aproximó al bebé para llenarle la carita regordeta de besitos por doquier, mostrándole con ellos cuánto la había extrañado y que estaba muy feliz de verla.
ㅡ Papi te extrañó, mi amor... ㅡ KyungSoo habló usando su poco habitual tono infantil y la tomó entre sus brazos.
JongIn se levantó inmediatamente y estiró los brazos para quitársela con cuidado. ㅡ JiSoo y yo estábamos por jugar al avioncito...
JongIn sonrió feliz mientras agarraba con firmeza a su niña con las dos manos rodeando su cuerpo y la levantó sobre sus cabezas, haciendo ruiditos extraños como si de un motor se tratara para comenzar a elevarla en los aires.
ㅡ ¿Eres un avión o una chatarra? ㅡ KyungSoo se burló mientras observaba a JiSoo ondear sus manitas alegremente sobre el aire, siendo sujetada por JongIn.
ㅡ Nuestra hija tiene espíritu aventurero, Jagi...
ㅡ O quizá está tan impactada que no sabe si reír o llorar, dámela ya... ㅡ KyungSoo no pudo evitar echarse a reir, pero JongIn simplemente negó.
El moreno flexionó sus manos para hacer a la niña descender lentamente sobre su rostro mientras él soltaba berridos y otras expresiones sumamente graciosas, hasta que sus narices chocaban o JongIn se decidía por besarle la frente o algún cachete.
ㅡ ¡Jagi-yah! ㅡ KyungSoo se quejó, haciendo que JongIn enfocara toda su atención en él por un segundo.
ㅡ ¿Estás celoso bebé? También podemos jugar al avioncito más tarde ㅡ El moreno le guiñó un ojo con coquetería y KyungSoo se sonrojó al instante.
Y terminó sonriendo a carcajadas porque tenía un marido ocurrente y sagaz, siempre teniendo una respuesta mordaz que lo dejara un poquito impactado, delirando.
KyungSoo se aproximó para tomar a JiSoo entre sus brazos y acunarla entre sus brazos, sonriéndole a su angelito como si fuese lo más maravilloso del planeta, aunque en efecto lo era, al menos para ellos dos.
ㅡ Saca esa pestilencia de aquí, papá Soo va a cantarle una canción a la princesa para que duerma bien. ㅡ Murmuró KyungSoo, primero dirigiéndose a su marido y después enfocando su mirada en la niña.
JiSoo parpadeó e hizo pucheros para él, soltando un montón de sonidos inentendibles mientras él asentía con solemnidad y la estrechaba más entre sus brazos. Y fue turno de JongIn para ver cómo KyungSoo se comunicaba con ella naturalmente a base de miradas y susurros.
Escuchando a KyungSoo hablarle de su día en el trabajo y de cuanto la extrañaba, y después le preguntaba qué había hecho ese día, dejándola pujar y emitir soniditos a base de respuestas.
Y JongIn se enamoraba una vez más, con una escena así cada día de su vida, observando al amor de su vida arrullar a su tesoro más valioso con su voz melodiosa en una bonita canción de cuna.
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Notas:
¡Una actualización más!
Espero que les guste, muchas gracias por ser tan lindos conmigo y con la historia, he recibido palabras muy hermosas y lxs adoro con mi corazón de pollo ;O; ♡
Les mando besos posholatosos.
Nos vemos en el siguiente
🌠Ary.