77. Mis alas curarán las tuyas

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Dos meses después

Daniel

Hoy, nueve de diciembre, es el cumpleaños de Camille y decidí organizar una fiesta en nuestra casa entre los chicos y su familia más cercana. Era un modo de inaugurar nuestro nuevo hogar y también de celebrar los veintiún años de vida que cumplía Addie.

Era todo una sorpresa y le pedí a Mia que la distrajera durante todo el día, mientras Will y yo preparábamos todo en la casa. Yo era muy malo con este tipo de cosas, pero el angelito me apoyaba en todo y hasta me enseñaba.

El pastel sería un regalo de parte de Makarius porque nos dijo que practicó tanto que ya los cocinaba a la perfección, mientras que Cristal se encargó de invitar a los demás.

—Odio los globos —dije.

—Los inflas mucho. Por eso explotan tan rápido. —Will infló otro, demostrándome que no era tan difícil como pensé.

—¿Qué te parece si tú los inflas todos y yo los cuelgo en el techo?

—Buena idea.

Mientras él inflaba, yo iba colgando los globos que ya estaban listos. La verdad, no sé qué habría hecho sin Will porque es el de las ideas. Él era un pilar fundamental en mi vida y era una de las personas a quienes más amaba a pesar de haber querido vengarme gran parte de mi vida. Estaba nublado por el odio, pero eso estaba en el pasado y lo importante era que estábamos juntos.

Admito que cuando me di cuenta que sentía algo por Camille, intenté suprimir todos esos sentimientos porque no quería que Will sufriera. Sabía que él la amaba y que aún lo hace, pero las cosas fluyeron y no pude hacer nada contra el amor que sentíamos Camille y yo.

Lo vi sufrir mucho por Cam, sobre todo cuando rompieron el vínculo y en ese entonces me sentía como lo peor del mundo. Con el paso del tiempo, comprendí que Will jamás me odiaría por estar con la mujer que amaba y que si ella era feliz conmigo, entonces él también lo sería. Sin embargo, fue una enorme sorpresa para mí darme cuenta que Camille se sentía cómoda con él rondando entre nosotros y nuestra relación porque, para ser sincero, era algo genuino.

El día en que Will la besó, estando yo frente a ellos, me asusté de cómo pudiera reaccionar ella y de cómo pudiera sentirme yo. Sin embargo, como dije, todo fluyó y más que sentir celos, sentí curiosidad. Tampoco pensé mucho cuando decidí besarla después de Will porque toda la situación era casi irreal.

—¿En qué piensas tanto? —preguntó interesado.

—En lo que sucedió el otro día. ¿Crees que espantamos a Cam?

—Ella se adapta bien a las situaciones. Además, si no hubiese querido hacerlo, no lo hubiese hecho.

—Tienes razón, pero aún así estoy preocupado por ella.

—Si quieres, podemos hablarlo con ella y así te quedas tranquilo. La verdad, también me siento culpable porque fui yo quien lo hizo.

—No quiero obligarla a nada que no quiera hacer. Todo va perfecto así.

—No te preocupes, hablaremos con ella cuando sea el momento y nos disculparemos. —Se acercó para entregarme otro globo y se quedó allí a mi lado—. Daniel, yo no quiero ser una molestia entre ustedes o el ''amigo'' de la relación. Debo admitir que me siento cómodo, pero si ustedes no, tomaré un poco de distancia.

—¿Qué? No, quiero decir, no eres una molestia. Nos gusta que nos acompañes.

—¿Estás seguro?

—Por supuesto que estoy seguro, Will.

Lo observé un instante porque se quedó callado y pensativo, mientras miraba un globo sin inflar entre sus manos. Lo conocía lo suficiente como para saber que algo lo estaba atormentando por más que fingiera que no. Usualmente intenta que todo el mundo lo vea bien, como un ser noble que ayuda a los demás sin problema alguno y la mayoría del tiempo, la gente admira eso. Sin embargo, yo podía ver a través de ese escudo porque también lo use por mucho tiempo.

Los Caídos #4 - HechicerosWhere stories live. Discover now