Los Caídos #4 - Hechiceros

34. Un acto heroico

—¿Qué pasó entonces? —preguntó Cristal. Se veía algo nerviosa, pero intentó disimular. Lo que sea que pasó con Kenneth allí dentro la dejó en las nubes y la verdad quería saber todo; sin embargo, comprendí que debía darle su espacio.

—La vampira de allá abajo es la primera en existir —dije—. ¿Puedes imaginar cuántos años tiene?

—Bromeas. —Cristal frunció el ceño y luego se tapó la boca con una mano—. ¿Cómo es posible que nosotros, entre todos los nefilim que existen, pudiéramos conocer al primer vampiro existente?

—Ya te digo. —Reí animadamente—. Es como si estuviéramos maldecidos. Dios salve a aquellos que quieran entrar a nuestro grupo.

Volvimos a integrarnos a la conversación que mantenían los demás porque debíamos seguir elaborando el plan maestro para recuperar a Makarius de su alter ego. Las posibilidades que teníamos eran nulas porque ni siquiera sabíamos cómo sacar la energía de él. Sin embargo, Oliver nos dijo que su as bajo la manga seguía siendo parte de todo esto.

—Llegamos allá ¿y luego qué? —preguntó Jas.

—Atacamos a sus guardias, demonios o lo que sea que tenga como seguridad. Cuando logremos entrar, lo buscaremos y ahí es cuando Oliver lleva a cabo su plan secreto —explicó Eric—. Si todo funciona bien, Camille debe abrir un portal y nos largamos de inmediato.

—Suena bien —dijo Blas.

—Excepto que a nosotros nunca nos sale nada bien porque siempre pasa algo sorpresa —dije—. ¿Acaso no recuerdan todas las veces que nos advirtieron que Makarius era uno de los demonios más temible? Ninguno de nosotros, ni siquiera Eric, sabe cómo es aquel lado de él porque solo hemos visto su humanidad.

—Es cierto. Clemente me lo advirtió en algún momento —mencionó Cristal.

—Si viene del loco ángel diseñado para matar demonios, entonces deberíamos tomar en cuenta su consejo —dije.

—Lo dices solo porque es tu padre —dijo Blas.

—Claro que no. —Fruncí el ceño y entrecerré los ojos—. Clemente fue literalmente diseñado para destruir demonios, así que su conocimiento es vasto.

—Es lo único que podemos hacer. —Adam se cruzó de brazos y nos miró a todos nosotros—. Es eso o volvemos a casa seguros.

—¿Desde cuándo eres el padre del grupo? —pregunté—. Yo soy la madre preocupada.

—Competiremos por el puesto entonces —respondió divertido—. Además, soy el mayor aquí.

—Claro, anciano —dije.

Me hizo un desprecio y luego rio silenciosamente para después golpear la oreja de Tristán con un dedo. Su hermano lo miró confundido y con el ceño fruncido porque hizo eso de la nada, pero supongo que es lo que los hermanos normalmente hacen.

Me pregunto cómo habría sido mi relación con Christopher si hubiese crecido a su lado. Tal vez seríamos más unidos de lo que imaginaba, pero la situación era diferente en la realidad y teníamos nuestros desacuerdos.

—¿Entonces estamos preparados? —pregunté nerviosa—. ¿Prometemos no morir en el intento?

—No hay tiempo que perder —dijo Eric—, pero recuerden evitar usar sus poderes porque es lo que alimenta a Mak.

—Seremos simplemente humanos entonces. —Jasmine frunció los labios.

Al cabo de unos minutos, ya estábamos afuera del hotel de Edrilia y Owen escapó para venir con nosotros. Sabía que significaba problemas, pero Mia dijo que no iba a dejarlo allí para sufrir. Además, seguía siendo nefilim y como tal debíamos protegerlo.